EL CARTEL DE LOS SOLES.
Nació mucho antes de que fuese
bautizado con ese nombre. A comienzos de la década de 1980 instalamos un radar
en la Guajira para el control de las aeronaves que violaban nuestro espacio
aéreo. El sensor estaba en los predios del batallón de Riohacha. Su tarea era
la detectar las aeronaves clandestinas
que traficaban marihuana hacia los Estados Unidos. Cuando nos era posible interceptarlos
les aplicábamos los protocolos aeronáuticos. Los que, en caso de no ser acatados,
terminaban con el derribo del violador del espacio aéreo.
Algunos, lograban escaparse
pasando la frontera con Venezuela. Extrañamente comenzaron a aparecer muchas
trazas hacia el espacio aéreo venezolano. No parecían tener relación con el
tránsito aéreo, comercial y privado. Daba la impresión que existía algún
acuerdo de autoridad aeronáutica, civil y militar, venezolanas para hacerse los
indiferentes.
Las cosas se fueron olvidando.
Hasta cuando se descubrió, bastantes años después, que existía un cartel cubano
que tenía consentimiento político, por parte del gobierno de esa isla en el
cual actuaba algunos militares. Ante el desprestigio mundial resultó siendo
víctima de un juicio militar, para salvar apariencias, el mencionado Coronel Ochoa. Que fue ejecutado injustamente pues obedecía órdenes
del dictador cubano, Fidel Castro.
También se supo que existía
otro cartel militar para el tráfico de narcóticos. Ya de origen norteamericano,
con el fin de obtener dineros para comprar armas con las cuales dotar a
rebeldes iraníes. El gobierno norteamericano, presidido por Ronald Reagan, los ayudaba a combatir
al gobierno de esa nación. Que tantos problemas diplomáticos les estaba
causando desde años anteriores. Cuando fue el derrocado su aliado el Sha y,
luego, tomada la embajada norteamericana en Teherán.
Según la investigación, esas
operaciones de narcóticos fueron efectuadas en Nicaragua por el Coronel del
ejército norteamericano Oliver North.
Con pleno conocimiento y consentimiento pasivo por parte del gobierno
norteamericano, porque estaban en la dirección de sus intereses
internacionales.
Después de estos antecedentes
históricos, se llegó al gobierno de Chávez,
en Venezuela. Que al tener diferencias ideológicas con Colombia se fue
acercando a los terroristas de las Farc y algunos sectores de izquierdistas
violentos colombianos, exinsurgentes delincuentes, como Gustavo Petro. La razón fue su mutua identidad en la ideología
socialista.
Chávez, conociendo de la
experiencia del narcotráfico cubano y norteamericano, comenzó a facilitarles,
no sólo apoyo y simpatía ideológica a las Farc. También económico con el
comercio de narcóticos. Que ha sido la fuente económica de este grupo
terrorista.
Ya para esa época el gobierno
colombiano había mejorado mucho su capacidad de vigilancia e interceptación de
defensa aérea. Hasta el punto de llegar a pedirle a Chávez que controlara mejor
su espacio aéreo. Que estaba siendo utilizado por las narcofarc. Se captaba una
gran cantidad de trazas no identificadas, que entraban y salían desde y hacia
los llanos del sur de Venezuela, hacia los llanos orientales de Colombia.
Entonces se comenzó a
descubrir que existía, no sólo una gran simpatía sino abierto apoyo venezolano a
los terroristas colombianos. Con una clara participación de altos
miembros, tanto políticos como
militares, en el gobierno venezolano que consentían y hasta participaban en el
comercio de narcóticos. Y esa disposición llegó, incluso, hasta la presidencia
de Venezuela a comienzos del siglo XXI.
Entonces le ofrecimos, y
solicitamos permiso, para continuar persiguiendo los aviones ilegales que
cruzaran la frontera. A lo que se le llamó Persecución en Caliente. Chávez
reaccionó violentamente ante esa oferta y negó completamente tal posibilidad
aduciendo sensibilidad en soberanía. Chávez declaró que no le correspondía
gastar recursos económicos en combatir el aerotránsito de narcóticos. Porque
ese era un problema colombonorteamericano. Pero nosotros sabíamos que la verdad
era que, además de ayudar a las FARC, no tenía la capacidad para hacerlo.
Sin embargo, no todo quedó
así. Posteriormente, Chávez canceló completamente el convenio que existía,
desde algún tiempo atrás, entre los militares venezolanos y los norteamericanos
para efectuar operaciones de sobrevuelo de aeronaves militares norteamericanas de
vigilancia aérea. Vigilancia con la cual los norteamericanos se daban cuenta
del tránsito irregular de aeronaves por Venezuela. Pero que ellos se hacían los
de la vista gorda debido a que tenía muy buena relaciones comerciales por ser uno
de sus principales proveedores estratégicos de petróleo.
Por lo tanto, el espacio aéreo
venezolano quedó totalmente disponible para todo tránsito de aeronaves
ilegales. Que en su mayoría son vuelos que transportan narcóticos.
Para finales de los dos
períodos presidenciales de Chávez, se comenzó a hablar de la participación, no
sólo del consentimiento de los vuelos ilegales en el espacio aéreo venezolanos
sino, incluso, participación en los negocios del tráfico de narcóticos por
parte de militares venezolanos de alto rango.
Surgió el llamado y ahora ya
muy famoso, Cartel de los Soles. El que, en este momento, revive con mucha
fuerza con la captura, en España, del General,
venezolano, Carvajal. El símil del Coronel Ochoa cubano y el
norteamericano Coronel North. Además de otro Coronel de la Fuerza Aérea norteamericana.
Que siendo Agregado Aéreo en la embajada de EE UU en Bogotá, enviaba cocaína en
la valija diplomática, aprovechando la inmunidad diplomática. Pero no condenado
a muerte como el Coronel Ochoa
El Cartel de los Soles se
compone de varios militares y policías de alta graduación. En contubernio con
gobernantes de alto rango. De varios otros países. Incluida Colombia. Es lo que
está de moda actualmente. Pero todo se inició muchos años atrás. A comienzos de
la década de 1980.
No hay comentarios:
Publicar un comentario