AERONAUTAS Y CRONISTAS

miércoles, 31 de julio de 2019

FORTALEZAS Y AMENAZAS Y DE LAS FF AA




AMENAZAS Y FORTALEZAS DE LAS FUERZAS ARMADAS

"Para ciertos políticos, eso de ser la institución militar la más apreciada en el contexto nacional, no les es conveniente. Además de mortificante, para muchos gremios intelectuales, de opinión y académicos". Coronel John Marulanda.
La frase no solamente es un acierto conceptual irrefutable sino que ilustra la gran lucha que han tenido que sostener, históricamente, nuestras FF AA. En especial el Ejército.

Lucha que no ha sido sólo de armas sino de ideas y, nefastamente, de política.
Porque cada uno ha querido poner a las FF AA  de Colombia de su lado como arma de lucha política. En un comienzo entre centralistas y federalistas. Después, entre liberales y conservadores. Para ilustrar recordemos un poco de historia rápida.

Después del grito de Independencia los centralistas y los federalistas, tenían su propio ejército para imponer su criterio. Así se facilitó la campaña de reconquista española que después nos dio muchos dolores.

Hasta Bolívar, siendo centralista, debió luchar en favor del gobierno federalista, presidido por Camilo Torres estacionado en Tunja, contra el gobierno centralista de Antonio Nariño aposentado en Bogotá. Y todo porque Torres era quien le había prometido darle las tropas para liberar a Colombia de la ideología centralista. Para, luego, reconquistar a Venezuela de los españoles. Un sacrifico ideológico debido aun causa mayor, la independencia. Así lo hizo y obtuvo lo que necesitaba.

Casi todo el siglo XIX lo pasamos en una extensa lucha de golpes de estado. Dónde los políticos más osados se hacían, espontáneamente, militares.
Hasta que a finales de ese mismo siglo, con Rafael Núñez, se inició la primera y larga hegemonía en el gobierno del partido conservador. Qué para finales de la década inculpó, del pobre desarrollo nacional, al gasto militar.

Redujo el Ejército a la ridícula expresión de mil hombres. Porque había que ahorrar dinero y las tropas vivieron épocas de miseria. Los cuarteles, para sobrevivir,  debieron  aceptar la infiltración, en sus filas de la ideología conservadora. Lo que se llamó "la conservatización de las tropas".

Pero  esos daños, ideológico y presupuestal, los cobró la historia. Primero, porque otro Caudillo político, Rafael Uribe Uribe, se convirtió en General y se inició la nefasta Guerra de los Mil Días. Que duró hasta comienzos del siglo XX. Segundo, por la humillante amputación del istmo de Panamá, por parte de los norteamericanos, cuando no tuvimos fuerza militar para defender la agresión con honor.

En ese momento se inició una influencia política de la iglesia contra el partido liberal por estar en contra del gobernante partido conservador. Que le prometía preservar sus exorbitantes privilegios, que la había convertido no solo en un gran poder religioso sino económico, ideológico y hasta político. Los que había acordado con el rey de España y que venían desde la época medieval, pasaron por la conquista y todo el periodo de la colonia.

Concesiones en retribución por la repartición del mundo entre las dos mayores potencias de ese tiempo: Portugal y España. La primera por las colonias y posiciones en el África y el lejano oriente. Mientras para España la América y sus colinas en el Pacifico. Evitando con ello la gran guerra.

A su vez, el Rey, aprovechaba la poderosa capacidad dominante de la iglesia en el sometimiento del pueblo a la obediencia ciega en el campo espiritual. Pero, indirectamente, muy útil en el campo político por medio de los púlpitos. Ya que la Iglesia manejaba, así fuese con ineficiencia, muchos asuntos públicos que al rey le eran totalmente incapaz de administrar.

Cosa que no dejaba que se notase pero que internamente le era evidente. Al menos dentro de la Iglesia no había tanta corrupción como la que se daba o podría surgir en la burocracia. Un lazo y contubernio, no explícito pero si tácito, de mutua conveniencia entre los dos poderes hegemónicos: el real y el sacro.

