20 MINUTOS ANTES 20 AÑOS DESPUÉS
(Tercera Parte)
Resumen del libro de Néstor Zárate.
No es que las cosas tengan color de rosa ahora.
Porque en noviembre de 2009, un caso que recibió mucha publicidad, la de un
avión que se pasó por 150 millas del aeropuerto de destino y los controladores
aéreos no contactaron a la Fuerza Aérea.
Fueron 69 minutos los que transcurrieron durante este incidente. Cuando sus conclusiones eran las de reportar estos eventos después de 10 minutos de perder contacto con una aeronave y que fue una causa contribuyente para la experiencia del 11 de septiembre.
Fueron 69 minutos los que transcurrieron durante este incidente. Cuando sus conclusiones eran las de reportar estos eventos después de 10 minutos de perder contacto con una aeronave y que fue una causa contribuyente para la experiencia del 11 de septiembre.
El piloto del AV 052 nunca pidió información
sobre el tiempo hasta que llegó una situación de vientos cruzados a 1000 pies
de altura, cuando ya era demasiado tarde. Desconoció las recomendaciones de la
Boeing consistente en que tiene que tener siempre 7.000 libras o 1.850 galones
de combustible, independientemente de los requerimientos de vuelo. El vuelo 052
no contaba siquiera con la reserva mínima recomendada por el fabricante al
hacer el primer intento aterrizaje.
El capitán no dominaba bien el inglés y
dependía de su copiloto que lo hablaba a la perfección para comunicarse con
todas las torres de control. Nunca durante el vuelo la tripulación habló del
tiempo, ni solicitó información en la ruta al llegar al noreste de los Estados
Unidos. El estado del tiempo es un factor crítico en la aviación, pero
especialmente en un aeropuerto tan congestionado como lo es el Kennedy en la
época de invierno.
Un perfil psicológico de la llamada cultura del
piloto profesional, lo presenta como un ser invencible, capaz de superar
cualquier obstáculo, emergencia o situación de peligro con éxito total. La
aparente confianza en el buen tiempo, la falta de interés en el factor
meteorológico, el desconocimiento del idioma del comandante de la nave y de las
recomendaciones en materia reserva combustible, sumados a los errores de
comunicación con los controladores y entre los controladores mismos, la presión
burocrática para manejar más vuelos de la que las circunstancias y el tiempo
permitían, el descuido con las correcciones a las anotaciones hechas al avión
en días anteriores, se sumaron y llevaron al desastre.
La Avianca de esa época era una filial del
grupo Santo Domingo y este, siendo un buen ente de negocios, no era especialista
en transporte aéreo. Que es una actividad altamente especializada. Avianca era
una empresa desmoralizada que producía pérdidas importantes y que perdió el 15%
de sus aviones en cuatro siniestros entre 1983 y 1990 debidos todos a error
humano. Incluido el Jumbo que se estrelló tratando de aterrizar en España.
Después del error del piloto en la aproximación a Cúcuta y la bomba sobre Soacha.
Mas la calamidad del vuelo AV 052 tratando de aterrizar en Nueva York. Por
errores humanos y causas violentas perdió el 20% de sus asientos. Los
siniestros crearon una situación de emergencia entre el grupo.
La empresa aérea y su presidencia no eran más
que una vicepresidencia del grupo. No existe autonomía. La empresa tuvo 10
presidentes en 15 años. Fenómeno que se extendió a los niveles inferiores
llevando a la aerolínea a convertirse en una escuela de entrenamiento de
ejecutivos que aprendían y se iban a otras empresas. En 1986 el MIT realizó un
estudio comparativo sobre seguridad aérea entre 79 aerolíneas. Avianca ocupó el
puesto 78. Solo India Airlines estaba por debajo de Avianca. En 1992 Avianca
logró subir el puesto 76 entre las 79.
Lloyd´s era la aseguradora de Avianca y por la época
la aseguradora dio a conocer públicamente sus dificultades financieras por
varios miles de millones de dólares en sus últimos ejercicios a pesar de su
larga tradición de 305 años. Funciona por más de 300 años con base en inversionistas
particulares. Los llamados “Nombres” que respondían con sus fortunas personales
por los siniestros y que se repartían las utilidades de los buenos ejercicios.
