AERONAUTAS Y CRONISTAS

jueves, 6 de febrero de 2014

40 DIAS EN EL VAUPES. PARTE 20



40 DÍAS EN EL VAUPÉS
1950
PARTE 20
•         SALIDA PARA BOGOTÁ. 22 noviembre. En el mismo Catalina de “Aída” y con el mismo piloto, ese sí gentil y bondadoso. Pero era preciso pernoctar en Bávaro, centro cauchero de la mayor importancia en la comarca. El avión no pudo aterrizar ahora, pero acuatizó en Mitú, por lo cual fuimos en lancha hasta el enorme anfibio que nos devolvería a tierra abierta. Una hora no más y acuatizamos en Carurú, en el alto Vaupés. El 23 noviembre. Subimos al avión que amaneció tiritando en estas aguas del alto Vaupés. Dos horas más y llegamos a San José del Guaviare. Todos los vecinos salen a recibirnos y a rogarnos, casi con lágrimas en los ojos que les demos padres misioneros. Que ya le tienen casita y que le harán de comer y lo cuidarán mucho con pescado, con plátanos, maíz, queso y leche. El avión no daba espera y sin desayunar salimos para Bogotá. Otra vez vamos sobre los eternos llanos, cubiertos en partes por copos de nubes abundantes, remedo de las sábanas blancas que se iban quedando al sur. El avión, en un derroche de esfuerzos, elevó a 15,000 pies y atravesó esa altura la desafiante cumbre, mostrándonos allá lejos estaba Bogotá con sus ríos sinuosos, amarillo y en parte salido de madre. Descendimos al fin, a eso del mediodía en el campo de la FAC, aeródromo militar (el CATAM de Techo). A la una de la tarde nos recibieron y almorzamos amablemente con los padres eudistas, en el santuario de las angustias.

AERÓDROMO DE TECHO
•         VISITA AL PRESIDENTE. Por la tarde visité al Presidente, Doctor Laureano Gómez. Le conté mis impresiones sobre el Vaupés, interesándolo por esa lejana y abandonada porción de la patria. Visito el ministro de gobierno quien al estilo del gran Laureano, me recibe con gran amabilidad y me promete hacer todo lo que esté de su parte en pro del Vaupés. La mayor dificultad del misionero consiste en que en la comisaría del Vaupés se hablan 26 dialectos y los indios no saben el castellano, con rarísimas excepciones. En Mitú, por ejemplo, no hay iglesia. La comisaría nos presta un salón de la policía y allí se está celebrando las funciones del culto con las incomodidades que son de suponer. Los misioneros necesitan tres motores de esos que llaman de fuera de borda, para las excursiones misioneras y tres carros jeeps.

LAUREANO GOMEZ
•         DONACIÓN. El gobierno nos de $150,000. Ya los misioneros han abierto la trocha para iniciar la carretera de Mitú a Montfort por nuestra propia cuenta. En fin, también hacen falta medicinas. No hay más médico que los padres y las hermanas. Pero no tienen con qué curar y aliviar las dolencias de estos pobrecitos indios enfermos.
Perdone el lector estas lamentaciones, este gemir y llorar, este sempiterno "pedir" de quienes tenemos sólo dos amores: Dios y la patria. Glorificar a Dios salvarle las almas, defender y hacer grandes papás ya amadas reduciendo y civilizando sus indios.

•         SALIDA PARA MEDELLÍN. Muy temprano en el aeródromo de Techo. Vuelo feliz hasta Medellín, donde aterrizamos a las 9:30 de la mañana. Mi carrito anda apresuradamente por la carretera que lleva a las cumbres de Santa Rosa de Osos, en donde consagraré mañana la santa iglesia catedral.


SANTA ROSA DE OSOS 2013

FIN DE LA CRÓNICA 
Santa Rosa de Osos. Noviembre de 1950