AERONAUTAS Y CRONISTAS

martes, 7 de julio de 2020

COCAÍNA ¿ESTABILIZADOR MACROECONÓMICO?

INTRODUCCIÓN

El siguiente resumen son las idea centrales, para lectura rápida, de un estudio con mucha información gráfica no incluida en este compendio.

Por casualidad, 24 años después, el autor llega a las mismas conclusiones por la vía teórica, durante los dos años de investigación hecha dentro en el centro de reclusión en el extranjero donde fue confinado.

Las mismas a las que llegamos nosotros, empíricamente, durante los dos años que pasamos analizando el mismo tema, inmersos en una de las zonas de producción más grandes del país: Las selvas de los departamentos del Caquetá, el Putumayo y parte del sur del Meta. Experiencias vividas durante los años 1995 y 96.

De varias formas nos hemos perjudicado demasiado con las exigencias que nos hacen los consumidores de narcóticos. Vulgares adicciones que surgen en las sociedades ricas con altos niveles en calidad de vida, por simple tolerancia a los vicios propios de las naciones desarrolladas.

Son bastantes las realidades que vimos sobre el terreno combatiendo haciendo la guerra antinarcóticos. Ellas son:

La pérdida de vidas de muchos de nuestros soldados y policías sin ningún efecto en la reducción del consumo.

·    La destrucción de valiosa infraestructura y el daño a la producción nacional por parte del enemigo.

·       Los inmensos costos sobre nuestra economía en gastados militares.

·     El gran impacto sobre los recaudos fiscales dejados de percibir para fortalecer el menguado presupuesto nacional.

·     Los mismos que van a parar a las arcas de los terroristas empeñados en agredir al pueblo colombiano.

Las amenazas y presiones diplomáticas contra Colombia con constante hostilidad y desprestigio internacional por parte de las naciones consumidoras. Las que no hacen el más mínimo esfuerzo por detener la demanda.

Siendo estas unas pocas dentro de muchos otras consecuencias negativas. Porque es una guerra que, de antemano tanto nosotros, antes que todo, y los norteamericanos, la tenemos perdida. Y no por debilidad ni espíritu derrotista, sino por la simple lógica. Exactamente igual a la que no se aplicó en Viet Nam y terminó en gigantesco desastre militar, desprestigio y burla ante el mundo. Guerras de las cuales no es posible salir con dignidad. Ni siquiera atenuando, en algo, los dañinos efectos sobre el orgullo nacional.    

Por eso coincidimos en la afirmación: “Los estudios más recientes tienden a enfocarse en la identificación de otras políticas públicas sobre la represión antidrogas en Colombia”. Por lo cual pensamos que, aún que se demore, nuestra tesis de la legalización será una realidad inevitable. Así sea, lastimosamente, tarde.

El subrayado es nuestro. Coronel Iván González.








COCAÍNA: ¿ESTABILIZADOR MACROECONÓMICO COLOMBIANO 2015-2018?
Andrés Felipe Arias

Este documento es producto de la investigación que el autor realizó durante sus más de dos años de estadía en el Federal Detention Center (FDC) de Miami. Allí tuvo la oportunidad de hacer un trabajo de campo entrevistando numerosas fuentes asociadas a todos los eslabones del negocio del narcotráfico. Recolección de datos inéditos correspondientes a las muchas variables de esa industria.

Cierta corriente de la literatura sobre el tema, ha intentado estimar el impacto macroeconómico de la cocaína sobre la economía colombiana. Generalmente concluyen que el negocio de la cocaína ha influido de forma negativa en el crecimiento económico del país.

Sin embargo, en los últimos años los estudios más recientes tienden a enfocarse en la efectividad de la represión antidroga en Colombia y en la identificación de otras políticas públicas.

Este documento diverge radicalmente de esos dos consensos teóricos y empíricos. Toda vez que encuentra que la cocaína, en el cuatrienio 2015 – 2018, no solo no influyó negativamente sobre el crecimiento económico del país, sino que sirvió de estabilizador externo y macroeconómico, ante la destorcida en 2014 de su principal generador de divisas, el petróleo.

EL CHOQUE

Durante el segundo semestre de 2014, y particularmente en el último trimestre, la economía mundial sufrió un choque descomunal en sus términos de intercambio. Se debió a la abrupta caída en el precio internacional del petróleo.

En concreto, hacia finales de ese año el precio mundial se desplomó al pasar de fluctuar entre 100 y 110 dólares por barril, para gravitar, a partir del 2015, entre los 50 dólares por barril. Choque adverso para la economía colombiana. Fue tal el impacto que el total de exportaciones también sufrió una caída del 50%. Y se vio obligada, durante el cuatrienio siguiente, a una detención súbita de 30% en sus flujos de divisas por exportaciones. Y a más de cuatro punto anuales de su PIB.

LA COCAÍNA COMO ESTABILIZADOR MACRO
La cocaína parece jugar un papel importante como estabilizador macroeconómico en la economía del país. De hecho, se detecta una correlación inversa muy fuerte entre el precio internacional del crudo y los niveles de producción de cocaína. Correlación que se intensifica a partir de 2010.

Aunque existen datos oficiales de los volúmenes de producción de cocaína, no existen datos oficiales, de precios FOB (termino para indicar que se cubren los costos de entrega de una mercancía hasta la puesta bordo de una nave) dada la ilegalidad de la actividad. O CIF (acrónimo del término en inglés, Cost, Insurance and Freight, (costo, seguro y flete), del producto. Ni cantidades exportadas a cada mercado internacional. Un desafío metodológico para los propósitos de esta investigación. Lo que fue resuelto acudiendo a información recolectada en el campo.

