El
reporte de Robb
Me metí en problemas desde el principio y siempre fui una especie de obstáculo para los comandantes. Siempre me parecía que molestar y desafiar al líder portándonos como objetivo era una gran idea.
Mi jefe me ordenó que fuera a su oficina pero
estaba totalmente decidido a no dejar que un desconocido ejerciera poder sobre
mí. Quería ver cómo me iba a minimizar y hacerme sentir menos, como trataría de
lastimarme con sus palabras. Como trataría de manipular desde su posición de
poder. Pero las cosas no salieron como yo lo había planeado. Me dijo: “Hay
miles de jóvenes en esta base y todos están tratando de llamar la atención. Esto
puede suceder de dos maneras. Usted puede dar el 110% de sí mismo para
sobresalir. O puede portarse como un hijo de puta y conseguir que lo expulsemos”.
Una forma completamente distinta de aprender a
trabajar con un equipo diferente. Como comandante el 110% exige tener un
espíritu muy rudo y ser recio. Exigía ser un líder. Yo tenía ganas de
responderle con uno de mis comentarios de sabelotodo, pero me contuve. Este
hombre me ha sorprendido y quería averiguar cómo funcionaba su mente.
Nota: “Era el chistoso, el burlón, el bufón del
grupo que buscaba reconocimiento por gracioso debido a su falta de méritos a
costa de exponer los defectos de los demás. Y porque no tienen la capacidad de
hacer virtudes. Esperan que los mejores se nivelan por lo bajo ya que se
consideran incapaces de superarse, para igualarse a los demás, por lo alto. Son
los que se aprovechan de las deficiencias de los lerdos o menos aptos o que consideran de menos astucia
para ganar con ello adeptos y mostrase brillantes ante los demás. Creen que la
picardía y la mortificación sicología con sus compañeros es el medio apropiado
para brillar ante colegas o superiores. Y así ganar reconocimiento que ven
imposible de lograr por medio de la calidad personal”.
A los líderes los alaban pero también los ponen
en una situación difícil porque los colocan en un lugar superior y todo el
mundo los observa con la esperanza secreta de que fracase. Esto me dijo el jefe
luego preguntó: ¿Sabe porque la gente quiere que fracasen los líderes? Para
sentirse con permiso de hacer las cosas de la manera fácil.
Nota: “Porque son deficientes. Pero un líder se
hace con el ejemplo. Se está confundiendo a las personas que llegan a una
posición de liderazgo con quienes verdaderamente son líderes. Los líderes demuestran
sus virtudes, no con miedo. El poder del líder viene de su actitud. Se gana porque
nadie de lo puede dar en realidad. El comandante tiene el mando otorgado por
autoridad superior. Mas no por su propio mérito. Aunque un líder puede ser las
dos cosas, suponiendo que los de más rango escogen y ascienden a los que
también tienen cualidades además de calificaciones. Mas nunca es seguro que
quien recibe una autoridad de grado también haya creado sus propios fundamentos
para ser líder.
El líder recibe autoridad de los de abajo por reconocimiento.
Un comandante es muy común, que cuando es nombrado a una nueva unidad, donde es
desconocido por aquellos a quienes comandará, que solo reciba solo reconocimiento
de quien lo nombró. En adelante tiene que buscar que sus dirigidos lo acepten
de corazón por sus evidentes cualidades. Esa duda fue la que llevó a las FF AA a crear la vieja pero ya caduca ceremonia,
para el tiempo moderno, de reconocimiento del comandante por las tropas cuando
se le ha nombrado. Por eso solo suele ser un acto simplemente ceremonial inicial
sin el sentimiento autentico de las tropas”.
