AERONAUTAS Y CRONISTAS

martes, 8 de septiembre de 2020

SOBRE LA FORMACIÓN DEL OFICIAL

 

SOBRE LA FORMACIÓN DEL OFICIAL FAC. CONCEPTUALIZACION INICIAL

 

MISIÓN INSTITUCIONAL

Es la razón de ser y del quehacer de la Fuerza Aérea. Es la fundamentación filosófica que le da sentido a la Institución. La Misión institucional FAC integra tres componentes claves para la vida del país, para la supervivencia y el desarrollo de la Nación: SOBERANÍA, SEGURIDAD y DESARROLLO.

Soberanía para definir, orientar y trabajar nuestro propio destino con independencia y libertad. Seguridad tanto interna y externa para vivir y trabajar. Desarrollo porque es el objetivo permanente del ser humano, que permite diferenciarlo del animal.

Es el propósito de cambio positivo, de mejoramiento de la calidad y de las condiciones de vida nacional, institucional y personal a partir de nuestras propias capacidades y recursos y de nuestra riqueza humana y material.

La defensa de estos tres principios fundamentales para la vida del país y de cada uno de nosotros son razón suficiente para comprometer hasta nuestra propia vida en la parte que nos compete: el aire.

 

PROCESO DE FORMACIÓN

La formación del Oficial FAC es permanente no solo durante el tiempo académico sino también durante su desempeño profesional. Y parte de la interpretación adecuada de la Misión Institucional, de su comprensión en toda la dimensión de su importancia, de su aceptación, y del compromiso para desarrollarla y practicarla en el día a día.

Este punto de partida es la base de su identidad y de su desarrollo profesional. Es el ÁREA BÁSICA.

Para responder a las exigencias que resultan del imperativo de la Misión, es preciso desarrollar estrategias que conduzcan al cumplimiento real de esa Misión. Es el ÁREA ESTRATÉGICA.

Y dado que la estrategia se cumple con recursos, estos se canalizan y se mueven como condición necesaria de la estrategia. Es el ÁREA DE APOYO.

Y en últimas, tanto esto es realizado por el Hombre, quien responderá específicamente con sus condiciones, habilidades y potencialidades, sobre un mínimo exigible como requisitos de entrada. Es el ÁREA HUMANA.

El proceso de FORMACIÓN SERÁ INTEGRAL en la medida en que estas áreas se integren y balanceen.

ÁREA BÁSICA

El área Básica comprende la fundamentación filosófica y doctrinal que orienta y determina el comportamiento integral del Oficial durante su vida profesional. Identifica, define, ordena y relaciona los principios de vida del país, de la institución, de la persona. Cuáles son los valores que regulan el comportamiento nacional, institucional, comunitario. Cuál es el ordenamiento ético y legal del comportamiento del Oficial, frente a lo que significa y a la importancia del país, de la Fuerza Aérea y de cada persona. Cuál es el marco doctrinario que guía permanentemente la actividad del Oficial y de la Organización y cuál es el marco de referencia para evaluar y corregir el comportamiento. Son las normas permanentes y que por lo tanto no les cabe necesariamente un plazo.

ÁREA ESTRATÉGICA

¿Los principios y valores sobre qué realidad descansan? De aquí parte el desarrollo del área Estratégica. Es la realidad del país en sus condiciones y potencialidades tanto internas como externas. Es la materialización de los conceptos básicos. El país, su población y su riqueza física histórica, cultural, económica, política. La "residencia" de la soberanía. El país en el mundo, sus ventajas y desventajas. Y dentro de este contexto, lo que significa la Institución Militar y dentro de ésta, la Fuerza Aérea.

Este país con todos sus valores y riquezas es el que enfrenta AMENAZAS internas y externas que es necesario conocer y estudiar para poder DEFENDER. Defender con ideas, con acciones y con armas, en tierra, en agua o en aire. Defender con principios, actitudes y recursos.