Pero llegó un momento en que los “nombres” empezaron a quebrar y a demandar a
Lloyd´s.
En julio del 93, posterior a la tragedia, fue
publicado un informe del Brookhaven Nacional Laboratorio donde confirmaba que
el flujo del tránsito vehicular en el sitio del accidente fue el responsable
por la muerte de muchas víctimas. La mayoría de las víctimas murió por lesiones
en la cabeza o el pecho. La congestión en las vías de acceso para los vehículos
de socorro al área del siniestro contribuyó a crear un caos de tránsito que
impidió la llegada pronta de socorristas.
El laboratorio de Long Island público un
estudio sobre nuestra catástrofe. Decía que el 20% más hubiera podido
sobrevivir si la congestión del tránsito creada por los vehículos de rescate y
los curiosos no hubiera existido. Y si los pilotos nos hubieran avisado algo o instruido
para prepararnos de afrontar una situación de extrema emergencia, se hubiera
salvado más vidas. Y sin la congestión vehicular en tierra se calcula que podrían
haberse salvado entre 22 y 30 personas.
También se habló de una posible demanda por
“fallan de los asientos”, es el término con que se denomina la baja calidad de
los asientos, la pobre forma como están adheridos al piso del fuselaje y el
sistema de cinturones de seguridad que se utiliza y que puede, como el caso del
Jumbo de Japan Airlines, partir los cuerpos en dos.
Por el mal estado de los restos pocas cosas
pudieron encontrarse de interés. Sin embargo, algo de las alas y los tanques de
gasolina pudieron ser examinados y se pudo apreciar indicios de grandes escapes
en los tanques, que se arreglaron o soldaron. Parecían haber sido efectuados en
un pasado difícil de determinar, indicando que es casi imposible señalar si los
escapes estaban activos en el momento del choque.
El abogado del gobierno también anunció que
estudiaba una demanda contra el fabricante de los asientos. Persistieron muchas
preguntas inquietudes sobre las partes del avión. Por ejemplo si
era verdad que un tanque de gasolina no lo pudieron llenar porque la bomba no
funcionaba. Nunca lo sabremos con certeza.
El juez Federal designó a un magistrado para
que sirviera de mediador e instara a todas las partes a un arreglo
extrajudicial. El gobierno se negó a participar en las reuniones con el
magistrado designado por el juez federal.
Uno de los abogados principales invitó una reunión de todos los abogados de las víctimas, para presentar el proyecto de propuesta de la aerolínea fijando un monto global de las indemnizaciones sugerido por el magistrado. Éste abogado se ofreció para negociar a nombre de todos y se encontró ante una rebelión total.
Uno de los abogados principales invitó una reunión de todos los abogados de las víctimas, para presentar el proyecto de propuesta de la aerolínea fijando un monto global de las indemnizaciones sugerido por el magistrado. Éste abogado se ofreció para negociar a nombre de todos y se encontró ante una rebelión total.
Se sabía que la empresa era débil, estaba asustada y era rica porque era parte de un grupo que producía mucho dinero. Era riesgoso dejar las negociaciones con la aerolínea y con el gobierno en manos de sólo dos representantes de las víctimas.
A uno de los participantes se le pasó por la
mente utiliza la estrategia de obligar a la empresa a ir a la quiebra. Es una
práctica que se usa con regularidad en los Estados Unidos. Y con excelentes
resultados. Esta busca al amparo de las leyes de quiebras porque queda más
dinero al final para las víctimas y para los abogados. En este caso era impensable
ya que las acciones de la aerolínea colombiana no se cotizan en las bolsas de
Estados Unidos y seguramente había bancos acreedores con derechos prioritarios
que hubieran prevalecido sobre las víctimas.