Nota: “Los que llegan a una posición de comandante
lo obtiene por delegación. Los verdaderos líderes son los que llegan a serlo
por merecimiento. Logrando acatamiento irrespeto con aprecio. La compensación
de liderazgo ganado es el acatamiento, con la alegría de saber que se le da por
su ecuanimidad y sabiduría. El liderazgo merecido logra subordinación porque el
subalterno recibe la compensación de sentirse satisfecho de ser bien dirigido
para lograr el triunfo de sobrevivir y salir adelante en una situación
peligrosa. En una emergencia de vuelo o de combate. Por esa confianza y
seguridad que muestra, aleja sus temores y los de los demás. Desaparece el
miedo o como mínimo lo controla, para actuar con lógica, naturalidad e
inteligencia emocional. Con cabeza fría”.
Me siguió diciendo: Usted atrajo mi atención el
día de hoy, no por ser un líder. Ya me di cuenta de que podría serlo, que tiene
la fortaleza necesaria, y por eso puede hacer dos cosas. Primero como castigo
correr 15 km antes de la hora de la cena. Y en segundo voy a correr con usted y
cuando acabemos, debe decidir si será capaz de conducir marineros a la victoria
o les dará el permiso de ser mediocres.
Al comienzo fui capaz de seguir su marcha pero
tenía una estupenda condición física a pesar de que era bastante mayor que yo.
Me di cuenta que había hecho colocar a todos mis compañeros en las graderías de
la pista atlética diciendo que quería que tomaran un descanso en sus
actividades deportivas.
Cuando vio que estaba cansado bajo la velocidad
y se detuvo frente a las tribunas. Me dijo que lo acompañara para decirme que
quería ver que tan buen líder era. Que fuese donde mis compañeros y los
convenciera de que corrieran conmigo ya que por cada vuelta que ellos hicieran él
me rebajaría al castigo. El trato era muy buen pero no quise parecer agradecido
y cometí el error de decirle que creía que estaba cansando.
Él sonrió: “No pretendo demostrarte que puedo
correr más que tu si no que quiero encontrar que tan capaz eres de servir para
convencer a tus amigos de abandonar su descanso y ser solidarios contigo”. Le
dije: Claro que sí.
Me paré delante del grupo y les expliqué que les haría algunos
favores como brillar sus botas o reemplazarlos en los turnos del aseo de
alojamientos si corrían conmigo. Pero ninguno quiso hacerlo todos querían pasar
el rato descansando. Entonces mi jefe me dijo que siguiera corriendo con él y
quede en ridículo porque yo creía que yo les simpatizaban por lo chistoso que
yo era.
Antes del castigo, yo creía que podía lograrlo
todo y que podía hacer bromas imprudentes contra la disciplina sin ser
castigado. Cuando ya me sentía acalorado y me faltaba aire para respirar me
volví hablar. “Fracasaste porque no supiste ofrecerles un buen trato porque no
fuiste líder. Porque no pusiste el ejemplo. Trataste sólo de hacer un negocio.
No puedes ir donde tus compañeros como un vendedor. Al vendedor se le puede decir
siempre que no pero no a un líder. Una buena idea no te convierte en un líder.
Tampoco un buen ofrecimiento”. Le respondí: “No soy el líder de mi grupo porque
durante esta semana le corresponde a otro compañero. Pero cuando sea mi semana
lograré.
Me explico: “No estoy hablando del turno de
liderazgo de tu sección que se asigna por programación. Estoy hablando de la
autoridad y de liderazgo que se adquiere con el ejemplo”.
Y eso era lo que él me estaba demostrando corriendo
juntos y compartiendo mi castigo. Pero yo apenas lo estaba comenzando a
entender porque mis compañeros se negaban a correr. Mientras que este señor, de
más edad, se había ofrecido hacerlo corriendo a mi lado y soportando el mismo
castigo que yo me merecía. Entonces descubrí que me gustaría tener la certeza
de siempre tener a alguien de mi lado cuando las cosas estuvieran difíciles. Era
algo que yo nunca había experimentado en mi vida. Era el castigo más raro que
había recibido.
