AERONAUTAS Y CRONISTAS

jueves, 23 de enero de 2014

40 DIAS EN EL VAUPES. PARTE 8



40 DÍAS EN EL VAUPÉS
 1950
PARTE 8
•         EL DOCTOR ENRIQUE PÉREZ ARBELÁEZ. Pudo decir: "La forma (refiriéndose la frontera con el Brasil) de los cursos sinuosos de ríos y crestas arbitrarias, son como si fueran una bruja que estuviera riéndose con encías desdentadas mirando al sureste". Fue el país vecino, apoyado en el dicho pagano "quia nominor leo", “porque soy más poderoso”, quien mutiló a Colombia arrancándole desde la piedra del Cocuy al Cerro Cupí. Al río Cababurí, al Río Negro. Al río Yurubaxí. A la laguna de Cumapí. Al río Caquetá. Al Amazonas. Donde eran los límites antiguos, para venir a ver cómo avanzan hasta Yavaraté por el Vaupés, hasta Melofranco por el Papurí, hasta el Querarí afluente del Vaupés y por el sur casi hasta el Apoporis, siguiendo meridianos y paralelos arrebatándole a nuestra patria espacio vital para el porvenir, en total 180,000 km², según reza otra obra ("La Amazonia"), que tengo ante mis ojos. Siquiera “la bruja desdentada" quedó con su lengua formada precisamente por el río Vaupés y Papurí. Con esta lengua está reclamando Colombia, a la faz del mundo y ante el coloso del Este, para que le devuelva todo lo que es suyo o al menos, le dé alguna indemnización como lo hizo el coloso del Norte en lo relativo a Panamá. Pienso en esta pobre Colombia que no nació con estrella sino estrellada, porque le arrojan zarpa por el norte, por el oriente y por el sur. Dígalo Leticia, dígalo el Vaupés. Dígalo Panamá.


COMENTARIO: Monseñor, con sus lamentaciones, reúne en este capítulo las memorias de las pérdidas de territorio sufridas por las ambiciones de oras naciones abusando de nuestra actitud pacífica y nuestra debilidad internacional, ocasionada por los conflictos internos y desordenes políticos. El solo recuerda algunos pero son más. Podemos agregar la Costa Mosquitia junto con toda Costarrica, los Islotes de los Monjes, la costa seca de la Guajira, las tierras entre el Putumayo y el rio Napo, los intentos de invasión de los peruanos que, afortunadamente, logró contener el mariscal Sucre y los de ahora donde Nicaragua intenta arrebatarnos el archipiélago. Eso en cuanto al concepto terrestre. Porque en cuanto al aéreo tenemos una gran extensión perdida que casi nadie conoce y por eso no es de importancia en la conciencia nacional. Solo pocos que hemos planteado el concepto sin mayor interés por parte de quienes están destinados y deben a proteger ese patrimonio. Esta es mi propia queja.

•         LA SERPIENTE. Nos fue preciso dormir esta noche en tierra de neo-brasilera porque no hay malocas. Son cuatro malocas. Una verdadera colonia, como de 30 personas. También pensé en este lugar brasileño que fue de Colombia. Viajamos con afán de llegar al mediodía Montfort. Cuando ya el sol había calentado nos encontramos enrollada, en unos maderos caídos, una boa de 7 m de largo. Estaba dormida y el padre Carmona, quien la vio, tuvo tiempo de ir a buscar la escopeta. Diole un balazo. La abrió y en su vientre le encontró un venado entero triturado cuando apenas empezaba a digerirse. Con razón las llaman constrictor. En este trayecto acabé de confirmarme en lo sabido de las violaciones del territorio colombiano y de los derechos individuales de nuestros salvajes. Derechos inviolables aunque vivan con las fieras del bosque y en desnudez.