El hecho es que a finales del siglo XIX, las incómodas ideas progresistas del liberalismo proponían arrebatar los exorbitantes fueros eclesiásticos. Adquiridos y poseídos durante un siglo de conquista, dos de  colonia y uno republicano. Derechos basados en  el acuerdo entre los papas y los reyes. El que le asignó a Portugal el África y a España América, para que no se peleasen y poder resguardar la paz mundial.

Derechos dados por el rey a la iglesia católica, tanto en lo cultural (La educación) como en lo económico (Las Misiones o Reducciones). Y el dominio y control de la conciencia colectiva nacional con el Concordato y como religión única oficial. Siendo el mayor defensor de esas ideas el obispo de la diócesis de Garzón, Huila, contra las pretensiones liberales de Rafael Uribe Uribe, 

Superada la etapa de la Guerra de los Mil días, a comienzos del siglo XX, apareció un tercer caudillo Rafael Reyes, qué hizo el proceso contrario. Pasar de próspero comerciante al generalato y a la política. Siendo presidente.

El general Rafael Reyes decidió, ante tal anarquía ideológica, que el Ejército no podía ser un instrumento político sino autónomo de las facciones sociales. Qué pensara solo en el único y exclusivo interés nacional. No en el partidista. Salir de la leva reclutada solo para casos de urgencia del gobierno con poca trayectoria y formación militar. Que debía ser un Ejército profesional usando criterios ideológicos, académicos y doctrinarios propios de la vida uniformada.
En tal mutación sólo dio los primeros pasos durante su gobierno. Pues duró el proceso hasta el final de la hegemonía conservadora  con el general Pedro Nel Ospina de presidente. En 1930 cuando la perdió con la elección presidencial de Olaya Herrera.


PATRULLA MILITAR
Un largo periodo exclusivamente conservador. Que había discriminado a los liberales de participar en el gobierno y en el Ejército. Se consideraba a los liberales pecaminosos y peligrosos para la estabilidad del gobierno conservador. Por ello los ciudadanos que portaban las armas de la república debían ser de tendencias y pensamientos conservadores. 

El gobierno también se respaldado en la fuertemente influencia de la Iglesia católica por la exigencia liberal de reformar el Concordato. Por el apoyo partidista, de las tropas conservadoras que negaban el acceso al poder militar de los liberales para hacer parte de sus filas. Además de haber dejado resentimientos, en los liberales, la vieja derrota de Palonegro. Por la inclinación por abrir los mercados internos a los productos del exterior, en daño a la artesanal industria nacional. Y con la acusación de haber causado, con su rebeldía, la inestabilidad política. Que aprovecharon los gringos para arrebatarnos el istmo de Panamá.

En 1930 se inició la hegemonía liberal. Nuevamente, se pasó, con gran empeño, a “desconservatizar al Ejército" y a adoctrinarlo en los principios liberales.  Denominada "la liberalización del Ejército". El gobierno liberal ahora temía al viejo ejército conservador y quería formar uno bajo las doctrinas liberales.

Liberales que también comenzaban a ser contaminados de doctrina comunista anticapitalista, atea y, por supuesto, antinorteamericana. Como aconteció con la huelga de las bananeras. Y la sonada reforma agrícola de Alfonso López P. 
Entonces se dio la llamada “Primera Violencia Política”. De liberales contra conservadores. El nuevo gobierno liberal usaba a las Fuerzas Armadas para reprimir las protestas conservadoras resentidas por haber perdido el dominio de la autoridad nacional. Y, de refilón, para resarcir los malos tratos sufridos durante tantos años de superioridad conservadora.  

Se puede decir que fue afortunado para el país que se presentará el conflicto con el Perú (Lo bueno dentro de lo malo, que casi nunca falta). Porque revivió el espíritu nacionalista que enfrío mucho los ánimos partidistas y fortaleció al Ejército. Se apaciguó la lucha armada politizada y se ignoraron, por el momento, los viejos resentimientos causados durante la hegemonía conservadora. Por eso esa "Primera Violencia fue más corta, menos traumática y menos recordada que la "Segunda Violencia" de los años 50.

