AERONAUTAS Y CRONISTAS

lunes, 22 de julio de 2013

CRONICAS DEL PADRE PALACIO (III)



CRÓNICAS DEL PADRE ANTONIO MARÍA PALACIO
PARTE (III)

PERFUMADA MANIGUA.

Presentando a la vista todo una combinación de los colores en todos los tonos y el olfato una mezcla de sus aromas. Estos perfumes combinados sólo se perciben en la selva. Y sólo, de vez en cuando y de tarde en tarde, cuando al andar de los caminos se percibe por una ráfaga de viento que de un bosque cercano nos trae sus perfumes y nos hace sentir una combinación de esencias agradablemente raras que nos hace detener en el camino y aspirar profundo.

FAUNA, RÍOS Y MEDICINAS

Enjambres de abejas al par que colibríes de plumaje verde esmeralda y oro, se ven en compañía de millares de mariposas cuyas brillantes alas se combinan con los pétalos de las flores. Ardillas y bandadas de monos saltan de un árbol a otro y cogen los dulces frutos que éstos les ofrecen en abundancia.
Existe la abeja Conga que es un poco más grande que la abeja de Castilla y también más brava que ella. Esta abeja es la que produce la llamada brea chocoana. La hormiga llamada que es negra, andan siempre sola y mide una pulgada de largo. Es muy brava. Me aseguraron que cuando pica produce una fiebre que dura tres días.
Ríos de aguas cristalinas riegan estas tierras con remanso tan trasparentes que dejan ver perfectamente las arenas de sus fondos donde se ven pasar y pasar, como sombras de plata, grandes Sábalos que, sin temor a nadie porque nadie los perturba en aquellas soledades, juguetean con el líquido elemento.
En aquellas celdas hay plantas de alto valor medicinal. Y los indios que son los únicos que habitan y recorrer aquellas selvas son los mejores conocedores en botánica. Hechos por tradición, necesidad y experiencia, saben cuáles son las plantas que poseen propiedades curativas y cuales efectos nocivos. Son expertos en aprovechar y aplicar sus cualidades. A los indios no les dan caries en los dientes porque ellos mascan el bejuco Curadiente. Y esto los preserva que se les dañe la dentadura. Al indio no se le encanece el cabello con la vejez ni tampoco lo ataca la calvicie, por qué él sabe usar las plantas que previenen y atacan las enfermedades. En mi vida sacerdotal he tenido que tratar a muchos de los indios y nunca he visto ni oído que los indios sean atacados por el cáncer. Los indios no tienen más medios ni botica que sus plantas medicinales. Sin embargo son los que alcanzan más larga vida y resisten y se conservan mejor y más sanos.
El guia Belisario Torres conocía las plantas medicinales y me las mostraba. Me decía cómo se llamaban y para qué servían. La Pata de Lancha cuyas hojas suministradas en bebidas son un remedio infalible contra el paludismo. Está también el arbusto llamado Trompeta cuyo jugo extraído de sus semillas es eficaz contra el eccema. El bejuco un llamado Guaco que se emplean contra el efecto de las mordeduras de las serpientes. El bejuco Yagé que los indios usan para provocar alucinaciones en el individuo que lo toma.
Me mostró un árbol cuyo nombre no recuerdo y me aseguró que si uno toma una hoja y la restregar entre las manos y las acerca a la nariz, de inmediato, le provoca una abundante hemorragia nasal. También otro que al restregar sus hojas le detiene la hemorragia provocada por el primero. También el Floripondio al que también llamamos Borrachero a causa del excesivo perfume que emana de sus flores. Hay tres clases de Borracheros en aquellas selvas. Unos producen flores blancas, amarillas o Rojas. El de flores blancas es muy similar a la Azucena y sólo les dura un día. El de flores amarillas es igual en tamaño a las blancas y las Rojas un poco más pequeñas. Las flores blancas produce una semilla negra que cercadas y molidas se usan para hacer el llamado Cacao Sabanero con el que los apaches adormecen a sus víctimas para robarles. No conozco las propiedades del Borrachero amarillo. Del Borrachero rojo los indios hace una bebida que llaman Tonga que se suministrará a un individuo para ponerlo energúmeno y tener alucinaciones.

