AERONAUTAS Y CRONISTAS

miércoles, 1 de enero de 2014

ATANASIO GIRARDOT . SEGUNDA PARTE


ATANASIO GIRARDOT 200 AÑOS

DEL PALACÉ AL BÁRBULA

SEGUNDA PARTE

 
PUENTE HISTÓRICO Y RIO PIENDAMÓ
 
El 28 de marzo, fuerzas realistas, cinco veces superiores, forzaron el paso del puente hacia las 12:30 del día, con apoyo de artillería. Girardot defendió tenazmente su posición, informando de inmediato al patriota Baraya, que se hallaba en Piendamó, a dos horas del lugar del encuentro, lo que indica hasta qué extremo su impetuoso subalterno se había desprendido del grueso del ejército. Cuando bien entrada la tarde, Baraya alcanzó el Palacé, Girardot aún sostenía sus posiciones, frente a la cabecera del puente que su adversario había logrado atacando desde la ribera norte. De inmediato atacó en apoyo de su subalterno con su propia infantería y la caballería vallecaucana. El choque fue ardoroso. Girardot nuevamente atacó desde sus posiciones y al anochecer el enemigo había sido derrotado en esta primera batalla de la Independencia.
El 10 de enero de 1812 entraba triunfalmente Baraya a Santafé. Desde septiembre anterior había accedido a la presidencia de Cundinamarca el centralista Antonio Nariño, con editoriales de La Bagatela que dieron al baste con el inerte gobierno de Jorge Tadeo Lozano. Partidario de un fuerte gobierno central para enfrentar un futuro incierto, decidió Nariño incorporar al Estado naciente las provincias de Tunja y Socorro partidarias del gobierno federalista. Para eso ascendió a brigadier a Baraya quien marchó a Tunja. Girardót, ahora capitán, comandaba la vanguardia. Con anterioridad el Coronel Joaquín Ricaurte había ocupado El Socorro. En un súbito cambio de frente, los dos comandantes expedicionarios se pasaron al bando federalista del Congreso de las Provincias Unidas asentado en Tunja. Explicaron sus motivos en un acta donde no aparece la firma de Girardot. Nariño perdió así ese importante apoyo a sus políticas centrales.
Tanta confianza tendría Baraya en su capitán Girardot, que le ordenó actuar contra la vanguardia de un destacamento centralista, mandado por su propio padre y a órdenes de José Miguel Pey. Para Girardot el deber se anteponía a toda consideración y, en acto que debió pesar mucho sobre su alma, obtuvo la rendición de la unidad, y dio captura a don Louis.
Baraya, luego de un primer éxito en Ventaquemada, avanzó sobre Santafé, puesta en pie de guerra por Antonio Nariño. Correspondió a Girardot, en el plan de Baraya, tomar las elevaciones sobre las faldas de Monserrate, lo que hizo aquél con su acostumbrado arrojo, para participar desde allí en el asalto final sobre la ciudad.

Nariño consiguió inmovilizarlo en sus posiciones, mediante una treta con la que simuló una orden contraria de Baraya en la que le ordenaba a Girardot no entrar en acción. Mordiendo su impaciencia tuvo el joven capitán que observar el desastre del Ejército Federal, y replegarse a Tunja con sus tropas intactas, mientras sus compañeros caían prisioneros. Ni centralistas ni federalistas salieron vencedores y se dio un tiempo de connivencia no acordada hasta que apareció Bolívar

 
BATALLÓN ATANASIO GIRARDOT. MEDELLÍN

Viene luego la Campaña Admirable sobre Venezuela dirigida por Bolívar y apoyado por el gobierno federalista de Camilo Torres que se impuso sobre el centralista de Nariño en Santa Fe. El Coronel Atanasio Girardot comanda la vanguardia del ejercito que partió hacia Venezuela, integrada por los Batallones 3O, 4O y 5O de La Unión, en total 560 granadinos. La actuación de Girardot a lo largo del itinerario erizado de combates correspondió con exactitud a su temperamento.

Partiendo de San Cristóbal el 28 de mayo de 1813, ocupa Mérida seis días más tarde. Sin demora prosigue sobre Trujillo, que cae en sus manos el 12 de junio. Bolívar allí promulga el terrible decreto de la Guerra a Muerte.

El flanco sur de la penetración sufría el mayor riesgo, a causa de las concentraciones realistas en la zona de Barinas. Decidió Bolívar ejecutar una arriesgada maniobra de revés sobre la capital provincial, logrando el aniquilamiento de la columna mandada por el Teniente Coronel Marti y ocupar la capital de la provincia.

Para destruir el resto de las fuerzas del comandante español Antonio Tizcar, destacó al Coronel Girardot quien, en veloz maniobra penetrante, alcanzó la localidad de Nutrias, sede del cuartel general enemigo, y logró aniquilarlo por sorpresa: sólo Tizcar y su séquito escaparon al desastre.

Debido a esas maniobras Girardot pasó de ser la vanguardia a ser la retaguardia. En el avance final de Bolívar hacia Caracas, por la vía San Carlos y Valencia, sobrepasó a Girardot quien quedó retrasado en la región del Apure. El deicial granadino Girardot marchó velozmente , hasta alcanzar al grueso del Ejército el 29 de julio en San Carlos. Fue así como pudo tomar parte en la batalla de Taguanes, comandada por el Libertador. En parte al Congreso de la Nueva Granada, Bolívar destacó en primer término, la intrepidez y heroísmo de Girardot.
Pero levantamientos realistas en diversas partes de Venezuela, importantes refuerzos realistas recibidos por mar y el desgaste en las tropas republicanas, permitieron a Monteverde reasumir la iniciativa. Con 1.800 hombres abandonó el reducto fortificado de Puerto Cabello y, dirigiéndose al sur, ocupó la doble posición de Las Trincheras y el cerro del Bárbula, un tanto separados entre si, lo que le permitía batir a los patriotas al detal.  
 

 
ACTUALES TERRENOS DE LA LOCALIDAD DE “TRINCHERAS” A POCA DISTANCIA DE BÁRBULA


 
CERRO Y MONUMENTO DEL BARBULA