La danza de los millones. Con las pruebas
contenidas en las cintas magnetofónicas se hubieran podido ganar los dos
juicios. El primero contra Avianca y el jurado hubiera establecido un
precedente importante materia de indemnizaciones por el demostrado desdén por
la vida humana y la negligencia crasa y protuberante. El segundo juicio contra
el gobierno se hubiera podido ganar en la forma en que efectivamente se ganó,
pero el gobierno, en forma obstinada, quiso llegar hasta el final. Le costó
mucho, pero le hubiera costado más de no haber desistido al tercer día del
juicio y aceptado un arreglo extrajudicial.
Y para el gobierno era cuestión de escoger el
porcentaje que quería asumir. Y siempre quedó claro que el juez federal no
simpatizaba ni con la aerolínea ni con los controladores aéreos y estaba
dispuesto a administrar justicia en el sentido más amplio de la palabra. Avianca
se salvó de milagro.
Las demandas totales eran por más de 500 millones de dólares, pero el fallo de un jurado hubiera podido superar esta cifra.
Las demandas totales eran por más de 500 millones de dólares, pero el fallo de un jurado hubiera podido superar esta cifra.
Avianca y su aseguradora pasaban por una crisis financiera muy aguda que ponía en duda la supervivencia misma de las dos empresas. La aseguradora es todavía hoy una empresa respetada, de 300 años de historia. Por su parte Avianca es la empresa de aviación comercial más antigua del continente americano.
El nombre de Avianca, Aerovías nacionales de
Colombia, nació de la fusión de Scadta con Saco (Servicio Aéreo Colombiano) en
1940. Verla caer en los años 80 y 90 era doloroso, especialmente para los
accionistas, incluido el gobierno. Hoy Avianca no es de Colombia porque su
principal accionista es un grupo extranjero. Ahora se llama Aerovías del Continente Americano.
Los abogados de las víctimas no se preocuparon
por el cuidado futuro y las secuelas de todo tipo que necesitarían
tratamientos. Todos los sobrevivientes quedaron incapacitados para obtener
seguros de vida o de salud. Como estaba de por medio la ambición, la codicia y
después de tres años todos estaban cansados, nadie peleo eso para ninguno de
sus clientes. La actitud era: salgamos de esto lo más pronto posible, cobremos
nuestros honorarios y sigamos adelante la vida.
En Estados Unidos es común que los casos de
lesiones personales se negocian con los abogados como casos de contingencia en
donde los honorarios están condicionados a que se gane el caso. Teóricamente
sino se gana el caso el abogado no recibe nada. Este porcentaje suele ser
elevado, entre 30% a 50% de lo recibido.
Para poder subir el límite de $75,000 por muerte o lesiones personales, Estados Unidos tuvo que amenazar en 1966 en Montreal en retirarse del tratado de Varsovia para obligar a todos los países a subir del límite de 75,000, que se fijó, desde 1929, en francos franceses y en un equivalente en oro. El franco desapareció y sólo el oro subsiste.
Pero el precio oficial de oro o patrón de oro, fue abolido en 1978. El fundamento económico de lo pactado en Varsovia dejó de existir. Y el convenio continúa siendo un obstáculo injusto y ofensivo que complica las disputas de los desastres aéreos internacionales.
Para poder subir el límite de $75,000 por muerte o lesiones personales, Estados Unidos tuvo que amenazar en 1966 en Montreal en retirarse del tratado de Varsovia para obligar a todos los países a subir del límite de 75,000, que se fijó, desde 1929, en francos franceses y en un equivalente en oro. El franco desapareció y sólo el oro subsiste.
Pero el precio oficial de oro o patrón de oro, fue abolido en 1978. El fundamento económico de lo pactado en Varsovia dejó de existir. Y el convenio continúa siendo un obstáculo injusto y ofensivo que complica las disputas de los desastres aéreos internacionales.
Desde el punto de vista estricto de equidad no
se puede explicar el principio de que la ignorancia de la ley no excusa su
cumplimiento, que es posiblemente el principio jurídico más absurdo que puede
existir. La humanidad tendría que convertirse en enciclopedia legal para poder
sobrevivir.
