40
DÍAS EN EL VAUPÉS
1950
MONSEÑOR
MIGUEL ÁNGEL BUILES
INTRODUCCIÓN
PARTE
1
Es
el resumen de una crónica selvática. Monseñor Miguel Ángel Builes se convirtió
en un personaje llamativo durante el tiempo de la violencia política en
Colombia. Fuertemente criticado porque con sus deseos de detener la crueldad de
las dos facciones políticas enfrentadas, se le endilgó de haberse puesto del
lado de una de ellas, justificando sus actuaciones y condenando a los
contrarios.
Sin
embargo, Monseñor Builes tuvo otras facetas muy interesantes y altamente
valiosas. Por supuesto no sólo en el campo religioso, sino también en el social
y el nacional. Como lo fueron las misiones para educar a la población humilde
de los territorios nacionales. En especial la de Vaupés, que fue su extensión y
su realización de la fundación del Seminario Misionero de Yarumal. Combinando una
iniciativa espiritual de carácter humanista y muy patriótica.
En
correría pastoral visitó esa misión, que plasmó en el pequeño libro, ya casi
perdido en los anaqueles de las bibliotecas, titulado "40 DÍAS EN EL
VAUPÉS". Un gran testimonio de nacionalidad porque dejó clara evidencia de
la vida en los territorios lejanos de Colombia y lo que perdió en negociaciones
con el Brasil. Su expresión, en este campo, es un reclamo al gobierno nacional
por el mal manejo de nuestra soberanía. Aunque su proclama no causó un impacto
nacional significativo, de todas maneras, dejó registro duradero de lo que ha
sido las pérdidas de territorios de la nación por mal manejo político,
descuidos diplomáticos y falta de interés por nuestras fronteras. Zonas remotas
donde han habitado gentes humildes, en gran parte descuidadas por el gobierno
nacional.
Su
crónica completa y este resumen no solo demuestran su interés por los
desposeídos sino el de un prelado interesado en la integridad nacional. Asunto
que menciona con frecuencia en su libro como lamento por la falta de entereza
patriótica de nuestros dirigentes.
Para
facilidad de búsqueda y consulta de quienes solo estén interesados en la parte
geopolítica de la soberanía nacional, he resaltado en azul y con negrilla, esos apartes.
Dejo el resto del resumen de la aventura para los que les gusta saber sobre
nuestra amazonia como cultura sobre el país. El libro original es más extenso.
Iván
González
40
DÍAS EN EL VAUPÉS
DEL
14 OCTUBRE AL 25 NOVIEMBRE DE 1950
MONSEÑOR
MIGUEL ÁNGEL BUILES
• HACIA EL VAUPÉS. El 14 de Octubre de
1950, temprano llegamos al campo de la "Aída", cuyos Catalinas viajan
hacia los llanos orientales colombianos. (Comentario: estos aviones bimotores
anfibios y terrestres. Tienen un casco en forma de lancha para acuatizar,
además de dos flotadores en el extremo de las alas para dales estabilidad
cuando acuatiza. También un tren de aterrizaje de dos ruedas desplegables desde
el mismo casco para cuando quiere aterrizar. Son versátiles para adaptarse a
las diversas situaciones que se dan en las regiones remotas con poca
infraestructura aeronáutica). Uno de estos aparatos nos llevará a Mitú. A las
7:30 nos metemos en el vientre de aquel monstruo alado distinguido con la
matrícula HK 1001. Revueltos con víveres, maquinaria y comercio, que llevan los
padres para la misión, nos acomodamos para el viaje. Pilotea nuestra nave el
alemán señor Leberman. Arranca con fuerza vehemente, que se observa dentro del
aparato. Como la montaña está cubierta de niebla tupida, sube y sube la máquina
hasta 14.000 pies y nos sentimos helados.
El avión nos da la sensación de
perfecta seguridad, no obstante, las protestas del viento en que determinadas
zonas aéreas declara su inconformidad al herir con rabia las alas gigantescas
de nuestro aéreo Catalina.
• UN GUERRILLERO LIBERAL. Una hora llevamos cuando asoma allá,
a lo lejos y al enfrente, la ciudad de Villavicencio, sobre el río Guatiquía.
No podemos entrar a Villavicencio, porque no teníamos tiempo. Lo deseaba para
conocerla y ver con precisión el lugar de aprovisionamiento de los bandoleros
liberales comunistas. Los que tantos pereques presentaron al gobierno legítimo,
ayudados por los oligarcas rojos de Bogotá y presididos por un tal Eliseo
Velázquez, criminal de profesión.
ELISEO VELASQUEZ CAPTURADO
• LA GRAN PLANICIE. Vuelve a elevarse
nuestro aparato a eso de las 8:30. Estamos sobre los llanos, extensísima
regiones sin árboles y de pastos naturales, donde pasen grandes hatos de vacas
silvestres y de caballos salvajes. Son estériles para los árboles y para
cualquier otra plantación, porque tienen grandes cantidades de sal, silicato de
hierro y de magnesio. Hay muchos lugares en donde se sobreabunda el hierro, el
que de ser explotado, constituiría una gran riqueza del citado metal.
• ARTERIAS Y CORAZÓN. Pasamos sobre el
Río Negro, que baja desde Cáqueza. Después el río Coba (Ocoa), el río
Guayabero, el Guamal y El Meta. Vimos, al final, el Guaviare, desde donde
volvimos a contemplar las eternas selvas. Después de una hora de ver Llanos, a
poco aparece el río Macacias (Manacacias), que va al Meta. Eran las 10:30
cuando empezamos a volar sobre nuestra amada selva del Vaupés. Me pareció
contemplar el gigantesco corazón de la selva, unida al gemido de los corazones
sombríos solitarios del indio salvaje que habita sin Dios entre las bestias o
bajo la coyunda de los blancos caucheros sin piedad y sin justicia, verdaderos
monstruos humanos.
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