AERONAUTAS Y CRONISTAS

martes, 31 de diciembre de 2013

ATANASIO GIRARDOT. PRIMERA PARTE


ATANASIO GIRARDOT 200 AÑOS

DEL PALACÉ AL BÁRBULA

PRIMERA PARTE

AMIGOS:

No es corriente que una de nuestras unidades militares cumpla 200 años de existencia en tan corta historia republicana con independencia y libertad. Solo hace poco celebramos dos siglos de existencia. Y 500 años de descubrimiento como masa continental que estaba desaparecida del planeta desde los comienzos del universo. Al menos para los no aborígenes porque ellos si la conocían de antes cuando surgió el ser humano sobre el planeta.

Es un gusto que uno de nuestros batallones siga marchando al compás de los años de la nación. Y cuantos años cumpla ella cumplirá el batallón. Y que ese cuerpo militar esté asentado en Antioquia de donde es oriundo el héroe que lo bautizó. El mismo que ayudó hacer posible la “Libertad que perfuma las montañas de la tierra antioqueña”. “Que llevemos el acero, con que se forja el progreso, entre las manos, porque el hierro de las cadenas en el cuello nos pesa”.

Para muchos será un hecho poco interesante y de significancia menor porque han olvidado el por qué existe este batallón y de donde proviene. De cómo surgió y la gloria que le amerita. Dos siglos pueden hacer olvidar fácilmente a las nuevas generaciones el motivo por el cual gozamos de una república independiente para definir nuestro propio destino y buscar la felicidad a nuestra manera, así no haya sido lo más acertado. Pero tenemos una identidad que se respeta y admite a nivel mundial.

Por este motivo me permito hacer este aporte a la efemérides para refrescar lo que muchos de nuestros antecesores hicieron a punta de lanzas y espadas. A pie y acaballo. Y a pura fuerza de espíritu porque hasta los fusiles y la pólvora eran escasos. Pero con mucho empeño y sacrificio.

Adorno estas notas con algunas fotos que he tomado en mis correrías para ver personalmente el ambiente natural donde se desarrollaron los hechos y en los lugares donde el héroe se distinguió.

Saludos: Iván González.

Louis Girardot había nacido en París, un 23 de junio de 1752. Buena familia burguesa. Sin predesión o deicio conocidos. En la vecina España se alistó en el Regimiento de Guardias Valonas. Oyó hablar de América y, un buen día de 1782, apareció en la costa caribe de la Nueva Granada. Se presentaba como tallista escultor, pero se dedicó al comercio, sin dejar huellas de su arte. Contrajo matrimonio, se aburrió pronto, y viajó a Antioquia atraído por la minería del oro. Hasta la montaña llegó la noticia de la muerte de su primera esposa, lo que le permitió contraer segundas nupcias con María Josefa Díaz de Hoyos, hija de su socio, de lejano ancestro de Oviedo y Asturias.

Esperaba el matrimonio Girardot Díaz su primogénito cuando, en viaje de Santa Fe de Antioquia a Medellín, el alumbramiento sobrevino en la localidad de San Jerónimo, cerca de aquélla, el 2 de mayo de 1791.

 
SAN JERONIMO ANTIOQUIA

Fue bautizado en la parroquia de La Candelaria de Medellín el 9 del mismo mes, anteponiendo el Manuel al Atanasio de su onomástico. Prosperó don Louis en la minería y el comercio. Sus andanzas mercantiles lo llevaron a Honda, sobre el Magdalena, importante puerto articular entre Santafé y la Costa.

 
SANTAFÉ DE ANTIOQUIA

En 1801 la familia se radicó en la capital del virreinato y el 12 de diciembre Carlos IV, desde la ciudad de Valencia, España, concedió a su vasallo Luis Girardot Carta de Naturaleza, en reconocimiento a sus servicios militares en la península y buenas referencias presentadas desde la Nueva Granada. Esto permitió que Atanasio, a quien su padre, corto de expresión en castellano, llamaba Satanás, ingresara al Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. No se conoce fecha de admisión, pero si constan excelentes calificaciones en filosofía y derecho civil, que le permitieron diplomarse en leyes el 30 de octubre de 1810.

El servicio a las armas atrajo tanto al padre como al hijo. Louis, merced a su veteranía, actuó como capitán en una expedición contra indígenas levantiscos de Casanare. Atanasio ingresó sin que se tenga conocimiento de fecha al Batallón Auxiliar, realista, creado en Santafé en 1783 como consecuencia de la insurrección comunera de 1781. Quizá la categoría de alumno manteista (externo) en el Rosario le permitió adelantar paralelamente estudios y servicios militares.

Lo cierto es que el 20 de julio de 1810 figura como teniente del Batallón Auxiliar, ya republicano,  donde era capitán Antonio Baraya, de tan destacada actuación libertadora en la fecha inicial de la independencia. Anticipándose a cualquier presunción de respaldo al régimen afrancesado de Amar y Borbón, Louis Girardot se hizo presente esa misma noche ante la Junta Suprema, con merecimiento de fondos y servicios que hallaron reconocimiento escrito de la corporación en favor de Louis como "primer extranjero en presentarse".

 
ÓLEO DE GIRARDOT

Atanasio Girardot formó parte de la expedición enviada por la Junta Suprema, al mando del ya coronel Baraya, en favor de la Confederación de Ciudades Amigas encabezada por Cali, en contra del gobernador realista de Popayán, Miguel Tacón y Rosique.

Habiendo salido de Santafé el 15 de noviembre de 1810, Baraya alcanzó Cali, donde se congregaron las fuerzas disponibles de la Confederación el 26 de diciembre, y se dedicó a preparar la campaña sobre la capital provincial. E1 25 de marzo de 1811 el ejército republicano, con más de mil hombres, partió de Corrales hacia Piendamó, precedido por una vanguardia al mando del teniente de 19 años, Atanasio Girardot. Sus instrucciones eran alcanzar el río Cedere y esperar allí, pero, no hallando enemigo, prosiguió su avance hasta el puente sobre el Palacé, donde se fortificó en las alturas que lo dominaban. Paso imprudente del impetuoso comandante, que jamás había entrado en combate y ansiaba vérselas con el enemigo.