De repente me propuso volver a intentarlo no
como comerciante sino como compañero. Nos fuimos nuevamente el grupo. En lugar
de tratar de sobornarlos, les eché un discurso explicándoles que debíamos ser
un equipo y una familia. Por supuesto, lo primero que le dije fue que me había
equivocado y que había cometido un error. Y entonces en lugar de pedirles o
comprarlos les ofrecí: si ustedes cometen un error, yo estaré ahí para
ayudarlos. Incluso si ustedes no me ayudan a mí. Lo que más quiero es
pertenecer a un equipo en dónde quiero que nos unamos y nos cuidemos unos a
otros. Yo ofrezco ayudar, así ustedes quieran o no ayudarme a mí. Y la oferta
resultó. La sanción fue una lección vivencial más que argumental.
Se suele decir que en las escuelas militares se
enseña la disciplina de la disciplina. Entonces el pensamiento militar integral
es una especie de maestros, sin embargo, no se trata sólo de sufrimiento. Las
Fuerzas Armadas impone la disciplina pero mi jefe me hizo entender también que
estaba recibiendo beneficios. Que no se estaba convirtiendo en disciplinados en
todos los aspectos de la vida militar. Incluso en aquellos que no estaban
regulados por normas. Porque la disciplina es hacer algo más que convertirlo
uno en un gran militar. Es también hacer que nuestra vida personal sea mejor.
Me había dado cuenta de que la disciplina hacía que mi vida fuera mejor y que
yo no era disciplinado porque me forzaran hacerlo sino porque yo quería.
Después de que salí de la marina puse un
negocio del que no sabía nada pero no me importó porque ya me habían enseñado
lo que debía hacer: poner el ejemplo. Con mi ética, mi moral, mis creencias y
necesidades el mejor. El primer día llegué temprano y me quedé a trabajar hasta
tarde para ponerme a la par de mis compañeros en velocidad y productividad.
Mandela dijo: La clave para ser un
gran líder era hablar en último lugar. Escuchar muchos pensamientos y opiniones
en lugar de indicarle a la gente lo que debe pensar. Escuchaba y finalmente
hablaba porque un líder siempre lo hace al final. Nuestro comandante nos amenazaba
para obligarnos a escucharlo. Observaban más de lo que hablaban y mientras lo
hacía era más elocuente que cualquier discurso. Nos dieron muchas conferencias.
Realmente aprendí más con las experiencias. Porque el aprendizaje era más de hacer
que recordar conferencias.
Aunque al final se hacían preguntas que más que
respuestas verbales o escritas implicaban que la acción, la deducción, la lógica
demostraba que había sido comprendido lo aprendido. El liderazgo no consiste
enseñarle a tu equipo cuando sabes ni probar que mereces. Pues leíamos libros
pero luego practicamos lo aprendido ejecutando tareas reales. Entonces cuando
fue instructor hacía preguntas que inclusive yo mismo no sabía la respuesta,
por lo que terminé aprendiendo con mis alumnos y un poco más.
Todo el mundo está vendiendo todo el tiempo.
Siempre hay alguien vendiendo algo y alguien comprando. El liderazgo es un
tremendo trabajo de ventas. La principal labor de un líder es crear más líderes.
Y el trabajo principal consiste mantener a sus líderes principales trabajando
en un equipo unificado. El líder del concepto de comunicación permanente y los
que le seguimos estamos comprando lo que él ofrece. Si ya formaste parte de las
Fuerzas Armadas, entonces ya tienes ventaja. Si no, tendrás que trabajar más
para aprender las lecciones que aquí hemos expuesto
Capítulo cuatro.
¿Eres un solitario o un líder?
El mundo está lleno de gente que tiene el deseo de cambiarlo. Hacerlo un mejor lugar para vivir. Pero nadie escucha estas personas. Son inteligentes pero no tienen poder para liderar, para inspirar. Nos Preparan en las escuelas tradicionales para ser solidarios y tener éxito de manera individual únicamente.