Ello nos obliga a conocer nuestras CAPACIDADES humanas, físicas, técnicas y tecnológicas, las condiciones y potencialidades de nuestros RECURSOS, instalaciones, equipos (de vuelo, de apoyo, tierra, comunicación, control, mantenimiento), material de guerra, de intendencia.

Podremos entonces conocer nuestras FORTALEZAS Y DEBILIDADES para planear y dirigir la ACCIÓN necesaria de la Defensa (Operaciones), dentro de un marco Reglamentario y normativo que permita ordenar y controlar el proceso de la acción. Acción tanto preventiva como de sostenimiento y de ataque.

ÁREA DE APOYO (Táctico-Operativa)

Es el área que convierte la estrategia en acción. Es la acción regular y la acción especializada. Es el trabajo especializado del Oficial, dentro de una concepción cada vez más integral, más amplia y global a medida que las responsabilidades del rango crecen. Acciones que partiendo del plano operativo se van convirtiendo en el proceso de ascenso en acciones de mayor contenido administrativo. El apoyo se traduce en operación, en asignación y aplicación de recursos, hombres y tiempo, pero está exigiendo administración, dirección, control. Conocimiento, acción y control humanos, físicos, técnicos y presupuestales.

ÁREA HUMANA (Condiciones de la persona)

Por la importancia del ser humano es importante enfatizar en su conocimiento y en el desarrollo de sus potencialidades para que la acción se dé, la estrategia se cumpla y la misión se logre, no como meta que termina sino como un continuo que explica y Justifica toda una vida.

Es la identificación, definición y desarrollo de la persona en sus aspectos sicológico, físico-atlético, intelectual y cultural para responder integralmente a la acción, a la estrategia y a la misión, con todas sus potencialidades cognoscitivas, sus destrezas y sus actitudes.

ETAPAS DE FORMACIÓN

La formación integral implica trabajar estos cuatro componentes (ÁREAS) en TODO el proceso de formación y desempeño del Oficial. Desde su ingreso como cadete basta el logro esperado de General. En este proceso se identifican las siguientes etapas:

1)      Académica (EMAVI)

2)      Ejercicio   profesional    (Subteniente)

3)      Ejercicio   profesional    (Teniente)

4)      Académica                    (IMA) 

5)      Ejercicio   profesional    (Capitán)

6)      Académica                    (IMA) 

7)      Ejercicio   Profesional   (Mayor)

8)      Académica                    (Precurso IMA)

9)      Académica                    (ESDEGUE)

10)    Ejercicio   profesional    (Teniente Coronel)

11)    Ejercicio   Profesional   (Coronel)

12)    Académica                    (ESDEGUE)

13)    Ejercicio   profesional    (Brigadier General)

 

En las etapas de formación académicas se da un proceso directo, presencial y formal según directivas institucionales. En las etapas de ejercicio profesional se da un proceso generalmente (con sus debidas excepciones) indirecto, no presencial y no formal.

En las etapas académicas, frente a la legislación vigente, es donde se da la opción de títulos académicos. En las etapas de ejercicio profesional caben las opciones de Educación A Distancia y Educación Continuada, para darle solidez a un Sistema Integral de Formación, que dará nuevas opciones de convalidación de títulos.

PROPUESTA DE ESTRUCTURA DE FORMACIÓN

Metodológicamente se trata de responder una serie de preguntas claves:

a.            ¿La estructura por áreas responde a los requerimientos de la Misión, Objetivos y Necesidades Institucionales?

b.            ¿Habría algo por mejorar en esta estructura? Qué y Cómo?

c.            Sobre la estructura acordada (ver formato) cuál sería:

               1) ¿La formación, sobre cada componente, desde cadete hasta general?

               2) ¿El contenido básico de cada componente para todo el proceso?

               3)   ¿La distribución porcentual del contenido para cada etapa académica?

NOTA: Si es del caso se estudiará el aporte a este proceso de lo quese haga en el ejercicio profesional.