Cuando existe total certidumbre sobre la
responsabilidad, los honorarios de los abogados, basados en el éxito de una
recuperación, son injustos y excesivos. Porque, prácticamente, lo único que es
necesario probar es que la tragedia ocurrió y la participación de la víctima en
ella. El riesgo de perder el caso no existe. Por lo cual el abogado no asume ningún
riesgo. Por eso este tipo honorarios que fluctúa entre 30 y 50% han sido
atacados como deshonestos y faltos de ética.
El monto de la indemnización puede variar según
la pericia del abogado. También sería necesario que las indemnizaciones cubran
completamente las pérdidas tangibles. Por ejemplo la pérdida de ingreso y la pérdida
de potencial profesional. Típicamente las indemnizaciones que las Cortes otorgan
por dolor, angustia, trauma y estrés, presentes y futuros, suelen ser cinco
veces mayor que las adjudicadas por los daños materiales o tangibles. También
las pérdidas de capacidad productiva y los gastos médicos y psiquiátricos
futuros.
EL MARCO DE LAS CATÁSTROFES AÉREAS
“En la búsqueda de la verdad, los franceses
restan, los alemanes suman y los ingleses cambian de tema”. Peter Ustivov.
Los desastres aéreos son una calamidad creada
por los hombres, en la gran mayoría de los casos por errores humanos, para
diferenciarlos de los “actos de Dios”. Como los creados por desastres
naturales.
Cuando los aviones se estrellan desaparecen no dejan rastro o poco sobre la causa de la tragedia y no queda quien cuente la historia de lo ocurrido. El público y las víctimas tienen que confiar y dependen exclusivamente de los informes técnicos y fríos, generalmente prejuiciados, de la industria aeronáutica o sus técnicos. Es la única situación en la que el victimario se convierte en el consolador.
Cuando los aviones se estrellan desaparecen no dejan rastro o poco sobre la causa de la tragedia y no queda quien cuente la historia de lo ocurrido. El público y las víctimas tienen que confiar y dependen exclusivamente de los informes técnicos y fríos, generalmente prejuiciados, de la industria aeronáutica o sus técnicos. Es la única situación en la que el victimario se convierte en el consolador.
Después de un siniestro las aerolíneas montan Centro de Operaciones de emergencia. Estos equipos son improvisados. Entonces, el comportamiento de las aerolíneas y las autoridades aeronáuticas y gobiernos tiende a ser totalmente defensivo.
Las autoridades aeronáuticas de cada país son
las que certifican los aviones y su navegabilidad, su mantenimiento y su
seguridad y, además, suelen administrar a los controladores aéreos de su
respectivo país. Por ello, los gobiernos suelen salir en defensa de los dos.
Hay un conflicto de intereses en el esquema actual. Hay mucho de arrogancia,
falta de sensibilidad y de humanidad y mucha codicia en todo este cuadro.
En testimonio juramentado una declarante dijo: “No existe otra industria en el mundo donde las víctimas y sus familias quedan en manos de los que los acaban de matar”. Y lo que es peor: tratando de evaluar la vida personal, argumentando edades, enfermedades pasadas, niveles de educación o de ingresos. Y se investigan todos los antecedentes de cada pasajero. Y todo con el fin de rebajar al máximo la indemnización y para que la prima no se le suba mucho.
En el caso del vuelo AV 052 un abogado llegó al
extremo declarar a la prensa que vuelo estaba lleno de ancianos, niños,
trabajadores de condición humilde. Agregó, que si hubiera sido una aerolínea
norteamericana el caso se hubiera tratado en forma diferente.
Recuperar efectos personales es casi imposible porque las aerolíneas temen que una madre o una esposa entre a la corte con un traje quemado o una papelera destrozada. El efecto psicológico para el juez del jurado sería devastador.
La trama de los desastres creados por el
hombre, suelen seguir un patrón preestablecido de errores y omisiones que
pueden causar un desenlace en cuestión de horas, días, semanas, meses y hasta
años.
Por eso hemos sido testigos de catástrofes como la explosión de plantas atómicas; represas, puentes y carreteras. Colisiones de trenes y náufragos de toda índole. Pero, sobre todo, los desastres aéreos porque el transporte aéreo se convirtió en un medio de transporte masivo en todo el planeta. Como dice alguien: “Un Commodity con sex-appeal”.
