AERONAUTAS Y CRONISTAS

domingo, 2 de febrero de 2014

40 DIAS EN EL VAUPES. PARTE 16



40 DÍAS EN EL VAUPÉS
1950
PARTE 16
•         SACRIFICIOS Y SEPULTURAS. De ordinario es la misma maloca el cementerio de estos desgraciados a quienes a menudo entierran vivos, lo mismo que a los niños deformes, a los que no nacen de matrimonio, para evitar vergüenzas y sanciones, a los gemelos, uno de los cuales es asesinado indefectiblemente. A veces varias de las hijas mujeres, cuando nace muchas en un mismo hogar, para que no le digan a la madre: "marrana que cría muchos leones". Desgraciadamente esta horrenda conducta la observan a su modo muchas madres modernas, que pisotean a la ley de Dios.

•         EL CARÁCTER. El indio estas regiones es por naturaleza dulce de carácter dócil para el bien. Pero los pobrecitos ignoran de manera absoluta de dónde vienen ni saben cuál es el origen del mundo y de los seres. Creen en tres mundos: uno arriba de las estrellas, otro debajo de la tierra y otro en estas tierras que pisamos. Los que habitan los dos primeros mundos son buenos y sólo hay malos en esta tierra. Que creen en la inmortalidad del alma. También en el diablo pero le tienen terror, porque dicen que es malo y la causa de todos los males. Estos indios son pacíficos sin que hubiera podido trascender nada de espíritu guerrero. Si son vengativos, pero sólo cuando se les ha causado ofensas demasiado graves.

•         LA IDIOSINCRASIA. Son, a menudo, relativamente alegres, aunque dejan traslucir la necesaria melancolía de la selva inmensa. Son pacientes y poco sensibles al dolor, a la lluvia, al calor, a los rayos ardientes del sol, al hambre y el trabajo. Son indiferentes y despreocupados, fríos con los afectos. El corazón de indio no se conmueve gran cosa. Son muy observadores y, lógico, imitan todo. Son inteligentes y aprenden con facilidad. Los objetos que fabrican demuestran su ingenio. Son como insensibles al amor y al cariño. Los papás y especialmente las mamás, si son muy tiernos amantes de sus hijos. Pero si tengo que decir con dolor que los hijos no corresponden a esas delicadezas del amor materno, ya que apenas se sienten grandes se independizan con la mayor naturalidad y parte dejando, a menudo, abandonados a sus padres enfermos y ancianos. Las muertes, los robos y los maleficios, se los achacan siempre algunos de la tribu distinta de la propia.
 DANSAS INDIGENAS
•         LA COMUNICACIÓN He podido observar que nuestros indios conversan por preguntas y casi jamás responden con una afirmación. No siguen el hilo de la conversación. Es una peculiaridad de nuestros indígenas. Cuando conversan no se miran, aunque sean amigos y eso pasa entre hombres y mujeres. Da pesar que estos indios no tienen un monumento, ni inscripciones fuera de las citadas por Humboldt. Se habla, en verdad, de unas excepciones en Cerró Mitú y en otras prominencias al sur del Guaviare. Pero no se las ha estudiado aún ni tenemos su interpretación.

•         LA RESISTENCIA ANTE LA NATURALEZA. En la navegación son los titanes para el remo, como si no se cansaran. Resisten el sol canicular y si se da un aguacero como torrente, los reciben impasibles en la espalda, momentos antes ardida, y se mojan hasta empaparse totalmente sus vestidos y chorrear. No les inmuta los relámpagos y los truenos. Antes bien como que los vuelven eufóricos y ríen con tanto mayor entusiasmo entre más fiera sea la tempestad. Y donde el río se alborota como un mar enfurecido, allí también se alegran y reman con crecido entusiasmo. Parece que los peligros los atrajeran y que las dificultades le acentuaran el ánimo y el esfuerzo muscular.

•         LA MUJER. La situación de la que más me impresionó. No es más que una bestia de carga. Tiene que hacer las siembras y las limpias, recoger el fruto, llevarlo a las malocas. Jamás un indio carga los frutos de la chagra a la casa. Ese es el oficio de la mujer. El trabajo rudo corresponde a la mujer delicada por naturaleza sino al hombre. La mujer india no goza de privilegio alguno. Es una simple esclava a quien se arrebata el fruto de sus sudores. Ni siquiera tienen derecho sus hijos porque estos pertenecen el marido. Tampoco el marido llama a la mujer por su nombre sino con un grito i silbido especial que ella comprende. Son fríos hasta el cielo los maridos, aun cuando muere la esposa.

•         ESPERANDO EL AVIÓN. 14 noviembre a las 10 nos avisaron de la oficina de radio que el avión había partido de Bogotá. Esperamos tranquilos escribiendo, estudiando, creciendo y rezando. Si no podemos salir sino en avión, esperamos sin afán, sin inquietud, porque a pie, en canoa, buen buey o a caballo, se gastan 90 días de Mitú a Bogotá. Avisaron que por falta de gasolina no puede salir el Catalina. Aviso oficial de la Aída. El avión anfibio de un sólo motor, que viaja de aquí a Villavicencio, no pudo tener licencia para venir por. La Avianca no viaja sino cuando tiene tonelaje o se le pagan los miles de pesos que ganan en cualquier viaje y no los tenemos. 16 noviembre no permiten que vengan los aviones sino en los días del mes señalado, primero y tercer jueves. Sigo estudiando y escribiendo, no pierdo un minuto.
 AVIÓN CATALINA FAC CON LOS FLOTADORES DE LAS PUNTAS DE LAS ALAS DESPLEGADOS
•         LOGRAR FRUTO. El mejor medio para que los padres Javerianos logren algún fruto es poniendo a los niños en los internados. Procurar congregar en pueblitos las familias indígenas. Le sugerí varios medios. Se comenzaran a fundar de norte a sur y al este de la prefectura, todas las reducciones que fueran necesarios en los pueblos ya conocidos. Especialmente en San José del Guaviare, las Damas, Miraflores, Santa Rosa del Vaupés, El Querer, Cejal, San Fernando de Atabapo y sobre el río Popol. Hay muchos otros lugares estratégicos a lo largo del Guaviare en su banda derecha. En ambas orillas y a todo lo largo del Inírida y otros lugares necesitados.