RESULTADO ESPERADO

Como consecuencia de este análisis se espera obtener un cuadro-guía de formación que permita observar:

a)  El perfil de formación o perfil académico para cada rango de la oficialidad.

b)  Las responsabilidades generales para cada una de las Unidades que intervienen en el proceso de formación

c)  Un mecanismo de planeación y control de un verdadero Sistema Integral de Formación.

 

LIBARDO DAZA MARTINEZ. IMA, Diciembre 8 de 1990.

 

LIDERES O TECNÓCRATAS

 

 

NECESITAMOS LÍDERES, NO TECNÓCRATAS

Nota: Artículo comentado por el Coronel (FAC) Iván González. Titulado  “We Need Leaders, not Technocrats". Escrito por Lt. Jeffrey Mac Fadden de la Reserva Naval de EE UU. En enero 1990. Obtuvo la segunda mención de honor, en el concurso sobre liderazgo, "Vincent Astor Memorial Leadership Essay Contest". El autor es profesor en el Departamento de Inglés en la Academia Naval de Anápolis. Las Notas son mías.

"Para competir en el mundo y para servir como oficial naval, usted debe tener una formación técnica. Si se convierte en un lector inveterado, si un momento de ocio jamás lo sorprende sin un libro en la mano, el conocimiento amplio vendrá a usted.

Porque sin una formación en conocimientos técnicos profundos, y sin la confianza resultante que lo mueve a desempeñar complicadas situaciones técnicas, donde quiera que las encuentre, usted siempre será como un florero en la pared en el salón del baile del progreso, y su éxito en nuestra profesión sufrirá de conformidad".

Así habló el Almirante Carlisle Trost, Jefe de Operaciones Navales, en la ceremonia de relevo de mando del Director de la Academia Naval de Anápolis, en agosto de 1.988. Con su mensaje indicaba que la competencia técnica es la piedra angular del liderazgo y del profesionalismo. Era una de victoria en una lucha política que data desde de los mediados de 1.970.

El cuerpo de oficiales entrenados en Energía Nuclear, que comprende solo un pequeño porcentaje de los oficiales navales, ha remoldeado al líder del mañana en la imagen del Almirante Hyman Rickover (Ingeniero Nuclear) al abandonar los perennes preceptos del profesionalismo militar. Que han sido las guías del liderazgo. Tan antiguo como la "Ilíada y la Odisea" de Homero. Este énfasis en la competencia técnica probará ser tan peligrosa para el cuerpo de oficiales de los 1.990 como, lo fue la aproximación a la gerencia corporada introducida por el ex-Secretario de la Defensa Robert Mc Namara en  la década de 1.960, quien venía de ser el presidente de la Ford Motor.

Nota: “Nombrado por el presidente Kennedy, quien consideró que siendo ejecutivo exitoso en la industria privada lo sería también en la dirección de la empresa militar aplicando los mismos o similares criterios empresariales”.

El concepto del líder como tecnócrata ha traspasado todas las áreas de la defensa nacional desde la presidencia hasta la selección, entrenamiento y educación de los candidatos a oficiales (Los cadetes). Esta aproximación al liderazgo militar, con su énfasis en los detalles, más que en lo global, en las reglas más que en el juicio, en la maquinaria más que en los hombres y mujeres, deshumaniza. Una destreza que depende de atributos humanos específicos. Como la habilidad para tomar un grupo de individuos provenientes de un amplio espectro en formas de vida y moldearlos en una unidad de combate cohesiva tanto en paz como en guerra.

LAS RAÍCES DEL CONFLICTO

El 30 de abril de 1.975 cayó Saigón  bajo el ejército del Vietnam del norte. Cuatro meses más tarde, el contralmirante Kinnard Mckee, asumió el mando como el 47° Director de la Academia Naval de Anápolis. Estos dos eventos marcaron el fin de una revolución en Liderazgo Militar, y el comienzo de otra. La guerra de Mc Namara se acababa y la de Hyman Rickover comenzaba.

