AERONAUTAS Y CRONISTAS

viernes, 7 de abril de 2017

LA ELECTRICIDAD EN URRAO

LA ELECTRICIDAD EN URRAO

La primera planta eléctrica a la cual llamábamos “La Planta Vieja” estaba instalada en un sitio que se llama “Balboa”. Es un lugar que también llaman “Las Chorreras” porque el agua que bajaba para la planta eléctrica también se usaba para el pueblo. Esa agua caía en cascadas donde la gente acostumbraba irse a bañar de paseo. El agua proviene del río Urrao que baja de las montañas al oriente del pueblo.

Antiguamente el agua no llegada a las casas sino a una fuente que estaba en el centro del parque. La gente debía ir a diario hasta ella con recientes y cargar a hasta sus casas. La tubería que se usaba para llevar el agua al pueblo era de madera. No existían los tubos de barro cocido y menos los metálicos actuales La hizo un carpintero muy habilidoso que fue famoso porque se le acusó y condenó en Medellín por haber cometido una masacre en un sitio llamado La Aguacatala, sobre el casino que conduce de Medellín a Envigado. Este sistema duro muchos años y era motivo de admiración porque no tenía fugas.

Como la maquinaria de la nueva planta era una novedad, la gente iba a verla funcionar. Incluso era costumbre jugar haciendo una larga cadena de personas Cogidas de la mano y que terminaba en unas barras que al tocarlas pasaba la corriente a lo largo de toda la fila. Eso solo lo hacia la persona más guapa. La gente se divertía con ese novedoso fenómeno que se usaba a manera de recocha.



Con la anterior planta, el pueblo y las casas sólo podían tener unos cuantos bombillos. Cuando vieron que la planta vieja se encontraba en malas condiciones decidieron construir la planta nueva. Para eso escogieron el talud contiguo al aeropuerto. Inicialmente sólo tenía un generador que es el que actualmente todavía existe. Con el tiempo pusieron otro más grande y moderno.

Después, con la planta nueva ya se pudieron instalar estufas, mejorar la iluminación, conectar planchas eléctricas, neveras u otras facilidades.
El lugar se convirtió en un paseo de todo el pueblo. La gente también iba a bailar, a jugar, a conversar o contar chistes. Se iba tanto en el día de caminada, como por la noche a armar parranda. Se armaban grupos completos para esta distracción. Al lugar dejaban entrar y nadie arrimaba a las máquinas porque les daba miedo. En ese tiempo se podía andar en la oscuridad sin ningún riesgo y por eso nos quedábamos hasta la medianoche.




La planta actual es la misma de esa época y nos llama la atención que aun la tenga el municipio en funcionamiento después de tantos años. Vende energía a la red de interconexión nacional.

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