Por eso hemos sido testigos de catástrofes como la explosión de plantas atómicas; represas, puentes y carreteras. Colisiones de trenes y náufragos de toda índole. Pero, sobre todo, los desastres aéreos porque el transporte aéreo se convirtió en un medio de transporte masivo en todo el planeta. Como dice alguien: “Un Commodity con sex-appeal”.
La industria y la nueva sociedad, pretenden que
se siga mirando con la óptica romántica y elitista los primeros años de la
aviación
Se necesita una calamidad para que se tomen las
medidas para corregir los errores y las deficiencias. La gran mayoría de los
siniestros aéreos son causados por simple error y estupidez humana. No tiene por
qué ocurrir, especialmente con la tecnología disponible hoy en día. Si impera la
disciplina y el buen orden el manejo de las operaciones, el mantenimiento y de
la seguridad de los vuelos, esta desgracias son evitables en casi su totalidad.
En el caso de la aviación civil existen algunos
aspectos que complica la comprensión de las desgracias que ocurren con cierta
regularidad. Por un lado está lo que llaman los expertos “la cultura del piloto
profesional”. O sea el que lo puede todo y que no le teme a nada.
Nota: “En la profesión de los pilotos de vuelo subsiste
aun los que se empeñan todavía por dar una aire de superioridad, fantasía y
aventurera a la profesión como una actividad de gran coraje y heroísmo. De
ambiente novelesco como triunfador de peligros y dificultades.
Llegando hasta la actitud competitiva entre pilotos por un excesivo celo de demostrar mayor idoneidad y prestigio. Como fue el caso del accidente del B 727 de Avianca saliendo de Cúcuta con destino a Bogotá. Modificó los procedimientos para reducir al máximo el tiempo de vuelo. Queria evidenciar su impactante nivel de profesionalismo dentro del gremio y ante la compañía.
Llegando hasta la actitud competitiva entre pilotos por un excesivo celo de demostrar mayor idoneidad y prestigio. Como fue el caso del accidente del B 727 de Avianca saliendo de Cúcuta con destino a Bogotá. Modificó los procedimientos para reducir al máximo el tiempo de vuelo. Queria evidenciar su impactante nivel de profesionalismo dentro del gremio y ante la compañía.
Esa actitud ha generado descuidos. Hasta el
punto de, incluso, pensar que los pilotos no necesitan ser tan estudiosos o
investigativos, como era antes, sobre
el manejo de las aeronaves, descuidando los procedimientos necesarios para
lograr la satisfactoria seguridad aérea.
Además, sumado al exceso de confianza en si mismos, en el modernismo y en el automatismo, ha terminado en resultados fatales. Son tan inconvenientes los pilotos osados por exceso de seguridad, siendo estos los más prevalecientes, sobre los que son temerosos e inseguros. Por este aspecto es tan necesario el estudio de la actitud psicológica y el seguimiento constante de la personalidad en la profesión”. Fin de nota.
Además, sumado al exceso de confianza en si mismos, en el modernismo y en el automatismo, ha terminado en resultados fatales. Son tan inconvenientes los pilotos osados por exceso de seguridad, siendo estos los más prevalecientes, sobre los que son temerosos e inseguros. Por este aspecto es tan necesario el estudio de la actitud psicológica y el seguimiento constante de la personalidad en la profesión”. Fin de nota.
En las últimas décadas “el glamour” del héroe
de los aires ha sufrido varios golpes. El más importante, la aparición del avión
electrónico o robótico que puede no únicamente volar solo, sino hacer todas sus
operaciones automáticamente. Fue diseñado por Bernard Ziegler para Airbus en
los años 80.
La idea no era sólo sacar provecho de los
adelantos en materia electrónica, miniaturización, radar y otros adelantos
técnicos de nuestra época, sino minimizar al máximo la posibilidad de errores
humanos.
