AERONAUTAS Y CRONISTAS

sábado, 25 de enero de 2014

40 DIAS EN EL VAUPES. PARTE 11



40 DÍAS EN EL VAUPÉS
PARTE 11
•         NATAPÍ-CACHIVERA. Nos recogimos hasta la cintura nuestras sotanas, al hombro los zapatos, nos echamos la bendición y echamos andar entre el agua. No era ésta tan honda que nos hundiéramos y tan torrentosa que nos arrastrara. Pero perdí mi santo equilibrio por culpa de la mucha lama de la larga roca inclinada de la orilla. Rodé y rodé, ahora sobre la maleta, luego la maleta sobre mi. Me esperaba el río, pero los factores favorecieron: la espía (grueso lazo de la quilla de la canoa, ya amarrada la orilla) y el padre Elorza, sin arrojar lejos sus propios tercios, me echó mano de dónde pudo. No sé cómo él, a manera de gato cazador, con rapidez felina, echo mano, al mismo tiempo de las orejas de la maleta y creo que las mías, y arriba los dos, maleta y obispo. Ni me rompí el cráneo ni las rodillas ni los codos. Fui de buenas. Lo dice maravillosamente saltimbanqui con mis saltos mortales "a estas horas". Sin consecuencias desagradables.
•         SOLEMNE GOLPE. Como desgraciadamente si las tuvo la que me di esta noche en la posada la selva. Me levanté a tomarme un poco de agua fresca y me fui de golpe con las rodillas y los codos sobre las imprudentes rocas que me recibieron de malos modos y me pusieron morados el codo derecho y la rodilla. Todavía estoy de luto en esas dos cuasi extremidades de mi cuerpo humano, morados rodilla y codo. Por salir en el oscuro.
•         INVENTANDO LA PALANCA. El vicario Javerianos dijo: vamos establecer el método de las palancas que usan los bogas en nuestros ríos del norte. Diciendo y haciendo, hizo cortar una barra resistente y la aplicó a la labor con bastante buen resultado. Animado por el éxito prosiguió ayudando hasta que habiéndose reducido gracias al agotamiento el caudal del río, el prefecto dijo: padre no sigua que se cae al rio. No había acabado de hablar cuando ¡chumblúm! A lo mas hondo con palo y todo. Por fortuna se agarró muy bien de la canoa. Por lamerse mejor le tocará a mí el turno. Estamos en la maloca y después de tender mi hamaca, no la abrí lo suficiente para aprobarla y me senté. Bien, de espaldas en aquel cemento. Dicen los padres que mi sotana quedó atrás como mapamundi desde la cintura y desde nombres de nuestros derechos.
•         LEYENDA DE LA TAPIRA. De cómo la Tapira perdió en tiempos pasados la supremacía sobre los demás animales. "Antiguamente la Tapira era la reina de los animales. Su bramido era más fuerte que el del tigre. Todos los animales le temían. Era dueña de todas las frutas del bosque. Su morada estaba edificada sobre un monte donde había toda clase de frutas. Nadie se atrevía a subir a aquella montaña y la Tapira nunca bajaba de ella, ni siquiera para beber agua. Sus nietos le llevaban agua sirviéndose de unas hojas. Un día, cansado de tantos viajes inútiles le rogaron que fuera a deber en la quebrada, garapé. Aceptó la propuesta y bajo. Como el agua está muy fresca, limpia y buena, no sólo bebió sino que se bañó. Entretanto los demás animales aprovecharon la ausencia de la Tapira subieron y tiraron por tierra, con la mayor rapidez, todos los árboles frutales. Luego, huyeron cargados de frutas.
 
TAPIRA
•         Cuando la Tapira regreso vio todos los árboles derribados, llena de cólera, rugió con tanta fuerza y furor, que los árboles que rodeaban la mansión dejaron caer sus hojas. La trapera persiguió a los demás animales hasta que los cansó. Les quitó todas las frutas a los animales.
Cuando solo le queda el último, éste le pidió prestado el pito grande que ella usaba. La Tapira se lo prestó. El macaco se lo cambió maliciosamente por otro semejante, subiéndose luego un árbol altísimo. La Tapira, antes de retirarse quiso usar pito para asustar los animales, pero en vez de producir el grito de siempre, produjo solamente un destemplado chillido que arrancó una sonora carcajada a todos los animales. Por eso la Tapira perdió la supremacía sobre todos ellos, pasando el macaco, cuando ruge, a hace estremecer las selvas."
•         POCAS PROVISIONES. 4 noviembre. Lo más grave hoy es la situación de la caja que conduce los víveres, que es verdaderamente de angustia por la desaparición casi absolutas de provisiones. He aquí porque el almuerzo que siempre nos ha llevado media hora, se despachó en diez minutos. "Sin bien lo sabe, presto reza", dice el adagio.
•         EL PEZ CARIBE. Pensaba en un pobre joven indio que encontramos ayer mordidos por un pez carnívoro, el Caribe, en una corva, y el pobre muchacho no da un paso. Monseñor Valencia lo vendó y no aplicó nada porque no llevamos remedio. Cuán útiles por esos mundos son esas drogas que sobran en las farmacias. Es el Caribe un pez de aterradora voracidad y fiereza y nada siempre en manada. De modo que acometen siempre reunidos contra su víctima y en un santiamén dan cuenta de ellas. Es eso también me recordó el pasaje de La Vorágine donde se describe la muy fea muerte de Barrera.


PEZ CARIBE
•         INVASORES EN TARACUA. 5 noviembre. Volvemos al Oaxaca no hay esperanzado de que el motor del fin diera chispa. Vana ilusión. Una bobina está quemada y la otra no da señales de vida. La comida, una sopa bien caliente, más agua que "gente", pues entre ellas sólo había flotantes unos pedacitos de chicharrón de Guagua. Casabe y a dormir. No dormimos porque la maloca estaba sola. Llegarían a la medianoche y nos reñirían. A las 2:30 de la noche empezaron a llegar alumbrando con cáscaras de Tupi. Pero quedaron todos ellos extasiados al contemplar la multitud de hamacas extrañas colgadas aquí y allá. Nosotros no nos dimos por notificados, ni los dueños nos tomaron razón de nuestra conducta, se fueron a una gran cocina contigua a nuestra maloca y allí pernoctaron, dejándonos tranquilos. Al amanecer no nos riñeron por nuestra osadía. Antes, más bien, nos ayudaron a desayunar. Si el motor no se compone, nos quedaremos bogando este río por 10 días sin llegar a Mitú. A las 2 PM prendió eñ motor y siguió trabajando oficiosamente. Todos los padres y los bogas dejaron sus remos y respiramos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario