AERONAUTAS Y CRONISTAS

jueves, 26 de diciembre de 2013

EL BAUTIZO DE BOLIVAR


EL BAUTIZO DE BOLIVAR

 
El padrino, el marqués del Toro, dio al canónico Juan Félix, de la iglesia metropolitana y primo de doña Concepción, madre del Libertador, un papel con el nombre con que bautizaría al niño. Era Pedro José Antonio de la Santísima Trinidad.

 
URNA CON EL LIBRO DE ACTAS DONDE ESTÁ ANOTADO EL BAUTIZO DE BOLÍVAR 

Después de un rato, se sintió en la calle el regreso de la carroza. La comitiva entró en el salón, trayendo al niño, ya libre del pecado original. El marqués del Toro y don Francisco de Iturbe lo entregaron a sus padres, los cuales con afectuoso júbilo lo colmaron de cordiales caricias.

-Gracias a Dios dijo la marquesa; su Divina Ma­jestad permita que el agua del bautismo le haga un santo.

-Dame ese niño, añadió el marqués, que quiero des­pués de ti, dirigiéndose al canónigo Juan Felix, echar la bendición paternal a mi Pedro José, cuyo nombre me recuerda al venerado de mi tío el oidor, que en paz descanse.

-No le llames Pedro José, replicó el canó­nigo Juan Félix, que otro nombre le he puesto, y le has de llamar Simón.

-¿Y por qué has hecho ese cambio, Juan Félix?

-No sé cómo explicártelo, pero he sentido una voz interior, un extraño presentimiento, una inspiración que seguro viene de lo alto, que me ha dicho que este niño será, andando los tiempos, el Simón Macabeo de la América.

Suspensos quedaron todos los oyentes de tales palabras, pues ese era el nombre que había propuesto el primo del niño, el también canónigo y del mismo nombre, don Juan Félix de Aristeguieta quien andaba ya en olor de santidad. Y quien antes de morir había testado sus muchas propiedades al recién nacido. Quería con ello recordar al Macabeo de la Biblia. Además porque sería el quinto de la familia que llevaba el nombre desde Simón de Bolívar, natural de Vizcaya, establecido Venezuela en 1586. Aquel niño fue, después, Simón Bolívar, el Libertador.


 
 
 
PARTIDA DE BAUTIZO
 
Agrega el cronista. En 1832, estando yo de tierna edad, oí referir este suceso al antiguo marqués del Toro, testigo del hecho. Y en 1840, estando en una casa de campo de la señora doña María Anto­nia Bolívar y Palacios, hermana mayor del Libertador, referir lo mismo al padre Miguel de Valdepeñas, religioso capuchino español, que celebraba misa en la capilla de doña María Antonia.

 


PLACA RECORDATORIA

Otrosí: En el mismo año 1783, y casi en el mismo mes en que nació Simón Bolívar, el conde de Aranda, ministro de Carlos III era el plenipotenciario para ajustar, por parte de España, los tratados con Francia e Ingla­terra, relativos al reconocimiento de la independencia de Norteamérica.
Cuando el rey firmó los tratados, el conde le pronosticó la independencia de sus colonias ultramarinas, diciendo: Vuestra Majestad, con esa firma, también ha perdido las Américas.
 
 
COLONIAS ESPAÑOLAS EN AMERICA
 
Con esas observación quería decir que los británicos harían todo cuanto fuese posible para que España perdiera sus posesiones en el oeste de Norteamérica, toda Centro y gran parte de Suramérica, casi el 70 % del continente americano, en compensación por el apoyo que España daba a la perdida de las colonias británicas.
Norteamérica, a Francia,  compraría, años después, los territorios que esa nación poseía en la parte central de norteamérica, Luisiana y el Misisipi. Y le arrebataría  la Florida a España y a México todo el oeste.

Por eso Bolívar iría en búsqueda de apoyo a Inglaterra para su emancipación logrando una ayuda significativa por medio de prestamos y la facilidad de la legión británica.
Bolívar hizo realidad la premonición del canónigo de la iglesia metropolitana cuando lo bautizó. La de su primo el doctor Juan Félix de Aristeguieta cuando lo heredó y la del conde de Aranda cuando se lo predijo al rey de España.