El ingeniero puro, Rickover, introdujo en cada uno de sus oficiales la creencia que se podía manejar cualquier crisis a través de una familiarización rigurosa con los detalles más ínfimos de cualquier sistema. Consideraba como tal, que cada problema tiene al final una solución definida. Y los buenos líderes deberían conocer tanto como sus subalternos acerca de las políticas y programas en ejecución, con el objeto de que sus subordinados se mantuvieran fieles y honestos.

Desafortunadamente, este estilo de liderazgo ha producido efectos colaterales indeseables. Tales como la inhabilidad de emprender o articular una estrategia amplia dar la impresión de desconfianza entre los subordinados para realizar sus trabajos. Además la tendencia a dedicarse a detalles de poca monta cuando les conviene.

A pesar de las duras lecciones aprendidas en Vietnam, la Armada de los mediados de 1970, en la ansiosa búsqueda de alta tecnología, continuó entretenida en la ficción estratégica de que la próxima guerra iba a ser un asunto manejado y trashorizonte con solo apretar botones.

En noviembre de 1.976, la revolución del liderazgo tecnológico se propagó de la Armada a la nación, cuando otro hombre de la ideología de Rickover, James Earl Cárter fue elegido presidente. Durante los siguientes cuatro años, mientras el presidente Cárter se levantaba todos los días a las cinco de la mañana para dominar todos los ínfimos detalles de cada uno de los programas y políticas puestas en marcha por su administración, la Armada más grande del mundo fue cortada por la mitad en número de buques, los soviéticos invadieron Afganistán, terroristas tomaron de rehén la embajada de EE UU en Irán y el pueblo americano, por poco, se resigna a la caída del estatus de su país como una gran potencia.

Rápidamente la Academia Naval se convirtió en la escuela preparatoria para energía nuclear. Se redujeron las materias electivas en humanidades, algunas especialidades fueron eliminadas. Y el desempeño académico, más que el desempeño militar, vino a ser el puntal del potencial para el éxito en la flota. Los oficiales entrenados en Energía Nuclear ejercieron enorme presión sobre los cadetes con el objeto de satisfacer las cuotas de producción. En una decisión, que la Comisión de Energía Nuclear lamenta a la fecha, la promoción de la Escuela en l980 fueron incorporados al programa de Energía Nuclear.

Para 1.978, se podían escuchar voces de desacuerdo de otras partes de La Flota. El Vicealmirante James Stockdale, un acreedor de la medalla de honor y quien pasó siete años y medio como prisionero de guerra en Vietnam, creó un curso en el Colegio de Guerra Naval (donde sirvió como presidente) denominado "Fundamentos de la Obligación Moral). Stockdale aseguró, que su trabajo como Capitán de Corbeta en Stanford y sus muy fuertes bases en filosofía, ética y las clásicas, lo prepararon, más que cualquier otra experiencia educacional o militar, para soportar física y moralmente la brutalidad mental y la vida humillante como prisionero de guerra.

En un ensayo titulado “El Mundo de Epítetos", escribió: “La educación debe resaltar los valores, no enterrarlos entre lo trivial. ¿Están nuestros estudiantes captando el mensaje de que sin integridad personal, las habilidades intelectuales no tienen valor alguno? Yo creo que una buena educación clásica y el entendimiento de la historia pueden determinar mejor las reglas por las que se debe vivir. Estas también proporcionan la capacidad de analizar sus razones y constituyen la guía en la forma de cómo aplicarlas ajustándolas su propia situación".

Más tarde, ese mismo año de 1978, otro exprisionero de guerra, el contralmirante William Lawrence, remplazo al Almirante Mckee como Director de la Academia Naval de Anápolis. Firmemente identificado con las filosofías educacionales del Almirante Stockdale, Lawrence reenfocó la educación del liderazgo nuevamente en principios más humanísticos y menos técnicos.