El autor convivió, como ya se dijo, con múltiples actores de todos los eslabones del negocio de la droga. A saber: Cocineros, productores de pasta y base de Coca, transportadores terrestres y marítimos. Empresarios y socios centroamericanos, venezolano y europeos. Agentes financieros. Blanqueadores de capitales. Prestadores de servicios de seguridad y de corrupción en entidades estatales.

La información  reveló que, del volumen de cocaína exportada desde Colombia, un 20% a un 35% va a Europa. El resto a los EE. UU.

El Precio a Economía Colombiana (PEC) es aquella porción del precio de la cocaína exportada y pagada por kilo. Que, eventualmente, se distribuye entre el exportador y los demás eslabones de la cadena operativa. El PEC se puede asimilar al valor correspondiente que, finalmente, retorna a Colombia por cada kilo exportado.

De esa forma se pudo evidenciar nítidamente una bonanza exportadora de cocaína durante el cuatrienio 2015 – 2018. No solo por las cantidades producidas de la droga sino por el valor de divisas que le generó a la economía colombiana. Imposible, entonces, no contrastar este fenómeno con el desplome simultáneo en el precio mundial del petróleo.
Así las cosas, a partir de 2014 la economía experimentó, por un lado, una profunda pérdida con el precio internacional de lo que parecía ser, de lejos, su principal producto generador de ingresos.

Por el otro, una gran bonanza exportadora de un producto que, aunque ilícito, se disparó hasta el punto de amenazar con disputarle a aquel, el primer lugar en el podio de valor exportado.
Si lo segundo, la bonanza, fue algo fortuito o deliberado es una pregunta que escapa al ámbito de esta investigación.
Lo anterior revela que el auge de la industria de la cocaína desató un efecto amortiguador en la economía colombiana, durante el cuatrienio 2015 – 2018. Casi en la totalidad del durísimo golpe a su intercambio en el 2014 tras el derrumbe en los precios mundiales del petróleo.

Fue una sustitución casi plena (próxima al 85%) de las divisas que se evaporaron en el sector de los hidrocarburos.

Si miramos el “Índice de Compensación Exportador” ICEC, como la relación entre el valor las exportaciones de un producto y el valor de las exportaciones de otro, se observa que el ICEC de la cocaína se disparó a partir de 2014 con respecto a todos los rubros de la canasta exportadora.

Esto quiere decir que a partir de 2014 el efecto económico de las exportaciones del alcaloide rebasó de lejos a todos los demás rubros exportadores. Tanto los tradicionales como los no tradicionales, compensando cada vez más las divisas que dejaron de entrar a la economía nacional.

Llama la atención que mientras en 2014 se exportaban 12 centavos de dólar de cocaína, por cada dólar de exportaciones tradicionales, para el 2017 ya se exportaban 60 centavos.
Igualmente, mientras en 2014 se exportaban 71 centavos de dólar de cocaína por cada dólar de carbón, para 2017 ya se vendían 2 dólares de cocaína por cada dólar de carbón (3 veces más). En el mismo periodo pasó de 2 dólares de coca a 6 dólares del café. Y de 1 dólar de cocaína por cada dólar de petróleo.

Fue en la bonanza del cuatrienio la exportación de cocaína. Se corrobora la principal tesis de esta investigación, el auge exportador de cocaína del cuatrienio 2015 – 2018 lo que no solo estabilizó el sector externo de la economía sino que atenuó casi del todo los efectos negativos que eran de esperarse sobre en el crecimiento económico, el mercado laboral, los índices de pobreza y la desigualdad.

Otra variable macroeconómica que arroja un poco de luz sobre del auge exportador en ese periodo fue  transferencias de divisas en el 2018. Desde y hacia el resto del mundo. Las divisas que entran y salen del país sin contrapartida alguna en el comercio de bienes y servicios.

Llama la atención los volúmenes de divisas enviadas cada año por los emigrantes colombianos que coinciden justamente con la bonanza 2015 – 2018. Mientras en 2014 las transferencias eran deficitarias, en 2018 se observa todo lo contrario: saldos superavitarios.
Los datos de la balanza de pagos son elocuentes. Las transferencias totales remitidas desde el exterior pasaron de 5,771 millones de dólares en 2014 a 8,584 millones en2018 (incremento de 48%).

CONCLUSIÓN
En este documento se propone que lo sucedido en la economía colombiana entre 2015 y 2018 fue una sustitución considerable. Casi el 85% del ingreso que se evaporó en el sector hidrocarburos a partir de 2014 por ingresos transable por la industria del narcotráfico. La cocaína terminó siendo el verdadero estabilizador externo y macroeconómico tras el desplome.

Hay mucha la tela que queda por cortar. El siguiente paso, consiste en un análisis empresarial del narcotráfico. Es decir, una valoración tipo banca de inversión del negocio de la cocaína.

Las tasas de retorno pueden dar mucha luz, sobre la factibilidad de insistir en las rentas que puede obtener el Estado si llegara a regularizar el negocio. Esto apenas comienza. Imposible no preguntarse si dicha bonanza fue algo deliberadamente inducido o permitido por los colombianos. La respuesta a esta pregunta escapa al alcance de esta investigación.

Solo se deja de inquietud la siguiente cita extraída del reporte del 2017 de la Oficina de las Naciones Unidas. “En los últimos años se ha hecho evidente la reducción sistemática en la intervención por parte de la fuerza pública, de las acciones de erradicación manual y de aspersión en los lotes de coca, como consecuencia de del acuerdo de paz”