Aprovechando las circunstancias, las FF MM comenzaron a desligarse más de la influencia política. Hasta cuándo a finales de la década de 1940 se terminó la serie de gobiernos liberales y se reinició la segunda hegemonía conservadora, con Mariano Ospina Pérez. Llegó a la presidencia el sucesor conservador Laureano Gómez, candidato único, facilitado por una disputa interna entre dos candidatos liberales.

Porque el candidato liberal, renunció a la candidatura, a último momento, por el asesinato de su hermano liberal que le hacía campaña. Con ello, sin ser explícito, pero se deducía, acusaba al partido conservador del crimen.

Con el asesinato de los liberales Gaitán y del hermano del candidato liberal, el propuesto en remplazo de Gaitán, para suceder en la presidencia a Mariano.
Y con la actitud fascista de Laureano,  renació “El tiempo del Terror”. Denominado también “La Segunda Violencia Política", ya de conservadores en el poder contra liberales desplazados.

El gobierno, aprovechando su capacidad económica y su autoridad, usó las fuerzas policiales conservadoras de los Chulavitas y la Policía Política, la Popol, para combatir los focos de sublevación liberal que argumentaban el renacer de la discriminación y el abuso durante la primera hegemonía conservadora de antes de los años 30.

Se usó mucho la dependencia política de la Policía por ser un cuerpo permeable al poder político partidista. Por su carácter más civilista que militar. Políticos y policías justificaron la persecución oficial aduciendo su derecho y deber a la defensa de la ley y el orden.

Confrontación estimulada, igualmente, por la iglesia donde sobresalió Monseñor Builes, obispo de Santa Rosa de Osos. Que sutilmente y con su diestra inteligencia, mezclaba los irrefutables conceptos del cielo con los de la convivencia política, los asuntos sociales y los partidistas, contra los liberales. Explosiva mezcla de fanatismo religioso ciego. Difundido desde el púlpito y promulgado documentalmente en sus cuarenta cartas pastorales.

“La Violencia” fue apaciguada con la intervención del General Gustavo Rojas Pinilla. A quien también trataron de titular. Buscaban disputárselo ideológicamente entre los dos partidos para sacar ventajas, previendo el resurgir de la confrontación cuando el General dejara el poder.
Por eso, la oligarquía política, en su sin salida de ser incapaz de gobernar, apoyó el “Golpe Militar”. Y, en un comienzo, para enmascarar la escondida conveniencia, le dio el eufemístico título de “Golpe de Opinión”.


GENERAL ROJAS PINILLA

Aunque la realidad fue que los dirigentes conservadores manipularon el poder militar para que se tomara el poder político para salvar el pellejo, lo que más se pudiese, del infalible juicio de la historia. La que los acusaría de su incompetencia como gobernantes. Como así lo concluyó el posterior juicio político del senado. Y la comisión tripartita, presidida por monseñor Germán Guzmán, para hacer el estudio de las causa de “La Violencia en Colombia” por encargo del gobierno del Frente Nacional.

Así aspiraba el partido conservador no aparecer desbancado del gobierno por la fuerza de las armas, porque eso dañaba el prestigio del General. Prestigio que le era indispensable al partido conservador para disimular el catedralicio error presidencial de Mariano  Ospina y Laureano Gómez de ser incapaz de mantener el orden nacional.

Por algo Laureano adujo ausencia temporal de la presidencia por males fingidos de salud para facilitar la llegada de Rojas al solio de Bolívar. Y su  reacción, ante la toma del poder de los militares, fue débil y simulada para simplemente salvar las apariencias. Se marchó para el exterior sin mayores problemas.

Aunque enmascaró su fuga al exterior bajo un supuesto peligro personal que correría si permanecía en la nación. Sin mucha resistencia para quedarse y más bien con bastante y sumisa actitud, se fue para evadir el juicio social en un pacífico retiro hasta su muerte. También por no haber podido, el poder político y democrático, implantar el  sagrado derecho del pueblo civil a autogobernarse. Por lo cual debió ser suplantado por el poder militar.