EL ÁRBOL MANZANILLO

Cuando uno lo toca le produce un fuerte escozor y se les llena el cuerpo de unos granitos rojos produciendo fiebres durante tres días y tan hinchado que uno parece un sapo toreado. El árbol llamado Curbaril crece bastante y produce una resina llamada anime que cuando está seca y se echa al fuego produce abundante humo blanco y perfuma el ambiente con un aroma embriagador que huele mejor que el incienso y tan suave como la mirra. Es un bálsamo aunque de perfume diferente. Adoradilla, que no debe confundirse con el helechos del mismo nombre. Ese es un musgo de hilos como de 20 cm de largo. Es del color de la seda verde, es muy oloroso y tan suave como la seda. Los indios supersticiosos la usan en sus filtros amorosos.
El 13 de junio 1948 llegamos al río Sábalo. Sus terrenos pertenecen a la jurisdicción de Dabeiba. El día 14 llegamos al Tambo del indio Juan Caruya que vivía no lejos del río Tuburidó. Juan era un indio acomodado pues tenía una cementera de plátano maíz yuca y un poco de caña dulce además de gallinas, cerdos, patos y tiseos que de noche dormían debajo del tambo. En 1000 segundo piso del tambo tenía un fogón de tres piedras y un gran tronco llamado el madrino que le cedía de ciento al fogón y que de la noche le cubría la punta candente con ceniza y rescoldo para conservar el fuego hasta el otro día. Piso se almacenaban racimos de plátano y maíz porque él salón también servía de troja. Para él día siguiente de la correría nos dio un almud de maíz para de la india nos hiciera unas arepas para qué llevaremos de fiambre.
El día 15 amanecí con una fiebre. El indio se fue a casar y antes de salir de encargo a la india que me cuidara y le entregó un manojito de ramas para qué me hiciera una bebida para la fiebre. Poco después se se fueron los cazadores me tome la medida que me hizo la india y una hora más tarde ya estaba sin fiebre y completamente bueno.

LA MESETA DEL TESORO

Después de la cena se pusieron a conversar sobre grandes tesoros y Belisario dijo que por allí cerca al río Tuburidó había un gran tesoro en un lugar donde se encontraba una mata de Guadua, una palma de $1000 y un árbol de caucho. Le pregunté al indio si eso era cierto y me respondió que sí, que él sabía dónde estaba. Le ofrecí pagarle por llevarme al lugar donde estaba el tesoro y por cinco pesos se comprometió a ello. Durante cuatro días de recorrido no habíamos encontrado ninguna mata de Guadua así que era muy significativo que se pudiera sospechar que pudiera ser cierto lo relatado con al tesoro si se encontraba esa mata.

LA BÚSQUEDA.

Al final del día 16 llegamos al río Tuburidó que en ese lugar era muy caudaloso. Mientras los indios cortaban a los de Balso para hacer la balsa yo aproveche para rezar mi breviario. Como ese día ya se nos hizo tarde construimos un cobertizo con hojas de Murrapo al pie de árbol muy grande. Pasamos la noche sin novedad. El día 17 marchamos por una cuchilla arriba. Así es como una hora que estábamos subiendo cuando a pie de boca apareció un llano y en 1000 estaba la mata de Guadua. Le pregunté al indio ¿aquí es?. Si, me respondió el indio.
El llano está hecho a tal nivel que parece como cortado por la mano del hombre en el declive de la montaña. Forma un triángulo equilátero de 100 m de la. Su vértice libre está hacia el lado  del río. El otro lado está hacia la montaña. Las otras dos caras están formadas por dos arroyos de poco caudal y el área es de una media cuadra de tierra (media manzana urbana rectangular que se nemarca dentro de 4 cuadras de 80 metros de largo cada una). Cerca al vértice que da hacia el río y a unos 25 m está la mata de Guadua. Es un turco recto de unos 25 m de largo de Guadua Rayada. Es decir sus troncos tienen listas a lo largo alternadas entre Verde y amarillo. Esta mata tiene no menos entre 3 o  siglos de existencia a juzgar por las cepas muertas de la Guadua que de puro viejas se han citado teniendo en cuenta que la Guadua tiene una vida bastante larga contando desde que nace hasta que se seca de puro vieja.
Como a unos 20 m del surco de Guadua y hacia la parte de arriba del llano estaba medio tapada por el capote la mano de piedra y la tierra en que molían los indios ni árboles hasta de dos abarcaduras habían nacido en el propio Llano. Después de recorrer el llano en todas las direcciones quede convencido que este tenía que ser el lugar de la leyenda y del tesoro. Le dije al indio: compadre, donde es que está enterrado el tesoro? El sólo sacudió la cabeza y me respondió: perdió cabeza compadre. Perdió cabeza. Y de esta respuesta no hubo modo de sacarlo a pesar de mi insistencia pues siempre repetía lo mismo.