En la academia militar me pusieron a mandar a
mis propios compañeros. Mi labor consistía en asegurarme que todos estuvieron
presentes antes de ir a clases. Yo tenía que asegurarme del grupo marchara
tiempo, que nadie distrajera a los demás o hiciera tonterías. Si algún
excompañero rompía las reglas, me responsabilizaban a mí. Y controlar a muchachitos
de 18 años era muy, muy difícil. Esa área me tocaba una vez cada tres meses.
Nota: “Entonces la regla era de no comportarnos
como patanes con nuestro grupo ni con los compañeros cuando ellos debían ser
los líderes. Ellos no te respetarían cuando te tocara tu turno y te harían
quedar mal delante de los superiores por retaliación. Es decir nuestras amenazas no podían ser
internas. Eran externas, los superiores que nos calificaban. Y si no
demostrábamos ser capaces de obtener la solidaridad, el respeto y el
acatamiento del grupo con nosotros, no lográbamos la calidad exigida para comandar.
Que era nuestro objetivo como alumnos para conformar el rango directivo más
alto de la organización militar.
Es decir no ensucies los impecables pisos de
los corredores, alojamientos o los baños y duchas, porque te los ensuciarán o mojarán
cuando te toque la responsabilidad del aseo. Y entonces sabrás que al grupo no
se le traiciona y se tiene que ser siempre solidario y leal. De lo contrario te
desecharán y te dejarán solo. Y solo nunca tendrás la fuerza ni la de
protección que da el pertenecer a un grupo. Y en el combate estar solo es morir
de inmediato”.
Una de las razones por las que algunas personas
dedicadas a los negocios nunca crecen es porque prefieren ser lobos solitarios
en lugar de líderes. Y eso nunca resulta sencillo el lidiar con gente muy joven
ni mayor.
El
cuadrante del flujo del dinero
El liderazgo se entiende de inmediato por
teoría académica, se asimila temporalmente con práctica rutinaria y se implanta
permanentemente con la vivencia a largo plazo durante la larga vida profesional.
Lo que establece en los rangos militares: soldados, suboficiales y oficiales. Y
este último en sus tres segmentos: Oficial Subalterno. Oficial Superior y el General.
Los grados son subdivisiones más funcionales que de liderazgo, pero
indispensables para la estructura.
Nota: “Consiste en una cruz de brazos iguales
que define cuatro cuadrantes”.
Los cuatro cuadrantes, empezando por el
superior izquierdo y circulando en sentido antihorario, del flujo del dinero
son:
E: Empleado-operario. D: Dueño-Gerente.
A: Administrador-superior. I: Inversionista. Empresario.
El primero es el líder personal. El segundo, el
líder por encargo. El tercero, el líder por delegación. El cuarto, el líder por
merecimiento.
La gente del cuadrante E paga el porcentaje más alto impuestos. Injusto. Los empleados que
menos ganan. Han sido educados para ser empleados y nunca para convertirse en
empresarios de su propio negocio. Para ellos el cheque en nómina es lo más
importante que la riqueza. Su particular independencia financiera. Eso es vivir
en un mundo donde sólo se está para sí mismo y en un constante ambiente de
perros.
La A
significa auto empleado. Muchos de estos dueños de negocios pequeños son lobos
solitarios. Suelen decir: no me digas nada, no me digas más, se lo que hago,
puedo adivinarlo. Si quieren que las cosas salgan bien, yo las hago a mi
manera. Soy el mejor y el único que lo hace bien. Soy independiente y no quiero
tener empleados a cargo para evitar problemas. Yo simplemente cobró por hora no
por producción. No puedo hacerlo, estoy ocupado.
Uno de los mayores problemas de los negocios
del cuadrante A es que si el auto
empleado deja de trabajar, sus ingresos se interrumpen. Se van de vacaciones y
de inmediato sus ingresos también toman descanso.
