AERONAUTAS Y CRONISTAS

sábado, 23 de noviembre de 2013

CRÓNICAS DE UN CURA PAISA. CAPÍTULO 8


CRÓNICAS DE UN CURA PAISA

POR EL PADRE ANTONIO MARÍA PALACIO VÉLEZ

CAPÍTULO 8

EXPEDICIÓN MINERA

Quise saber si era cierto lo del tal cobre que narra Manuel Uribe Ángel y convidé a Belisario Torres que vivía en mi parroquia y conocía esas regiones por haber andado varias veces esas selvas en compañía de indios y además entendía el idioma. Planeamos el viaje para el 10 junio 1942. Llevamos dos peones para que nos ayudaran a llevar las provisiones.

Subimos a la vereda La Campiña, que era donde vivía Belisario Torres. Allí dejamos las cabalgaduras y a pie nos internamos en la selva buscando el río Tuburidó. Bajamos por una espesa selva hasta que llegamos al río. Seguimos por su cauce una considerable distancia. Algunos estábamos provistos de machetes para abrir trochas y además llevábamos dos escopetas de cápsula para defendernos de las fieras. En aquellas celdas hay tigres, leones y serpientes venenosas.

En el recorrido no pude ver los tales bloques de cobre que mencionaba el doctor Uribe pero en una de las orillas se veía una franja de color azulado lo que indicaba que era sulfato de cobre. Seguimos hasta que llegamos a La Ciénaga donde hay un bohío de indios con ese mismo nombre y la casa de un señor que vivía allí con su familia. Tenía cementera y potreros con Reses. Uno de los peones de la finca llamado Julio Molina, que había trabajado en minas, quiso irse con nosotros y lo admitimos en la compañía. Así completamos cinco: Julio Molina, Belisario Torres, los dos peones y el que relata.

EL VIEJO CAMINO DE LOS ESPAÑOLES, EL CAMINO FREIDEL Y CAMINO DE GREIFF

El día 11 llegamos al viejo camino del señor De Greiff. El mismo camino del que habla Manuel Uribe en su compendio histórico. El camino data del año de 1797 (El Camino de los Españoles). En efecto de un artículo escrito en Santafé de Antioquia dice: “un siglo después de la muerte del temido jefe de bucaneros y corsarios, Henry Morgan, que sembró el terror en las costas del Atlántico y del Pacífico, quien un día de aguinaldo de 1700 expusieron sus vidas desde Santafé de Antioquia para dar salida al mar desde las montañas”.

En el año de 1797 Carlos María Freidel de Andrade se presentó ante el rey del Nuevo Reino de Granada, don Pedro Mendinueta de Muaquis con el proyecto de abrir un camino que uniera a Santafé de Antioquia con el Atrato. Inicialmente aprobó el proyecto pero antes quiso conocer las observaciones que hiciera el gobernador de la provincia de Antioquia. Después de varias consideraciones el proyecto de la apertura del camino fue aprobada y le tocó realizarla al ingeniero extranjero don Carlos Segismundo De Greiff, quien nació en Suecia el 27 enero 1793, vino a Colombia en 1826, fue cónsul de Suecia y Noruega ante los gobiernos de la Nueva Granada y murió en Remedios el 19 de julio 1870.

 
CAMINO ESPAÑOL

A este mismo camino salí yo, y a pesar de que habían pasado 90 años que había sido abandonado se notaba perfectamente el corte de las barrancas. Pero en lo que habían sido propiamente el piso del camino habían crecido árboles de un grueso de más de abarcadura. Seguimos por este camino que debió haber sido transitados por tatabras y tigres pues de hecho encontrábamos osamentas en el mismo camino, siendo evidente que el tigre atacaba la manada y saciaba su hambre con sus víctimas.

EL TIGRE

Había mucho que casar especialmente Paujiles y pavas de monte. Como a las cinco de la tarde acampamos y pusimos, colgada de una rama de un árbol, una lámpara de petróleo a fin de que alumbrara toda la noche y no dejara arrimar al tigre pues muy cercano y varias veces se escuchaban sus rugidos. Belisario aseguró que el tigre no arrimaba en la noche donde había luz. Además ya estábamos provistos de linterna eléctrica. No dormimos pues teníamos al tigre que si lo sorprende a uno puede estar seguro que el primer zarpazo es mortal porque con sus colmillos y uñas le desgarra las venas del cuello. Otro peligro es el de las culebras que por aquí abundan y son venenosísimas y uno está hoy expuesto tendido en el suelo ya que los animales se arrastran buscando su alimento.

El día 12 dejamos el antiguo camino y tomamos otra dirección. El rio Tuguridó lo habíamos dejado lejos pero por allí donde nos llevaba Belisario debíamos encontrarlo más abajo siendo muy caudalosos. En la tarde llegamos al rancho de unos mineros y allí nos quedamos e hicimos una buena cena y nos acostamos a dormir en un zarzo.

SELVA VIRGEN

El día trece debíamos ir hasta el río Sábalo según nos dijo el guia Belisario. Llevamos 14 días caminando por estas selvas. Pero qué contraste era el que se encontraba en estas selvas milenarias. Allí se mira la profusa mezcla de lo pequeño lo grande y lo gigante, pero todo ostentando armonía y sin igual belleza. Y es lo más natural porque allí la selva no está deformada por la mano del hombre sino tal cual sale de las manos de Dios. Allí hay árboles enormes que se elevan sus troncos rectos a gran altura para entrelazar sus copas con árboles de frondosidad igual y semejando grandes pilares de una inmensa basílica.