Ocultó su autogolpe político usando el prestigio militar. La muy antigua técnica de confundir con la invisible tela de araña de las argucias políticas.  Cual red de gladiadores usada en sus combates circenses. Pero adaptada por los políticos de Roma en sus discusiones senatoriales. O la zona gris donde todo es factible porque permite fácilmente hacerse al lado de la mejor  convivencia del momento o del fin que se pretenda.

Pocos años después, cuando esa misma oligarquía vio que Gurropin (Apodo entre burlesco y serio, puesto a Gustavo Rojas Pinilla. Con similitud al despectivo y casi que ofensivo apodo de "Cachuchón" con que se solía bautizar a los militares con connotación de ser fuertes pero brutos) ya no le era útil, porque ya tenía en relativa calma al país, lo tumbó con un “Paro Patronal”.

Aprovechó que el General quiso ejercer un nuevo periodo presidencial. El veía que la nación necesitaba algo más de su contribución para disolver completamente los antiguos y muy arraigados odios remanentes entre partidos. La confrontación que le habían justificado hacerse al gobierno sin ser ese un objetivo militar.

Sospecha confirmada, después, con el surgimiento de los grupos de bandoleros después de su gobierno. Los que conformaron las primeras cuadrillas de insurgentes imbuidos con la errada ideología comunista y su mimetizado socialismo.

ESCUELA MILITAR
Para ese tiempo ya las escuelas militares y de policía, creaban una doctrina castrense más sólida basada en total imparcialidad partidista y  democrática. Que apartaba a las FF AA  de las manipulaciones políticas y que su fin era puramente nacionalista. Aunque no faltaron algunos pocos militares, rezagos del pasado, que querían tomar partido en las lucha por la presidencia.

Pero las FF AA  supieron encontrar una gran ayuda con los conocimientos adquiridos con sus tres anteriores oportunidades de modernización: La de Rafael Reyes. La guerra con el Perú y su participación en la guerra de Corea. 
Experiencias que rompieron muchos paradigmas tradicionalistas militares de dogmas antiguos, casi que inmutables. Para salir de una rígida, paquidérmica y rancia inercia en doctrina militar ultratradicionalista. 

La que dictó la anacrónica disciplina  del prusianismo, que nos llegó por medio de la comisión chilena que vino a ayudarnos a organizar la Escuela Militar José María Córdoba, en tiempo del general Reyes. Porque los anteriores intentos fueron totalmente fallidos.

Tabús que habían frenado la evolución  de un Ejército de masa pensado para la guerra regular que no se adaptaba a la movilidad, la dispersión y el mimetismo de los enemigos fluidos. Cuando la confrontación ya había mutado a la guerra irregular o el conflicto de baja intensidad prolongado. Y eso que ya eran parte del pasado la “Guerra de Trincheras” de la primera guerra mundial. Y la “Guerra Relámpago” de la segunda. Pero seguíamos anclados en ellas.

La experiencia de Corea, además, trajo nuevos conceptos sobre los ejércitos modernos basados en nueva ideas de mucho liderazgo, tecnología, movilidad, flexibilidad y logística. Y el ya surgido en el exterior y madurado, concepto del “Poder Aéreo” en la guerra convencional.

Concepto para nosotros apenas incipiente y totalmente de desconocido empleo, de ese nuevo poder, contra la guerra contrainsurgente. El cual debimos casi que inventar en el campo analítico antes que las potencias militares. Aunque sin posibilidades de desarrollo y aplicación real por nuestras casi insuperables limitaciones de material y equipo. Solo empleábamos la vía aérea con los helicópteros. Y eso que únicamente como apoyo logístico y movilidad, que de ofensiva y ataque. 

Los aviones de combate se creían solo reservados para la defensa de la soberanía nacional en guerra regular contra una amenaza externa.

AVIÓN FAC

Entonces, con el surgimiento de los grupos guerrilleros, que también habían sido blanco del adoctrinamiento ideológico comunista, las FF MM se apartaron aún más de la influencia partidista. Se comenzaron a enfocar en los grupos subversivos a los que les llegaba ingente propaganda y adoctrinamiento socialista a través de Cuba y del partido comunista colombiano, a comienzos de la década de 1960.

