AERONAUTAS Y CRONISTAS

lunes, 23 de diciembre de 2013

PARADOJICAS INDISCIPLINAS


PARADOJICAS INDISCIPLINAS

 
Dos días después de recibir los grandiosos agasajos en la metrópoli de Bogotá, por el triunfo de Boyacá, marchó a ponerse al fren­te del ejército neogranadino, que se organizaba en Cúcuta, para emprender la campaña de liberación de Venezuela.

Demoraba en su tránsito por los pueblos apenas lo indispensable para las expresiones gratulatorias de las muchedumbres que corrían a saludarlo, a estrecharlo entre los brazos y aun a verter lágrimas de admiración y de alegría.
 


 
BATALLA DE BOYACÁ

 
De paso por Pamplona tuvo conocimiento de los indeseables hechos políticos acaecidos en Angostura donde se ponía en duda su rebeldía por haber emprendido la campaña de la Nueva Granada sin el total consentimiento del congreso venezolano. (Nota: en este caso era la situación igual pero en dirección contraria a la que le había acontecido cuando emprendió la campaña admirable hacia Venezuela sin haber recibido el pleno consentimiento del congreso neogranadino, lo cual dio motivo a los reproches de Santander y el disgusto entre los dos. Las cosas fueron iguales de ambos lados y casi que una regla universal cuando de emprender proyectos osados se trata). Re­solvió ponerse rápidamente en marcha, no sin dar las ins­trucciones necesarias para la buena conducta de la gue­rra que deseaba llevar cuanto antes a su feliz culminación.

 

 

Francisco Antonio Zea

 

Por ausencia del Libertador, ejercía la vicepresidencia de Venezuela, desde esa ciudad, el antioqueño Francisco Antonio Zea. No era mirado con buenos ojos por los militares venezolanos, quienes estaban descontentos por ser un gobernante civil y ser partidario de justificar la conducta de Bolívar. Además ellos aspiraban al puesto y veían con desagrado a un neogranadino al frente de los desti­nos de su tierra.


CONGRESO DE ANGOSTURA

En el congreso de Angostura, reunido entonces en aquella ciudad, se pronunciaron discursos inamistosos y acalorados. Algunos fueron hasta proponer una acusación contra Bolívar, dándole el descarado epíteto de desertor por haber venido a la campaña de Nueva Granada sin el beneplácito del cuerpo soberano. Y los ánimos se exacerbaron de tal mo­do, que la turba armada quiso llegar a las vías de hecho. En vista de ello, para evitar males mayores, Zea presentó renuncia de su puesto y fue, en el acto, reemplazado por el venezolano Juan B. Arismendi.

Bolívar, seguro de sí mismo y resuelto a llevar a cabo sus no­bles empeños, pidió la oportunidad de presentar, personalmente, al congre­so el homenaje de sus victorias. El 14 de diciembre la re­presentación nacional acordó una sesión extraordinaria para tan estupenda finalidad.

 


CASA DEL CONGRESO DE ANGOSTURA

Una comisión precedida de mú­sica marcial fue a felicitar a Bolívar y a conducirlo al recinto de reuniones donde se le recibió efusivamente por parte de todos los diputados. Zea le brindó acto seguido el asiento y la palabra. Expresó su elocuente dis­curso con el cual dejó, para la posteridad y como ejemplo, los nobles motivos que lo impulsaron a emprender, por su cuenta, la victoriosa Campaña Libertadora de la Nueva Granada.

 


 
ANGOSTURA

Campaña que no solo libertó a la Nueva Granada sino que fue el comienzo de la victoria sobre los realistas que aun dominaban a los venezolanos. Los mismos que tanto lo habían maltratado. ELVIA GUTIERREZ ISAZA. “FLORILEGIO BOLIVARIANO”.

 
Nota: Paradójico fue el hecho de que, años después, cosas similares le sucedieron cuando emprendió el desalojo de los españoles de las tierras peruanas. El congreso neogranadino y Santander desacordaban con Bolívar por intentar llevar el ejército colombiano hasta lugares tan distantes, por un lado. Y por el otro lado, los peruanos, después de libertarlos, no solo le negaron los auxilios de sostenimiento del Ejército, que le habían prometido, sino que le reprocharon por ser un extranjero en su tierra. Además de intentar una invasión a la Nueva Granada. Que no haber sido contenidos con la victoria en la batalla de Tarqui por Sucre, le habrían usurpado gran parte del territorio perteneciente al Ejército que los liberó de los españoles.