AERONAUTAS Y CRONISTAS

martes, 23 de abril de 2013

TRES SALIENTES


ESTIMADO ICARO:

Hay tres pasos en la cordillera oriental colombiana que han sido traicioneras para la aviación.

La primera es la de Florencia que se interpone en la trayectoria entre esta ciudad y San Vicente. La recuerdo porque un querido piloto de C-47, de la vieja guardia, siendo yo un joven copiloto, me hizo morir las tripas pasando por el boquete que existe entre su cerro principal y la cordillera. Acortar la distancia, provoca a los pilotos afanados a usar de atajo. En ese sector se han accidentado varios aviones. Después, ya de piloto, pocas veces usé el paso. Solo cuando la nubosidad lo permitía. La mayoría de las veces lo evitaba.

La segunda, es la ubicada al norte de San Vicente, donde nacen los dos ríos Pato. El Bajo y el Alto Pato. A esta se ingresa por el cañón ubicado al noroccidente de San Vicente, hacia Guacamayas. En su interior está la pista de Las Perlas donde hirieron al piloto de un helicóptero de un impacto en la pierna. Fue en las últimas horas del día y la herida lo obligó a aterrizar. Combatieron durante toda la noche pero se desangró. Le había afectado la arteria femoral.

La tercera. En ella nacen los dos ríos Guape, el Guape Norte y el Guape Sur en el Meta. Se ubica al frente del occidente de Granada Meta. Está sobre la trayectoria de vuelo entre La Uribe y Villavo. Los dos Guapes, crean el río Ariaria en esa profunda cavidad, rodeada de cerros de casi 10 mil pies. El Guape Sur y El Guape Norte, escurren hacia el oriente. Se juntan en el pie de monte, a la altura de la población de Lejanías, para formar y llamarse, en adelante, como río Ariari.

Es próximo a los Pueblos de San Juan de Arama y la Macarena, que es la verdadera Macarena, porque la otra, que llamamos La Macarena, es realmente el Refugio, al extremo sur de la Serranía de la Macarena. Estas malas costumbres, de cambiar los nombres, también producen errores de navegación para los pilotos bisoños. También está el pueblo de Mesetas, fundado por un cordial amigo coronel antioqueño, a finales de los años 50, cuando era teniente. El coronel vive actualmente en Medellín.

Esa cavidad la sobrevolé mucho buscando el avión C-46 de Aeropesca, piloteado por el Capitán Medrano, padre de un distinguido oficial de la FAC. En esa ocasión encontramos otro avión que llevaba como 10 años perdido en esa misma ruta. También en esa operación de rescate, como es lo habitual, se accidentó una de las aeronaves de búsqueda, un helicóptero Huey.

El lugar es muy selvático y sus paredes son acantilados circulares, cuya única entrada fácil es por el boquete del pueblo llamado Lejanías. Por eso, la guerrilla lo ha usado de refugio mantenido estricto control de esa población, que ha sido guerrillera desde su creación por ellos mismos. Su población ha sido controlada por la insurgencia con un férreo yugo. Solo hasta los finales de los años 80 el Ejército hizo operaciones sobre ese lugar, aunque era sabido desde antes lo que ella era.

Desde ese lugar y por unas trochas muy inaccesibles se sale a Sumapaz, pasando una serramenta bastante alta donde priman cumbres de 12 y 13 mil pies. Es una ruta secreta de la guerrilla y paralela a la ya muy consabida vía, que también cruza la cordillera, que sale desde la Uribe hacia el sur de Cundinamarca pasando por la población de Colombia, Huila. Esas trochas siguen los causes de los mencionados ríos Guape.

Esta tres salientes es de tener muy en cuenta y es necesario estudiar con mucho detalle la topografía. Se mantienen cubiertas de nubes y las tripulaciones tenemos la tendencia a ignorarlas creyendo, falsamente, que la cordillera sigue en línea recta. Además, usábamos cartas TPC y L-26C, que para esa época no tenían información de relieve justo en ese lugar. Y eran ambiguas. En las más actualizadas se puede ver una mancha verde circular como de unas 10 millas de diámetro que evidencian esa traicionera cavidad.

La conclusión es que los jóvenes pilotos deben estudiar muy bien su navegación y sus operaciones, para no dejarse atrapar por estas minas topográficas, que no son quiebrapatas, pero derriban aeronaves.