Los indios, sobre todo los caciques, eran muy ricos en oro pero cuando llegó la conquista ellos para liberar su riqueza de la rapacidad de los españoles los enterraban en lugares que ellos saben y que se transmite en por tradición de padres a hijos y de generación en generación. A ningún otro particular le revelan donde están enterrados sus tesoros. Ni por medio de recompensas ni amenazas ni por torturas ni aún por la misma muerte. Así se explica el por qué el indio siempre contestaba: perdió cabeza compadre. Lo que se puede interpretar como: no quiero decir o no puedo decir. Total que nada se pudo hacer.
En una hoja de papel hice un mapa más o menos exacto donde se encuentra aquel Llano. Después de haber estado varias horas en el lugar regresamos aquel día al tambo del indio Juan a quien, a pesar de todo, le pague lo prometido.

Quiero dejar constancia que quedé muy agradecido de la generosa hospitalidad y de la atención que nos brindó aquel indio a mí y a mis compañeras, que Dios les ha de pagar.
Cinco días gastamos de regreso para salir de aquella selva y llegar hasta Nutibara.

MUJER PILOTO III


FACTORES HUMANOS QUE SE HAN CONSIDERADO SOBRE EL DESEMPEÑO DE LA MUJER COMO PILOTO MILITAR (B)

(Tercera parte)

Teniente Segundo Katrine M. Waterman

Dr. James C. Miller



Fisiología



La resistencia, o la resistencia total a la fatiga, es un componente de la fisiología humana que es importante en nuestra discusión. Tal como se mencionó anteriormente, la mujer cuenta con más tejido adiposo, o grasa, que el hombre. Este exceso de tejido puede ser una desventaja cuando el peso del cuerpo de una persona tiene que moverse ya sea vertical u horizontalmente. Lyons asevera lo siguiente: “Como promedio, el hombre cuenta con capacidades aeróbicas más altas que la mujer” (1997). No obstante, dichas deferencias se tornan casi obsoletas cuando las medidas de utilización de oxígeno (Vo2max) se ajustan para el peso y cuando el entrenamiento aeróbico vigoroso forma parte de la vida diaria de la persona”. Lyons destaca que el rendimiento en tareas físicas en las que se midió el Vo2max no era diferente para el hombre y la mujer cuando el rendimiento se ajustó al Vo2max.



La termorregulación (el mantenimiento constante de la temperatura interna del cuerpo indistintamente de las influencias del medio ambiente) en la mujer es un tema de gran inquietud en la cabina. Estudios anteriores han mostrado que la mujer es mucho menos tolerante a situaciones tensas en ambientes calientes que el hombre. En respuesta a cargas de calor iguales, la mujer tiende a tener temperatura central y de la piel más alta, frecuencia cardiaca más alta e índice de sudor más bajo que el hombre.

En cambio, si bien la mujer tiende a tener un contenido más alto de tejido adiposo que el hombre, este aislamiento no las protege en ambientes fríos. En un ambiente caracterizado por la posible pérdida de calor convectivo alto (cabina), la mujer se enfría más rápido que el hombre a causa de su relación de zona de superficie alta a masa y su producción de calor más baja (Kolka, 1997). Si bien la mujer, de hecho, suda menos que el hombre, las funciones de su cuerpo podrían ser más eficientes, por lo tanto no necesita sudar tanto.



Además, si la mujer está bien acondicionada físicamente, “no hay ninguna tendencia termorregulatoria que justifique excluir a la mujer de tareas militares, tales como volar aviones de elevadas características” (Kolka, 1997). El acondicionamiento aeróbico, la condición de aclimatación, la hora del día, la hidratación y la fase del ciclo menstrual pueden incidir en la termorregulación de la mujer (Kolka, 1997). Estos temas deben tratarse al observar las diferencias entre los géneros en los resultados termorregulatorios en el entorno de la aviación.

Salud



La mayor inquietud médica que confronta la mujer piloto es el embarazo, en particular, el efecto en el feto y la capacidad de rendimiento de una piloto embarazada. La posibilidad de daños al feto durante las operaciones de vuelo es la mayor inquietud en permitirle o no a la mujer el acceso ilimitado a todas las misiones de vuelo militares (Lyons, 1992).

Exposición a la radiación es siempre un riesgo al volar (tanto para el hombre como para la mujer), especialmente a grandes altitudes. La radiación puede ocasionar malformación congénita y retraso mental al feto durante las etapas más tempranas del embarazo. El calor también podría constituir un problema para la piloto embarazada. No obstante, la temperatura del cuerpo debe alcanzar los 102oF antes de que ocurra algún daño al feto. 



Mediante las investigaciones se ha mostrado que la mujer embarazada cuenta con una tolerancia a las G reducida, a causa de la tensión que el embarazo ocasiona en su cuerpo. El aumento de peso también es un resultado del embarazo que puede obstaculizar a una piloto. Además, algunas mujeres experimentan problemas psiquiátricos que pueden ocurrir durante el embarazo y que, obviamente, afectarían su capacidad para volar durante este tiempo. Por lo tanto, se han impuesto algunas restricciones a las mujeres que vuelan ciertos tipos de misiones.



Primero, la mujer piloto tiene que estar bajo tratamiento de control de la natalidad cuando no está intentado, específicamente, quedar embarazada. Además, la mujer no puede volar durante las 13 primeras semanas del embarazo ni durante las últimas 16 semanas. La mujer puede volar, si se siente cómoda y segura, entre la 13ava semana y 24ava semana del embarazo (Schwietz, 1999). La mujer piloto debe acatar ciertas restricciones si vuela mientras está embarazada, pero el embarazo no constituye un motivo para que no pueda volar durante el periodo completo de nueve meses.



Otro tema de salud de interés es el ciclo menstrual de la mujer. Es dudoso si el ciclo menstrual se ve interrumpido o no, o que ocurren irregularidades, a causa del vuelo. Según Schwietz (1999), no hay investigación médica que sugiera que el ciclo menstrual se ve afectado por el cambio en el ritmo circadiano u otras experiencias relacionadas con el vuelo. En cambio, la mujer tiene que estar consciente que podría experimentar efectos ocasionados por el ciclo menstrual que podrían interrumpir un horario de vuelo.

Por ejemplo, el agotamiento en exceso (físico y mental), distintos hábitos de comer, músculos adoloridos y dolores de cabeza. No obstante, dichos efectos no constituyen un problema para todas las mujeres. Los efectos del ciclo menstrual dependen de la persona.



La contaminación. De interés tanto para el hombre como la mujer en el mundo de la aviación militar es la exposición al JP4, el combustible tóxico de los aviones de reacción. En el libro titulado (Chemical Hazards of the Workplace) Peligros químicos en el lugar de trabajo, se esbozan algunos de los problemas relacionados con el JP4, el benceno. Si el JP4 se absorbe a través de la piel o se inhala, puede ocasionar depresión al sistema nervioso central y depresión al sistema hematopoyético. Además, aumenta las posibilidades de leucemia y mieloma múltiple. El resultado tóxico más significativo del benceno es lesiones a la médula ósea que pueden ser irreversibles. Tanto el hombre como la mujer están igual de sujetos a los síntomas descritos anteriormente.



Sicología



Aprendizaje. Hasta este punto nos hemos concentrado en la posibilidad de diferencias físicas y conductuales entre el hombre y la mujer que son importantes para el vuelo. Quizás uno de los temas más importantes que se debe analizar es cómo aprenden a volar el hombre y la mujer. ¿Hay alguna diferencia entre los géneros en la capacidad de aprender a volar un avión y tomar las decisiones necesarias durante el vuelo? Todos estamos familiarizados con el estereotipo de que se supone que los varones sean más analíticos, lógicos y reflexionen al pensar; mientras que las hembras son más emotivas, impulsivas e intuitivas (Moursund, 1976). Moursund alega que, esencialmente, estos estereotipos son verdaderos:

Estas diferencias no se notan en niños con menos de 9 años de edad. Por lo tanto, es posible que dichas diferencias cognoscitivas de género se aprenden, parcialmente, una vez que el niño avanza en edad. No obstante, la obra de Dawson (1972), también sugiere que los niveles de andrógeno prenatal en el cerebro ocasiona que el hombre cuente con mayores capacidades cognoscitivas espaciales y numéricas.