Fue así como se construyeron los aviones que evitan
atascarse o desplomarse a baja velocidad, ya que la mayoría de los siniestros
ocurren al decolar o aterrizar (80% aproximadamente). Siempre se deja la
posibilidad de que el piloto pueda prevalecer y anular los controles automáticos
para volar manualmente. Nota: “Como es el caso de los resientes accidentes después
del despegue de los Boeing 737 8 MAX”. Y el de Air France 447 cuando
sobrevolaba el Atlántico. Fin de nota.
Su diseñador sabía que no todos sus colegas son
ases de la aviación. Sabía que el 90% de los pilotos necesitan ayuda y
protección del sistema se diseñó para ellos.
Otras situaciones conspiran contra la imagen del piloto, como ocurrió en los años 80 por el despido masivo de 11,000 controladores aéreos en 1981.
Otras situaciones conspiran contra la imagen del piloto, como ocurrió en los años 80 por el despido masivo de 11,000 controladores aéreos en 1981.
También las dificultades económicas de las grandes empresas de transporte aéreo las llevaron a la bancarrota. La desmoralización del personal de las aerolíneas por recortes salariales y privilegios laborales. Y, desde luego, la introducción de los aviones robótico donde el papel de piloto pierde atractivo y se vuelve aburrido y rutinario. Para combatir esta rutina, el cansancio y el posible descuido resultante, Ziegler y su equipo, diseñaron aviones donde la posibilidad del error humano se rebaja al mínimo.
Un ejemplo clásico es el de un vuelo de American que hacía el
trayecto Miami-Cali, una noche de diciembre de 1995. El piloto ingresó al
computador erróneamente el código de una radio ayuda, que se encuentra cercana
a Bogotá, denominada Romeo, en lugar de Rozo que se encuentra en las proximidades
de Cali, donde era su destino. El piloto automático respondió haciendo un
viraje hacia Bogotá.
Cuando se estrellaron contra una montaña al noreste de Cali, 161 pasajeros murieron en el impacto y cuatro sobrevivieron. No es que el avión que volaban esa noche fuera deficiente o anticuado. Se trataba de un avión moderno y confiable, pero no tenía las salvaguardas que Ziegler y su equipo habían desarrollado. Era un avión convencional y no un avión electrónico o robótico.
En el caso del avión que cayó en el río Hudson,
después de chocar contra una bandada de aves que pararon los motores, obligó al
piloto a acuatizar con éxito en el río helado. Fue su pericia como piloto, pero
también gracias a que volaba un avión robótico que lo ayudó a posarse sobre el
agua sin destrozar el fuselaje. Todos los 155 ocupantes sobrevivieron y sólo
seis se lesionaron sin gravedad. Y se supone que haya sido por hipotermia
debido a la baja temperatura del agua.
El abogado Ralph Nader fundó un grupo
especializado en aviación que se llamó AVIATION CONSUMER ACTION PROYECT o ACAP.
En 1991 organizó una conferencia Washington. Allí sembró la semilla de NADAF
que nació oficialmente en 1995. El objetivo es el de tratar de incrementar los
niveles de seguridad, los niveles de supervivencia, y dar apoyo a los afectados
por las tragedias aéreas.
Eso incluye cambiar el sistema de cinturones de
pasajeros para que utilicen el mismo que usa la tripulación, que incluye
correas de pecho. Algo similar a los de los automóviles. También asiento
resistentes a desprendimiento e impacto. El uso de máscaras para humo. Agregar
nitrógeno para rebajar el nivel de oxígeno que evite una explosión de los
tanques de gasolina. Asientos especiales para los niños. Mejoras en el control
aéreo. Cajas negras dobles, adelante y atrás del avión. La industria se resiste
y el gobierno no entiende la necesidad de estas reformas. Que costarían poco a
la industria pero daría mucha seguridad.
La dirección de NADAF es: 2020 Pennsylvania Avenue NW, Suite 315, Washington DC 20006. Tel: 888 444 6232. WWW.planesafe.org
Publica manuales en donde explica todo lo básico para poder negociar en un caso de aviación.
HALT, Inc. está también en Washington. En 16 12 K Street, NW. Suite 510 Washington D.C. 20006. Tel: 202 887 82 55. WWW.halt.org
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