AERONAUTAS Y CRONISTAS

viernes, 6 de diciembre de 2013

EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO. CAPITULO 7


EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO

CAPITULO 7

 

·       En 1908 la prensa Bogotá dio a conocer los crímenes de la Casa Arana. Y en mayo de ese año protestó ante el Perú por los ataques dirigidos por Arana Hermanos, con apoyo de las fuerzas peruanas, contra los colonos colombianos: tropas peruanas por orden del prefecto de Loreto emboscaron para capturar a David Serrano y a 25 colombianos. Se están preparando peruanos para invadir el Caquetá y ha sido inútil nuestros reclamos a Lima. El 12 enero en la unión atentaron contra colombianos, ocuparon territorio colombiano las tropas peruanas, destruyeron vidas y propiedades de colombianos es de comprender que continuarán los atentados contra nuestra soberanía en las regiones del Putumayo, y que aún se intenta invadir el Caquetá.

·       El 14 diciembre el año pasado en Javineto, a orillas del Putumayo, el señor Gabriel Martínez, inspector de policía del Putumayo, acompañado de 11 soldados fue sorprendido por una fuerza peruana que llegó aquí en la lancha de guerra Callao, de propiedad del gobierno del Perú. La fuerza estaba comandada por el capitán Bartolomé Zumaeta. Los soldados, que se encontraban casi moribundos por efecto de las fiebres y de las privaciones, no pudieron defenderse y, una vez aprisionados, fueron conducidos aborda la misma lancha hasta el establecimiento de El Encanto, de propiedad de Arana y compañía, en donde fueron despojados de cuanto tenían, aun de sus papeles enteramente particulares.

 
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·       El 12 enero del año en curso, fuerzas peruanas al mando de los jefes Benito Lores y Carlos Zubiano, llegaron abordo del vapor Liberal, de propiedad de la Casa Arana y de la lancha de guerra Iquitos, del gobierno del Perú, al punto denominado La Unión, en la ribera occidental del río Caraparaná. Atacaron a los habitantes de establecimientos colombianos existentes allí. Asesinaron al señor Prieto, colombiano que allí residía, y a varios de sus compañeros. Incendiaron las casas de los señores Ordóñez Martínez. Embarcaron los ganados, máquinas y productos almacenados, conduciendo los equipos.

·       En el punto denominado la Argelia, en la margen oriental del río Caraparaná, aprisionaron al señor Jesús Orihuela, inspector de policía el Putumayo, le despojaron de dinero y papeles que tenía, lo pusieron en un infecto calabozo a bordo del vapor Liberal, y lo condujeron preso a Iquitos.

·       Otros colombianos, hambrientos y casi desnudos, se pasearon por las calles de la población peruana adonde fueron conducidos a la fuerza, hasta que algunos de ellos pudieron, mediante el auxilio privado de generosos compatriotas, venir a dar cuenta este gobierno de los crímenes perpetrados. Otros han perecido, otros sufren aún en tierra peruana de atroces hechos.

·       El gobierno tiene noticia de otros igualmente crueles perpetrados contra los ciudadanos colombianos en su persona y en sus bienes por las autoridades civiles y militares del Perú, por los empleados de la Casa Arana, que goza de la franca e incondicional protección del gobierno y de las autoridades peruanas.

·       Debe también detenerse en cuenta la persecución o, mejor, el exterminio, que se lleva a cabo contra las tribus indígenas colombianas. Los atentados expuestos constituyen gravísima ofensa nuestra soberanía nacional en sus más esenciales derechos. La usurpación de territorio consumada y la tentativa de llevar esa usurpación cada día más adelante, no pueden menos que perturbar profundamente el orden internacional y las relaciones entre Colombia y el Perú. Ellos han herido el sentimiento nacional del pueblo colombiano en lo más vivo.

·       Ante el supuesto de que hubiera existido un estado de guerra entre las dos repúblicas, los hechos perpetrados por tropas peruanas en las regiones del Putumayo, son de tal naturaleza que la ley de las naciones y las prácticas civilizadas las condenan unánimemente.

·       Ahora bien, el Perú aceptó al adherirse como se adhirió a la convención de La Haya, que prevalecen aún en casos de guerra y protegen al enemigo armado, ¿cómo puede concebirse el que se les atropelle al amparo de las relaciones de amistad no interrumpidas entre las dos repúblicas y que se les haya atropellado y que se le sigue atropellando, no para destruir al enemigo armado sino a pacíficos habitantes colombianos de la regiones del Putumayo? ¿cultivadores y desgraciados indígenas cuya condición se ha hecho aún inferior a la de las bestias ?

 
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·       De la anterior comunicación se desprende claramente que el gobierno de Colombia se anticipó, en tres años, al periódico londinense Foreign Office para poner fin a los crímenes diabólicos de los peruanos en el Putumayo.

·       La Peruvian Amazon Company Limited fue registrada el 26 septiembre 1907 donde los hermanos Arana tenían el 78% de propiedad. La compañía se formó para comprar las fincas caucheras. Estas son propiedad de la Casa Arana y que quedan situadas en Iquitos. Y son conocidas con los nombres de Colonia de Indiana, El Encanto, Argelia, Pevas y Nanay, así como todas las propiedades de cualquier otra especie que posea dicha Casa. Además los derechos que la Casa Arana tenía sobre el gran distrito conocido con el nombre de Putumayo. Cuya área se calcula en 12,000 millas cuadradas. Los señores Arana tenían establecida allí 45 centros para la extracción de caucho. La población pasaba de 40,000 indios y gran cantidad de empleados europeos y peruanos. Aunque existía un litigio entre los gobiernos de Ecuador, Colombia y Perú, que aunque afectará políticamente una parte el Putumayo, no podría afectar de manera alguna los derechos legales de los colonos.

·       En 1909 recibió la compañía 887,000 libras de caucho. Las operaciones de la compañía sufrieron un grave atraso en el Putumayo debido a una epidemia de viruela.

·       Como el Perú reclaman juicio sobre el Putumayo, es curioso que su gobierno no haya hecho efectivo el impuesto en el caso de la Peruvian Amazon. Y si lo hubiese hecho efectivo, el impuesto habría sido contrario los términos de los convenios con Colombia.

·       Las exportaciones del Putumayo en los últimos siete años han pasado de 1 millón de libras, esto representa una renta para el gobierno del Perú de 60,000 a 100,000 libras esterlinas desde el momento en que los Arana principiaron sus operaciones en el Putumayo. En los ocho años y medio que terminan el 30 julio 1908 las exportaciones totales del Putumayo subieron a 6,300,000 libras de caucho. La imaginación se pasma al pensar en los crímenes necesarios para obtener esa suma. No debe olvidarse que los derechos de importación pagados por regalías, carabinas y cartuchos han debido aumentar, en no pocas suma, la renta del Perú.