LA ELECTRICIDAD
EN URRAO
La primera planta eléctrica a
la cual llamábamos “La Planta Vieja” estaba instalada en un sitio que se llama “Balboa”.
Es un lugar que también llaman “Las Chorreras” porque el agua que bajaba para
la planta eléctrica también se usaba para el pueblo. Esa agua caía en cascadas
donde la gente acostumbraba irse a bañar de paseo. El agua proviene del río
Urrao que baja de las montañas al oriente del pueblo.
Antiguamente el agua no llegada
a las casas sino a una fuente que estaba en el centro del parque. La gente debía
ir a diario hasta ella con recientes y cargar a hasta sus casas. La tubería que
se usaba para llevar el agua al pueblo era de madera. No existían los tubos de barro
cocido y menos los metálicos actuales La hizo un carpintero muy habilidoso que fue
famoso porque se le acusó y condenó en Medellín por haber cometido una masacre
en un sitio llamado La Aguacatala, sobre el casino que conduce de Medellín a Envigado.
Este sistema duro muchos años y era motivo de admiración porque no tenía fugas.
Como la maquinaria de la nueva
planta era una novedad, la gente iba a verla funcionar. Incluso era costumbre
jugar haciendo una larga cadena de personas Cogidas de la mano y que terminaba
en unas barras que al tocarlas pasaba la corriente a lo largo de toda la fila. Eso
solo lo hacia la persona más guapa. La gente se divertía con ese novedoso fenómeno
que se usaba a manera de recocha.
Con la anterior planta, el
pueblo y las casas sólo podían tener unos cuantos bombillos. Cuando vieron que
la planta vieja se encontraba en malas condiciones decidieron construir la
planta nueva. Para eso escogieron el talud contiguo al aeropuerto. Inicialmente
sólo tenía un generador que es el que actualmente todavía existe. Con el tiempo
pusieron otro más grande y moderno.
Después, con la planta nueva
ya se pudieron instalar estufas, mejorar la iluminación, conectar planchas
eléctricas, neveras u otras facilidades.
El lugar se convirtió en un
paseo de todo el pueblo. La gente también iba a bailar, a jugar, a conversar o
contar chistes. Se iba tanto en el día de caminada, como por la noche a armar
parranda. Se armaban grupos completos para esta distracción. Al lugar dejaban
entrar y nadie arrimaba a las máquinas porque les daba miedo. En ese tiempo se
podía andar en la oscuridad sin ningún riesgo y por eso nos quedábamos hasta la
medianoche.
La planta actual es la misma
de esa época y nos llama la atención que aun la tenga el municipio en
funcionamiento después de tantos años. Vende energía a la red de interconexión
nacional.
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