Los negociantes del cuadrante D dependen de la gente. Si el
liderazgo, la gente y los equipos son fuertes el negocio seguirá creciendo
incluso en épocas difíciles. Suelen decir mi gente trabaja como un equipo. Son
confiables. Recibo de ellos opiniones y retroalimentación. Casi todos quieren
recibir responsabilidades. Siempre busco que sean más inteligentes y tenga más
experiencia que yo.
La gente del cuadrante I no dependen de las personas si no de la el retorno de la
inversión. Sus conceptos habituales son: incrementaremos nuestro ingreso
operacional. Mantengamos la capitalización. Mantengamos ganancias realistas.
Descubramos oportunidades accionarias. Aseguremos nuestra posición.
En los dos primeros cuadrantes, E y
A, se depende de la capacidad para sobrevivir por sí mismo. En los otros
dos cuadrantes, D e I, lo que importa son las habilidades
de liderazgo y un equipo sólido.
COMPETENCIA GRUPAL
En las instituciones tradicionales, la
educación implica estudiar solo y competir con tus compañeros de clase para
tener las mejores calificaciones.
Nota: “Es el competir con. El competir contra.
Los maestros consideran que trabajar en equipo es hacer trampa. El Instinto de
supervivencia personal es más importante que el grupal. Tu compañero de clase
se convierte en tu competidor”.
En las instituciones militares, la educación se
enfoca en el liderazgo. Se le enseña unir a los individuos y a construir
equipos. La educación se enfoca en trabajar con personas y conocer todos los
sistemas del funcionamiento del grupo humano. O en el caso de una máquina militar,
ya sea un barco o una aeronave o en el empleo de las distintas tecnologías
militares como la artillería, los tanques o los trenes y transportes.
Entonces el éxito del líder depende del éxito
de los demás y no de lo que sea capaz de hacer individualmente. El líder debe
tener la crucial habilidad de cooperar y coordinar. La supervivencia personal,
a costa de los otros, es vista como una presión del grupo. Es fundamental estar
dispuesto a realizar el mayor sacrificio: da tu vida para que los otros puedan
seguir viviendo.
Nota: “No importa tanto el quien sea el más
inteligente y el que aprende más, sino que el promedio de conocimiento grupal
sean lo más alto posible. Sin pretender ni aventajar o retrasar a los demás. Porque
lo que importa no es el liderazgo por simple competencia entre sus miembros,
que causa dislocación del grupo, sino de liderazgo por idoneidad. Donde las
partes se unifican para seguir al más idóneo generando el mejor resultado
grupal”.
En el lado derecho de la matriz es decir los
campos, D e I, los líderes deben ser competentes. Son los que escogen a los
especialistas de los cuadrantes de la izquierda, E y A, y los preparan
para que puedan hacer parte del equipo de la derecha, D e I. Entonces la cooperación resulta
fundamental para hacer mucho dinero.
Por eso la gente del primer cuadrante dice:
busco empleo fijo. Los del cuadrante A dicen: si quieres que algo se haga bien,
hazlo tú. Los del cuadrante D dicen: busco la gente idónea. Y los del cuadrante
I dicen: cuánto y cuando obtendré el retorno de mi dinero.
Entonces, elige tu cuadrante. Si Quieres ser un
solitario o un independiente. Tienes buenas ideas pero usted necesita apoyo.
Estudio de los líderes naturales que la gente admira. Analiza si eres un
solitario o un líder. No ignores que en los dos primeros cuadrantes también
puedes ser un líder de tu micro sector para luego hacerte líder de los últimos
cuadrantes. O concluye si llegaste a tu nivel de incompetencia.
Intimidades
de una escuela militar. Los más atrevidos, machos y fuertes, quieren
mangonear. Ser líder en una ambiente de academia militar es difícil si sus
directivos y superiores no corrigen y moderan a esos que quieren dañar el
espíritu grupal. Sin embargo, todos aprenderán su capacidad para ser líderes
según sus competencias en su posterior vida profesional.