Las FF AA comenzaron a ser vistas como la única salvación de esa terrible influencia extranjera. La que, nuevamente, infiltró algunos estamentos eclesiásticos para sus fines. Donde no se salvó ni el CELAM. El Grupo Golconda. Los promotores del Teología de la Liberación, el Obispo Rojo. Llegando incluso a ser cabecillas de grupos sublevados armados y muy criminales. Como el famoso Cura Pérez. Camilo Torres, Domingo Laín.  Entre los más notorios.

Ni se escapó el muy popular programa de alfabetización rural de Radio Sutatensa. Primer proyecto de educación a distancia. El que también disponía de una red de distribución gratuita del periódico “El Campesino”, basado en la organización parroquial de la iglesia y de los Almacenes Agropecuarios de la Caja Agraria. Se repartían revistas de historietas y folletos. En ellos se  halagaba al pueblo menos culto y explotado, con soñadas y fantásticas soluciones a sus necesidades. Que, por supuesto, de no lograrse de inmediato, requerían y justificaban la sublevación armada.

Ideas perversas enmascaradas con una sutileza tan refinada que las gentes ingenuas creían sin ningún sentido crítico. Ya que estaban muy necesidades de sobreponerse a las dolorosas restricciones impuestas por la pobreza nacional dejada por los muchos años de conflictos internos.

Ideología comunista que se propagaba, tanto en forma directa, como efecto colateral de la Revolución leninista y estalinista. el triunfo del revolución de Mao y la de Cuba. El  engendro loco de la desangrada Rusia. Que se difundía a grandes pasos por todo el mundo no desarrollado. Incluyendo la China, los países de Europa del este y Cuba. Que era el bastión en América del comunismo.


INFANTERÍA DE MARINA

Infiltración que los EE UU trataron de remediar con la famosa Alianza para el Progreso. Repartiendo alimentos producto de la sobreproducción norteamericana. Comprada por el gobierno norteamericano a los agricultores para salvarlos de la ruina y, al mismo tiempo, conquistar la mentalidad latinoamericana a su favor.

Un subsidio a la agricultura de los EE UU y una caridad enmascarada de dignidad con interés político. Parte de la “Guerra Fría” entre el bloque soviético comunista y el occidental capitalista.  Y construyendo viviendas gratuitas como el barrio “Ciudad Kennedy”. Inaugurado personalmente por el mandatario norteamericano.

Ante los recordados intentos de invasión peruana. La agresión de los EE UU. El golpe militar, pero perdonado, por el logro de pacificación del General. Y el letal peligro comunista proveniente de la caída Rusia zarista, el pueblo colombiano puso sus ojos en sus FF AA. Porque no veía mucho éxito en lo que habían hecho y podrían hacer los políticos. Menos ante esas mal sanas influencias ideológicas entre los dos bloque comerciales, militares y económicos mundiales. Los del hemisferio  oriental comunista contra el occidental capitalista

Comenzó crecer aún más el ya iniciado prestigio de las FF AA  hasta llegar la que ahora tienen. Y que, nuevamente, es motivo de envidias políticas. Celos surgidos por su obstinado empeño en mantener la estabilidad nacional lo mejor posible. Por supuesto que con el debido uso de la fuerza armada, porque la fuerza política no es su medio.

Porque aunque Rojas Pinilla tuvo éxito en cuanto al orden publico terminó desacertando en el manejo político. Aunque se le reconoce, más bien que mal y por ello, otra de las razones del prestigio de las FF AA.

Así hayan flaqueado y cometido errores son los únicos quiénes han puesto con real evidencia, durante dos siglos y de permanencia, la incapacidad de los líderes políticos para preservar el orden. Y las salvadoras en los momentos de muchas dificultades.

La iglesia también ha menguado su influencia en el campo político y administrativo. Se ha dedica más a las cosas del cielo y dejado al César lo que es del César.

El poder sicosocial de la prensa y los medios de comunicación evidencia los errores pero no son los más dados y aptos a corregirlos. Algunos periodistas que han intentado gobernar no han salido bien librados. Con excepción de Alberto Lleras. Porque los suyo es lo de hablar, no lo de ejecutar. Tiene mucho cerebro pero les falta músculo. Porque nuestra idiosincrasia demanda más fuerza que cerebro. Al menos por ahora mientras logramos niveles más elevados de cultura democrática.