Electo Ronald Reagan de presidente en 1.980 nombró a John Lehman como Secretario de la Armada, que trajo una aparente finalización del reinado de los tecnócratas. Lehman quien fue estudiante de filosofía, política, y economía en la universidad de Cambridge, Inglaterra, y en la universidad de Pensilvania, sacudió el templo tecnológico desde su base, retirando del servicio al Almirante Rickover en 1.982. Y, mediante la expedición de una directiva que alteraba radicalmente las admisiones, y los criterios de selección de especialidad para los candidatos a ser oficiales (Los cadetes).

Impulsado con la ayuda de personas tales como Almirante Stockdale y el entonces ayudante del Secretario de la Armada James Webb Jr. abolió la relación en personal de 20/80% entre las especialidades técnicas y no técnicas, respectivamente. Ordenó que a los exámenes de admisión, se les diera igual ponderación entre aptitud verbal y matemáticas, cuya relación era de 1 a 3 en favor de las matemáticas. Y estableció programas de honor en humanidades.

La ordenanza del Secretario de la Armada Lehman, aunque no oficialmente constituye letra muerta, ahora que tanto él como su sucesor James Webb, han dejado el cargo. La insistencia de Lehman, en que se le dé igual ponderación a los resultados de los exámenes tanto en matemáticas como en aptitud verbal y humanidades, en el proceso de admisión de los cadetes para todos los programas, ha sido sobreseída por instrucciones locales.

Nota: “Consideraban que las humanidades tenían más incidencia en la capacidad gerencial del oficial (Especialmente el Liderazgo) que los conocimientos de ciencias y disciplinas exactas”.

Lehman como Webb y Stockdale creían firmemente que las instituciones encargadas de producir líderes combatientes, no estaban haciendo lo suficiente para desarrollar el carácter de sus alumnos a través del estudio de las artes liberales.

A finales de 1.987, ante la tendencia de cadetes hacia las especialidades no técnicas,  el Almirante Mckee, el Almirante Trost, y el Vicealmirante Nils Thunman, Jefe de Educación y Entrenamiento Naval, todos entrenados en Energía Nuclear, reaccionaron al cambio de política. Empezaron a circular memorandos entre estos oficiales y el entonces Director Contralmirante Ronald Maryott. Discutían una propuesta para restablecer una relación inicial ajustada a 30/70 sobre las especialidades no técnicas (administrativas) y técnicas (Vuelo).  Y reajustar de 50/50 la ponderación de las calificaciones en los exámenes de ingreso y para la especialidad, entre la aptitud verbal para propósitos administrativos (Logística) contra la de matemáticas para las operaciones (Vuelo).

Nota: “La gestión o administración, ejercida con liderazgo es un concepto más cualitativo que cuantitativo. Mientras que la ingeniería es al contrario El administrador no adquiere destrezas profundas de ingeniería. Pero esta tampoco otorga, por si misma las habilidades propias de un buen liderazgo.

Lo mismo que sucede en la aviación. Un buen piloto no significa ser un buen administrador. El ingeniero o el vuelo son actividades especializadas del concepto más general llamado administración. Porque ambas proveen, miden, manejan bastantes conceptos de administración. Y efectúan una gestión. Pero la ingeniería es en su mayoría sobre factores cuantitativos, más que todo materiales. La administración pura agrega una especialidad muy importante, como lo  es, por sí mismo, el factor humano. Entonces se considera que esta más próxima al liderazgo que a la administración. Razón por la cal ha solido decirse que la Administración es la especialidad de la generalidad”.

Que por costumbre en el lenguaje cotidiano se suele denominar simplemente administración. Aunque que ambas áreas son administrativas. Una más cuantitativa y bastante tecnológica o matemática y la otra más cualitativa y ponderada  por ser más del factor humano. Pues todos los sistema productivos, ya sean de bienes o servicios, son la conjunción de la técnica y el hombre. Siendo este último quien ha desarrollado tecnología. Por ello el factor más importante dentro del contexto productivo es el componente humano.