El desafío, aún para los astutos o idóneos,
para hacer los líderes del grupo será bastante difícil. Pero ellos siempre
sabrán que el grupo no los rechazará ni los abandonarán. Por eso su meta es la
de estar siempre en el estándar promedio normal de su grupo y eso suma fuerza y
capacidad de acción a todo el grupo. La idea no es rezagar a los menos aptos
sino que los más idóneos arrastren aquellos que no tienen sus mismas
habilidades y los resultados serán impresionantes.
Capítulo
cinco.
La disciplina proporciona calidad de vida y
dinero. El ahorro es la riqueza. No se hace ganando en exceso sino gastando con
moderación, que es disciplina.
Pasar al siguiente nivel siempre exige
disciplina ya que es lo único que me permite mejorar el nivel de vida. Mucha
gente se acostumbró y se siente cómoda con sus obstáculos. Se puede sentir
cómoda en donde no le pagan suficiente. Se puede sentir a gusto porque ese
matrimonio es más cómodo que estar solo.
Para mejorar nuestra vida necesitamos
disciplina. El cambio si la persona se coloque en una situación difícil. Tu vida
no va a cambiar para bien si tú no te vuelves mejor persona. Hay que hacer que
la disciplina sea una costumbre y no demande ningún esfuerzo porque se hace
espontáneamente.
Las escuelas tradicionales se enfocan en la
disciplina de las materias académicas. Las escuelas militares se enfocan en la disciplina
de liderazgo. Pero no es suficiente saber que nos hace falta disciplina. Al
principio pensaba que la disciplina general era cumplir lo que otras personas
decían. Después comprendí que la disciplina era lo que yo me hacía o no, a mí
mismo. Poco a poco descubrí que, si no podía disciplinarme solo, no me
convertiría en líder.
AUTODISCIPLINA
Al comienzo de la academia militar no quedan
muchos nuevos reclutas. Les costaba trabajo adoptar la disciplina porque eran
niños mal criados en casa, y trataban de seguir siéndolo en la academia. Los
niños malcriados no lo lograban. La disciplina no tenía que ver con que alguien
me regañar a para que luego hiciera de mala gana lo que me ordenaban.
En la academia aprendí que hay dos tipos de disciplina:
externa e interna. Comprendí que la disciplina externa era mucho más difícil de
manejar si carecía de disciplina interna. Entre más confronte el sistema, de
hacer trampa, de tomar atajos, de mentir y de desobedecer órdenes, más severa
se hacia la disciplina externa.
Nota: “La disciplina externa es confrontadora,
reactiva y destructiva de la armonía grupal. La interna es amigable, proactiva
y constructiva del esfuerzo comunal y de la satisfacción individual. La
disciplina por imposición es la que practica el líder por delegación. El líder
por merecimiento logra la disciplina y acatamiento por convicción. La primera
es externa y la segunda interna”.
Si no busco la manera de educarme para manejar
mi dinero, entonces la vida me disciplina pero quitándomelo. En mi primer año
como novato fue un infierno. Siempre me asignaban alguna tarea adicional como
castigo por no obedecer las órdenes. Implicaba que debía trabajar una hora
extra haciendo la tarea adicional que podría ser limpiar baños, trapear suelos
o raspar y pintar tuberías viejas. Mientras más tareas adicionales tuviera, por
mis problemas de disciplina, menos tiempo me quedaba para las actividades
académicas.
El
poder y el triángulo se CRC
Conocimiento,
responsabilidad y control.
En las Fuerzas Armadas hay una relación
interdependiente entre los crecientes niveles de Conocimiento, Responsabilidad
y Control, los cuales coinciden con los también crecientes niveles de poder.
Los estrictos estándares de selección y
entrenamiento continúan siendo hasta la fecha lo más exigentes y rigurosos de
todos los programas de entrenamiento de una fuerza militar. La enorme
responsabilidad de transportar y posiblemente lanzar bombas de alto poder,
conlleva la necesidad de un control mucho más alto para asegurar que se cumplan
los altos estándares de precisión.