La docencia, que ha pasado, en gran parte, de la Iglesia al Estado, no es que haya correspondido con suficiencia a la formación de la mentalidad nacionalista y patriótica. La iglesia fue, por muchos años, la mayor ilustradora del pueblo. Por ello temía que la formación laica no estuviese a la altura de lo que el país demandaba. Así su formación clerical estuviese demasiado cargada de ideología religiosa con ciega adoración no solo a Dios sino al Rey. Pero que cuando se formó la república pasó a promover el acatamiento del poder republicano y democrático.

Caído el Rey se vio obligada a cambiar  de bando y pasar al árbol que mas sombra daría. Así hubiese cometido el error de tomar partido político. Lo que evidenció que no era tan nacionalista sino también partidista. Pero logró salir con sutileza de su atolladero histórico. Ya no se ven obispos Builes ni Rojos ni curas Torres ni Pérez ni de Golconda ni truena la Teología de la Liberación. 

Pues la verdad es que no estaba demasiado equivocada en cuanto a su miedo a perder su predominio en la educacion del pueblo. Los resultados posteriores demostraron que era un temor por una debilidad bastante bien fundamentada.

Pues el profesorado laico permitió ser adoctrinado en las ideas confrontadoras de la lucha de clases del comunismo y su fanatismo de combatir el capitalismo.

Bastantes generaciones de colombianos han sido formadas dentro del espíritu rebelde, desobligante y desobediente a la ley. Del pensamiento desconocedor de la mínima subordinación requerida para la necesaria convivencia que permita el progreso. Debilidad, en mucha parte debida a la poca capacitación del maestro que lo hace fácilmente adoctrinable para el rechazo sistemático y fanático de todo cuanto represente autoridad, antes que en el espíritu participativo y proactivo.


PLUMA Y ESPADA

Dentro de ese entorno tan enrarecido, han sido las FF AA las que han debido estudiar el cómo combatir con ideas, no sólo las nefastas influencias ideológicas para conducir la nación, sino también, con las armas. En especial al despiadado terrorismo interno influenciado de macabras doctrinas externas. Aun sin ser diestros con la pluma, pero si con la espada. Porque en una nación donde la fuerza de la razón no es suficientemente efectiva, demanda mucha razón de la fuerza. Al menos mientras crecemos en lo que nos falta de sabiduría y civilización.

Las FF AA  han hecho un gran desgaste mental, para no dejarse manipular tanto de las influencias externas como de las internas. Y han debido dar un sacrificado aporte, aun costa de sus propias vidas, para impedir el abuso contra el pueblo colombiano y de las luchas internas. De lo contrario la nación ya se habría ahogado en su propia sangre.
Por eso es que ahora las FF AA  resultan tan incómodas para tantos políticos.

En especial para los poderes legislativo y judicial, también infiltrados de ideas revolucionarias. Para el estamento pedagógico. En especial el universitario. En donde las cátedras de sociología, política y derecho dogmatizan sobre la violencia social. Para muchos de los viejos representantes de la Iglesia. Para bastantes personajes del periodismo. Y, sobre todo, para los grupos insurgentes, terroristas y delincuentes. Con sus contrapartes, las Autodefensas y el Paramiliarismo. Los que han adquirido descomunal relevancia con el poder económico de los narcóticos.

Han sido  esos factores organizados para alterar el orden social. El que las FF AA  han cuidado cuidan y cuidarán. No confabulación explicita pero sí un contubernio real y actuante. Que busca erosionar la cohesión de las FF AA, su estructura y su solidez histórica, por proteger lo que mas conviene a la nación. Es otra de las muchas formas de lucha terrorista. Porque las FF AA, de no haber logrado el mínimo nivel requerido de adoctrinamiento nacionalista y patriótico, tanto ellas como la nación, ya habrían perecido.

Quien no conoce su propia historia o  no aprende de ella, la repite.