De tal forma que ambas  son administración pero especializadas en su sector. Así un piloto es un administrador, más del área de la ingeniería por operar una sofisticada máquina. Y el gerente de la empresa es administrador más del área humana. Luego no debería existir competencia por definir cuál es el más idóneo o trascendente. Como a veces se discute para definir el perfil de estudios y las destrezas del aspirante a la vida militar. Pues ambas son igualmente importantes y necesarias.

Entonces, el gerente ideal es aquel que pueda administrar bien las cosas. Por eso dentro de una fuerza militar debe haber dos comandantes, o gerentes en una empresa, de igual nivel de importancia que se complementan mutuamente en forma muy coordinada. El Comandante operativo y el Comandante logístico. O el de producción y el de suministros en una industria. Ambos bajo una gerencia general que los armoniza y orienta. 

No es corriente que una persona se preparada o diestra en ambas cosas. Eso requiere un alto interés académicamente y profesionalmente que no es habitual. O se adquiere pero por medio de una larga vida profesional, y prácticamente siempre en el mismo negocio o entidad. Razón por la cual la profesión militar no es una ocupación de ocasión, sino de tiempo completo y dedicación permanente por escalafón. Por eso las organizaciones productivas han generado el progreso de la vida moderna.

La gestión y el tecnicismo en la profesión militar, por ello, no son sustitutivos pero si complementarios. Dicho concepto parte de la teoría más general es que la educación del ser humano está basada en dos aspectos fundamentales: La habilidad de compresión y la destreza matemática. El resto de conocimientos son complementarios, de apoyo y adquiridos memorísticamente. Razón por la cual unas personas son más propensas a la operación. En el campo militar a las operaciones, el combate y otros a la administración, la logística militar. En el primer campo, por razones lógicas, se prevee un tiempo de desempeño profesional más corto que en el segundo. Motivo por el cual muchos pilotos de combate terminan, con el tiempo, siendo más directos que combatientes.

Así se logra un buen aprovechamiento y de gran utilidad a su experiencia previa en la problemática del combate. Sin embargo, para desempeñar con buenos resultados el nuevo rol que adquiere con el tiempo y, normalmente, en la última mitad de su carrera profesional, requiere haber recibido preparación y haber adquirido las necesarias habilidades de comando, gestión y liderazgo. Debido a ello es por lo cual la mayoría de FF MM en el mundo, prefiere que sus máximos comandantes siempre sean de la línea de combate antes que los administrativos.

Pero tampoco debería ser la regla general. Pues es normal que surjan grandes líderes y estrategas, que en el campo militar han sido brillantes sin haber tenido grandes experiencias en todos los campos. Como lo fue el general Rommel, que siendo un oficial de infantería supo dirigir bien la combinación de infantería mecanizada, los blindados y la artillería, junto con la aviación.

Aunque a veces surge reticencia sobre una idea diferente. Como la de que el Comandante General, tanto en paz y aún más en guerra, siempre debe ser del Ejército debido a criterios no fáciles de sostener. Como el pensar que la sola antigüedad de las fuerzas da la mejor destreza o idoneidad de la persona que comanda. Porque se considera, a pie firme, que eso es producto del hecho de que por evolución histórica de la humanidad el Ejército fue el primero y muy anterior a la fuerza naval y la aérea. Pues estas últimas surgieron solo por el desarrollo tecnológico y la invención de la vida moderna.

Así que la antigüedad entre fuerzas no es algo no tan claro de argumentar para sostener la idea de que los comandantes más idóneos son solo los de la fuerza más antigua. La capacidad de comando y liderazgo es fundamentalmente algo personal antes que de origen institucional.

Por eso es que en la preparación de los directivos militares debe haber una adecuada relación proporcional en los estudios que cubra ambos campos. Lo que es lograble creando dos contenidos en el glosario de materias y que sean complementarias: el combate y la logística. Y la consecuencia lógica es la de existan dos escalafones independientes pero simétricos: el de  cargos al de grados. Que siempre tienen que ser igual en grados para ambos casos por las necesidades en cada especialidad. Como la jerarquía, las funciones, el ascenso la capacitación, los méritos y, por supuesto, la idoneidad. Y para el Alto Comando, solo en ese caso, se elige a cualquiera indiferente de su especialidad y fuerza. Algo cuando ya no importa tanto esa separación. Pues es ya un cargo más político, doctrinario y genérico que especializado”.   