 
MALOCA

 •         CIERTOS NOMBRES. Conocí las hojas del árbol que sirve para frotar las "cuyas" (totumas) y darles el brillo especial que acostumbran. Las hojas tienen las características del papel de lija para abrillantar el hierro. Se llama "puní". En Montfort. Aquí sentí alegría. Es el primer centro Javeriano en el Papurí. El recibimiento fue entusiasta y bellísimo. Lástima de la bendita maquinada filmadora que resolvió dañarse desde antier. (Con el calor y la intensa humedad, las películas de acetato se derretían y eran convertidas en una gelatina pegajosa. (COMENTARIO. Si se salvaron algunas de ellas deben estar en Santa Rosa de Osos). Llegamos en desfile entre arcos sumamente artísticos hechos con hojas de palma que usamos el domingo de Ramos, pero dignas de aparecer en cualquier metrópoli. Eran arcos tejidos, que más parecían portalones góticos unos, romanos otros y barrocos los de más allá.

•         LA MADRE LAURA. Eran unas 70 familias con un total de 350 habitantes. La escuela de varones que dirige el hermano Jesús Antonio Rojas con la escuela de niñas dirigidas por las hermanas de la Madre Laura que tienen 38 alumnas.
 BIENVENIDA EN MITÚ
•         LA FARIÑA. Es casi exclusivo alimento de los indígenas. Por ninguna parte se ven fiambres y si muchas hambres en hombres, mujeres y niños. Que rudimentarias alimentación. La fariña la cargan en cestos que llama “paneros”. No conocen siquiera la moneda, la que por otra parte no necesitan por ahora en estas transacciones incipientes. El método de compras y ventas es el intercambio de objetos y trabajo. Pero los "objetos" de que disponen los indios se reducen a dos: fariña que sacan de sus yucales y trabajo personal que se computa en dinero. En este Montfort hay 350 habitantes, en Piracuara 450 y en Teresita 500. Hacia Piracuara.

•         LAS MONJAS. Al mediodía estamos en Piracuara que significa: “cueva de los tigres". Este Piracuara tiene tres hermanas religiosas, las que están encargadas de las dos escuelas de niñas y de varones. Los padres de Montfort, las visitar con mucha frecuencia, mientras de Yarumal mandan los otros padres que urgen aquí.

•         LOS PARIAS. Los padres tienen que ser maestros de la fe, maestros de los niños, inspectores civiles, ingenieros, arquitectos, agricultores, médicos, enfermeros, dentistas, constructores y ganaderos. Tienen que ser artistas en todo. En consecuencia urge establecer en Yarumal la cátedra de todas estas asignaturas para darles una serie de recetas o fórmulas caseras. Encontré aquí algo que no vi en Mitú. Un grupo de nativos, los "ilotas Macues", los padres de estas razas, separados de los demás indígenas por prejuicios inexplicables, por lo cual no los admiten en ninguna parte. Dicen que los Macues no tienen alma, que son como los animales de la selva, dignos de todo desprecio. Ellos mismos reconocen su "inferioridad", sugestionados por las demás tribus y se alejan de ellas. Los que mas se retiran, especialmente las mujeres, sin trabar palabra con los demás. Me dicen los misioneros que es casi imposible reducirlos. Hicieron su barrio propio, retirados unos 200 m del resto del poblado. Me fui a visitarlos en su barrio y me recibieron muy amables, aunque sin hablarnos, porque padecen de un mutismo natural, efecto de su complejo de inferioridad ante las demás tribus. Son además sumamente hábiles para la agricultura, de modo que las otras tribus se valen de ellos para sus “chagra" o cementeras.

•         HACIA TERESITA. El padre Félix había llegado con su motor. A remo sólo estaríamos a día y medio, con el motor solamente seis horas. Pero las cachivera son tremendas y hay que quitar el motor y echarlo al hombro por el correspondiente desvío. En el propio puerto me saludan con la amabilidad de siempre de todos los pueblitos. Se les ocurrió salir rio arriba en canoas grandes y pequeñas en número de cuatro. Dos de ellas por los niños y dos por las niñas. Llevando los primeros una gran bandera colombiana y ellas la pontificia. Aquello había merecido una filmación. Pero somos tan demalas que los rollos se descompusieron tornándose en una gelatina pegajosa, a causa del calor y la humedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario