AERONAUTAS Y CRONISTAS

miércoles, 10 de febrero de 2016

SOLDADO PEDRO PASCASIO MARTINEZ ROJAS



SOLDADO PEDRO PASCASIO MARTINEZ ROJAS



Nació en una vereda del municipio de Belén, Boyacá, el 20 de octubre de 1807. Sus padres fueron don José Mercedes Martínez y María del Niño Jesús Rojas. Era de una familia campesina de escasos recursos y de gran honradez y honorabilidad.

El niño Pedro Pascasio trabajaba con la familia de don Juan José Leiva, el hogar escogido por el Libertador Simón Bolívar para su descanso en Belén. Cuando el Libertador conoció al niño Martínez admiró su destreza y habilidad en el cuidado de los caballos y el señor Leiva, en atención al distinguido huésped le ofreció a Pedro Pascasio, quien fue recibido como ayudante del Libertador en el cuidado de sus cabalgaduras.

El Soldado niño, PEDRO PASCASIO MARTÍNEZ ROJAS entró al Ejército Libertador en el Batallón Rifles, participó en las Batallas del Pantano de Vargas y del Puente de Boyacá y colaboró directamente en el cuidado de los caballos de Bolívar. Apenas tenía 12 años.

Cuenta la historia militar que en las horas de la noche del 7 de agosto de 1819, después del triunfo patriota y de la desbandada y huida acelerada de los realistas, los soldados Pedro Pascasio Martínez y el Negro José encontraron a dos oficiales españoles que estaban ocultos en una cueva debajo de una piedra cerca del río. Los soldados patriotas se enfrentaron a los oficiales realistas, Pedro Pascasio con una lanza y el Negro José con un fusil. Los oficiales realistas intentaron defenderse con sus espadas, uno de ellos fue muerto por el Negro José y el otro recibió varias lanzadas por el niño soldado. Una coraza resguardaba el pecho del español de las lanzadas de Pedro Pascasio, sin embargo fue herido muy levemente en la garganta.

Cuando el oficial realista se vio perdido, le ofreció al soldado niño una faja con onzas de oro que llevaba en el cinto, a cambio de su libertad. Pedro Pascasio así le dijo:

"Siga adelante, sino no lo arriamos y le enristró de nuevo la lanza".



El Comandante realista, José María Barreiro, fue llevado a la casa de Teja, en donde se encontraban el General Simón Bolívar y el Estado Mayor del Ejército, victorioso de la Batalla de Boyacá. El Libertador recibió severamente al Soldado Pedro Pascasio Martínez, pues no le había llevado a tiempo el caballo goajiro, que llamaban El Muchacho, que le había encargado que le cuidara dándole yerba fresca, la cual fue a buscar cuando encontró el comandante realista escondido. El Soldado Martínez le respondió que no le había cumplido su instrucción porque le traía un prisionero.

¿Quién es Usted?, le preguntó el Libertador Bolívar al detenido.

“Soy el Comandante General Barreiro", respondió el oficial realista.

Ante la respuesta de Barreiro el soldado de caballería Salvador Salcedo, el primero que pasó el Puente de Boyacá en la Batalla memorable, quiso alancearlo.  Ante ello, el Libertador lo impidió con un grito y dio la orden para que el español fuera colocado a la cabeza de los prisioneros realistas. Ordenó que fuera tratado con especial consideración y le hizo un saludo militar, pues era el Comandante del Ejército enemigo.

La satisfacción y alegría del Libertador por el arresto de Barreiro y por la digna actuación del Soldado PEDRO PASCASIO MARTÍNEZ, hizo que le hiciera un reconocimiento oficial, lo ascendió al grado de Sargento y le dio un premio de cien pesos.

El 31 de agosto de 1819, el Libertador Bolívar sentó en el copiador de órdenes de su puño y letra, lo siguiente: "Ordenar a la dirección general para que disponga se le den cien pesos al soldado PEDRO PASCASIO MARTÍNEZ ROJAS como gratificación por haber aprehendido en Boyacá al General Barreiro".




El Sargento Martínez continúo luchando en el Ejército Libertador hasta la culminación de la Independencia Suramericana. Después se trasladó a su ciudad natal, para dedicarse a las labores del campo.

El prócer Pedro Pascasio Martínez, murió en Belén el 24 de marzo de 1885.










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