MITU
PARTE
2
• LA LLEGADA. Pasé esta última hora
recorriendo los últimos kilómetros de los 460 recorridos cuando uno de los
viajeros exclamó: “Mitú”. En el mediodía una ancha cinta brillaba. Es el Vaupés
y a su lado, suavemente reclinada, la pequeña ciudad casi sin calles de la
pequeña villa. Paralelo al río, el campo de aterrizaje. Era la segunda nave que
aterrizaba en este aeródromo selvático, porque en la anterior ocasión había
aterrizado una sólo a título de ensayo. Entre los ríos que contemplamos en la extensión
selvática divisamos el Inírida. A 110 km del lugar que quedaba a nuestros pies,
hay unas rocas gigantescas verticales, con muchas inscripciones indígenas, en
unos montículos que se observan desde el avión. Las peñas del Vaupés tienen
petroglifos. Tal vez sean un mensaje que dejaron a la historia los moradores de
la Atlántida. ¿Cuándo será que los sabios las interpretan?
MITÚ.
En esas lejanias es fundamental que los pueblos esten al lado de los rios y la pista simultaneamente. Los dos unicos medios factibles de movilización prácticos. El terrestre es casi que irreal.
En esas lejanias es fundamental que los pueblos esten al lado de los rios y la pista simultaneamente. Los dos unicos medios factibles de movilización prácticos. El terrestre es casi que irreal.
• LOS PROTESTANTES. Por la noche me
acosté a pensar en todas las ocurrencias del día y a ver, en la imaginación, el
último río antes del Vaupés, el Cubiyari, donde existe una misión protestante
que, con la ayuda de Dios, han de sacar nuestros sacerdotes, una vez que puedan
entrar hasta ese lugar. Escuelas protestantes no deben abrirse en las tierras
de misión, según la ley. Comentario: Algo de rose religioso.
• LAS TRIBUS Y LAS VIAS. Hay 28 tribus
indígenas. Pregunté si Mitú era el jefe de algunas tribus y me contestaron que
no. Mitú, en idioma Tucano, significa: “paují” ave de caza. Así se llama la
cachivera más cercana. Mitú-cachivera o cachivera del paují. Todas las tribus
entienden el Tucano, que viene a ser el vínculo de comunicación de unas con
otras, mientras aprenden el español. Lo triste con estas tribus es la
esclavitud con que las tienen sumidas algunos de los caucheros venidos de
fuera, pues apenas si perciben un vil salario. Se han cometido abominables
atropellos contra las jovencitas, hijas de los pobres indios, sin que se
columbre su redención en estas inmensidades sin vías de comunicación. ¿Por qué
no comunica el gobierno esta lejana región por medio de una carretera? Son sólo
700 kilómetros. No sólo con esa carretera sino también la que debe ir de aquí
de Mitú a Montfort, sobre el Papurí, de sólo 74 kilómetros para que se haga una
avanzada fuerte que impida definitivamente las excursiones del Brasil, tan
codicioso de tierras como el Perú o tal vez más.
• LA PRIMERA PIEDRA. El día 15 octubre de
1950, a las cuatro de la tarde se hizo, con gran solemnidad, la ceremonia de la
bendición de la primera piedra para el futuro templo catedral de una posible
diócesis en el porvenir. Así reza el pergamino que fue colocado dentro de un
ánfora de cristal, lacrada y sellada debajo de la piedra bendecida, para eterna
memoria. “Monseñor Miguel Ángel Builes, obispo de Santa Rosa de Osos y fundador
del Seminario de Misiones de Yarumal, bendijo y colocó la primera piedra del
templo prefectoral. Asistieron el Comisario Especial de la comisaría Sr. Alonso
Caycedo Ruiz y el Comandante de la Policía Sargento José María Calderón y demás
empleados civiles”.
• MITÚ, SUS GENTES Y TIERRAS. Hoy me
ocupo un poco de sus alrededores, de las características de su gente y de las
tierras mismas. Mitú tiene unas 50 casas en las orillas clarísimas del Vaupés.
Rio navegable apenas por pequeñas lanchas y canoas de poco tonelaje, porque las
cachiveras están multiplicadas y no permiten navegación comercial de
envergadura.
• SUELO ESTERIL PERO SELVA FRONDOSA. El
suelo es muy estéril, no obstante la existencia de tanta selva tan frondosa.
Porción que se descuaja, a poco se reseca y le nacen unos pastos duros que en
breve no comen los animales. La fariña es casi la única fuente de alimento de
los nativos. Las demás plantaciones, como el maíz, plátano, etc. son raquíticas
y de ninguna alago. Sin más riqueza mineral que el hierro todavía no explotado,
sería mejor si el gobierno ayudará a abonar estos terrenos enriqueciendo de las
sustancias que carece. Tendríamos dehesa sin límites, que los mismos ganados
irían enriqueciendo.
• PENETRACIÓN EXTRANJERA. Lo que falta
son las vías de comunicación que atañen la penetración extranjera. Colombia,
que antes tenía tan extensas regiones al oriente, se fue quedando sin las
comarcas aledañas al gran río Vaupés, por la acción del Brasil, que se fue
internando y cogiendo terrenos y más terrenos de nuestro oriente, como lo
hicieron los peruanos en nuestro sur. Pregunté por existencia de ganado y me
dijeron. Hay media docena de cerdos. No hay ni un solo caballo, ni una cabra,
ni un asno absolutamente. Solo dos mulas antediluvianas de la comisaría.
Algunas gallinas, que no hay con qué sostener, porque no hay maíz, ni arroz, ni
granos de ninguna clase, fuera de la eterna fariña.
• SIN GANADO. De aquí la aterradora
carestía de los víveres, que hay que traer en avión desde Bogotá y
Villavicencio. No hemos tomado en un vasto de leche, porque no la hay. En vez
de leche los padres nos dan unos vasos blanquísimo de avena, que nos tomamos
muy agradecidos como si se tratara de leche. Nuestros pobres indios comen poco
pescado sin sal. Lo mismo que la poca cacería, que se reduce casia a la Paca
que, sin sal, acabó por cansarlos. La Paca es la misma guagua nuestra.
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