Las cuatro piedras angulares de la disciplina:
el mental. El emocional. El físico y el espiritual.
Nota: “Nosotros la llamamos
presión-compresión-tensión y apoyo”.
Para elevarse se requiere ser fuerte mental,
emocional física y espiritualmente. Y para que estos apoyos se convierten en
diamante se necesita el poder de la disciplina.
Para pasar un nivel más elevado de vida se
necesita cambiar mental, emocional, física y espiritualmente.
Cuando regresé de Vietnam me di cuenta que en
el mundo militar estaba viviendo casi que en un mundo irreal. Cuando volví a
entrar al mundo real después de 10 años de estar en el ámbito militar, sufrí un
choque cultural. No podía creer lo indisciplinadas que eran las personas del
mundo empresarial. No podía creer que se tolerarán los pretextos, las mentiras
y la insubordinación. Me perturbaba la gente que solo hacia las cosas para sí
mismas, sin importarle sus compañeros o el negocio. Tuve que matizar mis
costumbres y volverme algo descuidado en medio de la cultura los negocios.
La disciplina mental de los negocios. Cada vez
que alguien dice: no puedo hacerlo, el líder debe evaluar. El líder necesita
saber si la persona es capaz de lidiar con el rigor de lo que se le pide. A
veces la gente no cuenta con el entrenamiento mental. Es incapaz físicamente. Y
no cuenta con la disciplina necesaria para manejar sus miedos, su vida o su
tristeza. El empresario debe soportar los miedos emocionales de no tener un
cheque de nómina constante y ser capaz de seguir funcionando cuando no hay
dinero pero disponer de la habilidad mental para aprender con rapidez.
Por lo tanto debe evaluar de inmediato si la
debilidad de sus seguidores esta en lo mental, emocional, lo físico y lo
espiritual. “Querer es poder”, y cuando hablamos de voluntad de una persona,
nos referimos a su espíritu. En combate, cuando el miedo llegaba su punto más
alto, digamos físicamente, cuando las balas pasaban junto a nosotros a una
velocidad que las hacía prácticamente invisibles. Pero si nuestro espíritu se
debilitaba, terminábamos muertos.
Muchas personas que entran al hostil mundo empresarial
pierden su espíritu. Pierden el control mental, emocional y físico. Entonces el
negocio fracasa. La disciplina interna y externa permite que la gente siga
avanzando en tiempos difíciles y lleguen al siguiente nivel de vida. Allí
entonces seguirán trabajando, pero no por el dinero sino por la misión.
Nota: “Muchos trabajan toda la vida pero sólo
por el dinero y así nunca alcanza la realización de sumisión. Si no nos enfrentáramos
a los desafíos cotidianos, los evitaríamos”.
Todos los días son el día del juicio final. El
día del juicio sucede a diario, cada vez que te enfrentas al mundo real. La
autodisciplina consiste en lograr por sí mismo el éxito que quieres. Piensa en
las áreas donde te vendría bien tener más disciplina externa. Las líderes
tienen más disciplina que los demás.
Un
comentario: el día que instalaron los cohetes y las
ametralladoras en mi aeronave, mi vida volvió a cambiar. Me dio una nueva
perspectiva de la importancia de la disciplina. Me sometieron entonces a un
entrenamiento más intenso. Yo nunca había experimentado nivel de presión tan
fuerte, pero me quedó claro que era para obligarme ser el mejor piloto posible.
Necesitaba disciplina porque no había segundo lugar
ni segundas oportunidades. En la guerra, vives o matas. Y los perdedores no
vuelven nunca. Lo que nos lleva a otros niveles más altos de habilidad para
sobrevivir en el ambiente más hostil posible, y eso era posible por la
disciplina. La disciplina implica hacer lo que se debe hacer, en el momento
preciso, incluso si no quieres hacerlo.
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