COMO SE ESTA ENSEÑANDO EL PROFESIONALISMO MILITAR HOY

¿Dónde se encuentran las virtudes como el deber, el honor, la integridad y el coraje moral? ¿O un foro para su exploración en medio de un ambiente de aprendizaje analítico y de alta tecnología? El liderazgo es un arte, no una ciencia. Como cualquier arte, una educación en liderazgo requiere fundamentarse en conceptos clásicos. Es imposible ser un buen pintor sin estudiar a Rembrandt, ser un buen compositor sin estudiar a Mozart y ser un buen líder naval sin estudiar a John Paul Jones.

Profundizando en el estilo y técnicas de los grandes maestros que nos han antecedido, el artista líder incorpora estos principios artísticos a su propio y único estilo. Demasiada confianza en la competencia técnica es para el liderazgo, lo que la pintura por medio de números es para el impresionismo.

Nota: “En las academias militares de los EE UU se ha tendido la política que la elección de especialidad sea optativa por el alumno. Entre nosotros son muy pocos los que, desde un comienzo, ingresan con la intención de no ser oficiales de vuelo. En gran parte porque desde el principio del proceso de incorporación se induce o exige (La política ha fluctuado en algunas ocasiones) que el aspirante quiera y sea apto para el vuelo.

Quizás debido a que se prevee que serán tantos los que no resulten con la idoneidad mínima requerida para volar, que es factible que no se logre la cantidad necesaria de personal de vuelo que requiere la institución. Y por ello que los eliminados de la especialidad de vuelo, si no se retiran, serán suficientes para llenar las necesidades de las demás especialidades. Pero esto es una forma aleatoria y sin planificación por la vía del ambiguo acierto/error. No por medio de un plan previsto y bien calculado. Basado en un análisis profundo, científico y confiable del perfil de las necesidades institucionales.

Produce un fuerte trauma de decepción en el alumno que no calificó para vuelo y, luego, se le ofrece asumir cualquiera de las otras especialidades. Lo cual parece más un favor y por ello no es tan motivante. Pues es como si fuese un simple consuelo. Lo cual afecta la moral y con ello a la institución. O al menos no tan motivado”.

Todo problema técnico tiene repuesta discreta derivable. Pero para dominar el arte del liderazgo, uno debe aprender a operar en "áreas grises”. Una destreza rara vez invocada en la solución de problemas técnicos. Esta distinción demarca la línea entre educación y entrenamiento. Tomando de ejemplo de otros comandos de entrenamiento en la flota, el curriculum de liderazgo, para el oficial subalterno, enseña mucho más acerca de gerencia y administración que de liderazgo. Tópicos clásicos, tales como el temor a morir en combate, los tan diferentemente marcados valores en el personal de suboficiales, o la decisión de desobedecer una orden, dan vía a la jerarquía de las necesidades de Maslowe. El programa naval de acción, seguridad y consejo sobre el alcohol, y los árboles de decisión.

RETORNO AL LIDERAZGO HUMANÍSTICO

Hacia este fin, es que debe dársele renovado énfasis, a las filosofías educacionales que apuntalaron el curso de “fundamentos de la Obligación Moral" del Almirante Stockdale y la ordenanza 1331-2 del Secretario de la Armada. La educación en liderazgo en la Academia Naval, en la Escuela para Candidatos a para Oficiales y en para los Cuerpos de Entrenamiento para los oficiales de la Reserva Naval, en todo del país, deben redefinir el profesionalismo militar en términos de principios morales innegables perennes. Las ciencias sociales y la gerencia deben admitir la filosofía, la política, y los estudios humanísticos.