Otra manera de analizar estas diferencias cognoscitivas entre los géneros es que el mismo estilo cognoscitivo tiene implicaciones diferentes para el hombre y la mujer. Moursund explica este punto de la siguiente manera:

Es decir, un estilo o patrón de preferencia que sea útil o se adapte o facilite el aprendizaje entre los hombres podría tener un resultado opuesto entre las mujeres ya sea por motivos culturales o en virtud de los resultados interactivos de otras variantes relacionadas con el género.

Durante los primeros años, a las niñas se les recompensa por ciertos comportamientos por los cuales se castigaría a los niños. Por otra parte, un determinado estilo cognoscitivo podría ser más útil para hacer una tarea más “masculina” versus una tarea más “femenina”. 



Moursund explica que hay diferencias en la manera como piensan el hombre y la mujer, pero que dichas diferencias no serían significativas en el ámbito cognoscitivo. Un género puede tener más inclinación para llevar a cabo un tipo de tarea, pero eso de ninguna manera excluye al otro género de hacer la misma tarea igual o mejor. En un promedio, las niñas tienden a tomar clases de música, arte y literatura mientras que los niños prefieren tomar clases de matemática y ciencias.



En la escuela primaria, los niños por lo regular tienen calificaciones más altas en las pruebas de matemática, mientras que las niñas obtienen mejores calificaciones en las pruebas de comprensión del lenguaje. Pero, en general, las niñas tienen mejores calificaciones que los niños (Goodwing y Klausmeier, 1966). Por lo tanto, por algún motivo u otro, parece que cada género tiene asignado tareas cognoscitivas en las que se supone sean mejores, pero no podemos probar que cualquiera de los géneros es exclusiva o significativamente mejor que el otro en cualquier tarea cognoscitiva.



Un estudio realizado por Carretta y Malcolm Ree en la Base Aérea Brooks tuvo que ver con la adquisición de destrezas de piloto de hombres y mujeres. 3,369 hombres oficiales de la USAF y 59 mujeres oficiales de la USAF fueron observados mientras completaban 53 semanas de capacitación básica para pilotos desde 1981 hasta 1993. A causa del muestreo pequeño de mujeres, los resultados fueron experimentales, pero útiles.

Los resultados revelaron que la capacidad cognoscitiva general (G) tenía una influencia directa en la adquisición de conocimiento del trabajo; sin embargo, G tenía un resultado indirecto en las destrezas de vuelo en sí. La influencia de G fue más fuerte en el muestreo de mujeres que en el de los hombres. Además, la relación entre conocimiento previo del trabajo y rendimiento de vuelo fue más fuerte para la mujer que para el hombre. Las destrezas de vuelo iniciales influenciaron, en gran medida, las destrezas de vuelo posteriores para ambos géneros. El estudio concluyó que, “No se puede sustentar el contar con planes de estudio para cada género” (Carretta y Ree, 1997).



¿Qué significa todo esto en la cabina? La formación de pilotos y el vuelo en sí exigen un entendimiento a cabalidad de la matemática y una cognición espacial fuerte. En general, el hombre, por cualesquier razón, por lo regular cuenta con más experiencia en estos campos que la mujer, antes de la formación para pilotos. Pero la mujer es completamente capaz de aprender las destrezas necesarias para volar. Su género no socava su capacidad para aprender los conceptos necesarios.



La única diferencia podría radicar en que ciertos individuos (hombres o mujeres) tendrían que trabajar más arduamente que sus colegas para entender los conceptos que se presentan durante el vuelo, pero esto es cierto en toda disciplina. Para entender mejor la posibilidad de las diferencias cognoscitivas en los aspectos que son importantes para el vuelo, se deben llevar a cabo más investigaciones con respecto a las diferencias entre el hombre y la mujer en aquellos temas cognoscitivos exactos que tengan que ver con el vuelo.