AERONAUTAS Y CRONISTAS

lunes, 9 de diciembre de 2013

EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO. CAPITULO 12


EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO

CAPITULO 12.

·       Las revelaciones en el informe de Sir Roger Casement:

o   Una casa peruana organizó y llevó a cabo un sistema de crueldades increíbles contra los pobres indios que habitaban la región cauchera.

o   Formó una compañía inglesa para aprovechar este sistema, pero como eran ciudadanos peruanos su castigo correspondió al gobierno del Perú.

o   El territorio fuera considerado generalmente como peruano. Concepto que se afirmó más con el envío de dos misiones religiosas para establecerse en el Putumayo.

o   La actuación del Order Office facilitó al gobierno del Perú la proclamación de sus pretensiones en el exterior..

o   El ministro del Perú en Bogotá firma un convenio con Colombia en el que se especificaba que la ocupación peruana no significaba en manera alguna un derecho adquirido sobre el Putumayo.

o   Que los criminales serían juzgados de acuerdo con las leyes del país en que hubieran nacido.

o   Que la manifestación que hiciera el gobierno peruano de hacer justicia, sirvió de pretexto para que también formulará planes de gobierno sobre el Putumayo.

o   Que nadie puede dudar de que el Perú ha perdido el derecho de gobernar esa región.

o   El hecho de que los crímenes cometidos por los delincuentes peruanos, en territorio colombiano, estén impunes es un argumento formidable en favor para qué los peruanos, unilateralmente, definan la fronteras con Colombia.

·       Míster Brys, embajador inglés en Washington aconsejaba a Sir Edward Grey en 1912 así: “Colombia tiene un derecho anterior sobre el Putumayo. Sus ciudades establecidas allí antes de la llegada de los agentes del Sindicato Arana fueron despojados asesinados por estos. Por eso mientras las pretensiones de Colombia sobre el Putumayo sean sometidas al arbitraje, Brasil y los Estados Unidos y la misma Inglaterra aseguren el bienestar de sus habitantes por ser un territorio discutido”.

·       Las anteriores declaraciones se deduce claramente que el bienestar futuro de los habitantes del Putumayo depende directamente de la suspensión forzosa de toda recolección de caucho. Ese es el objeto que se propone el presente libro, porque estamos seguros de que bajo el régimen colombiano no sólo se suspenderá la explotación sino que dará libertad a todos los aborígenes. Pretensión que ha buscado el gobierno colombiano desde hace mucho tiempo pero con resultados infructuosos debido a la intervención del Perú.

·       En una de las declaraciones de Casement dijo: “la Casa Arana es culpable el sistema cauchero establecido en el Putumayo. Ese sistema no es simple efecto de la casualidad o del descuido y obedece a planes deliberadamente concebidos. Después de formar la compañía los agentes de ella efectuaron invasiones contra las propiedades de ciudadanos colombianos, asesinándolos, incendiando sus casas y confiscando sus propiedades.

·       Las invasiones eran organizadas por Arana Hermanos con el fin de despojar a los colombianos, quienes no solamente eran competidores sino que también ofrecían refugio a los indios que huían de las persecuciones de la compañía. Mientras existieron empresas colombianas en el Putumayo, los indios pudieron refugiarse en ellas. También que los hará más iban al Putumayo como filibusteros despojando a los colombianos por medio de la estafa y del ataque. Arana gozaba del apoyo del ejército peruano y de la simpatía de ese gobierno. Aseguró que los indios carecen de derechos humanos y se les trata simplemente como bestias feroces. Y ratificó lo dicho por el doctor Paredes quien afirmó que los asesinatos en el Putumayo no constituían un crimen.

·       Míster Barnes, quien hizo parte de la Comisión como experto en agricultura tropical coincidió con Casement en que Arana era el organizador del sistema criminal vigente el Putumayo.

·       Míster Mitchel, cónsul inglés en Iquitos: opinaba que se daba pésimo trato a los indios en todo el Perú oriental y sin embargo a Arana se le consideren Iquitos como un buen patriota y que no dudaría en acudir a la fuerza para adelantar la explotación cauchera.

·       Mister Gubbíns presidente de la Peruvian Amazon: considerábase a Arana como una especie de símbolo de la soberanía del Perú en la región del Putumayo. Por esa razón si las propiedades del Putumayo no eran entregadas a la Casa Arana, podrían caer en otras manos sobre las cuales la compañía no ejercería dominio. Y que por ello la prensa del Perú decía que si el territorio se entregara a los ingleses, estos podrían entrar en comunicación con Colombia evadiendo tal vez la soberanía peruana. Y que no creía que hubiera continuado en el Putumayo ningún tráfico de esclavos pero que el territorio en cuestión estaba efectivamente bajo la ocupación del Perú.

·       También que no creía que hubiera prueba ninguna que demostrara que el Putumayo pertenecía Colombia: el hecho de que los colombianos vivían en esa región no probaba que ella fuera colombiana. Que por esa razón en 1910 Perú había reclamado contra los colombianos 160,000 libras esterlinas por perjuicios por el daño causado por la fuga de indios que habían sido favorecidos por las autoridades colombianas y por los gastos incurridos en la persecución de esos indios.

·       Sir Lista, directivo de la compañía, dijo que si se declaraba como colombiano el territorio del Putumayo, el gobierno de Colombia acabaría con la explotación cauchera, grabando la con derechos de exportación prohibitivos.

·       Sir Clementes opinó al respecto: en todos los documentos oficiales se ha dado por sentado que la región del Putumayo es territorio peruano. Sin embargo Colombia ha protestado únicamente contra lo que consideraba como invasión de sus derechos mas no por los abusos.

·       El señor Arana manifestó que en el año de 1907 el gobierno peruano había requerido su apoyo para rechazar una invasión efectuada por colombianos en territorio peruano. Tuvo como resultados combates y asesinatos, después de los cuales fue destruida la avanzada colombiana de La Unión, pereciendo 10 colombianos. Ese desagradable incidente indica que nada es más fastidioso que el inquietarse por asuntos tan triviales como los supuestos maltratos de que han sido víctimas caníbales infieles. Y que ellos ha sido algo más que enojoso por tenerse que someter a recibir insultos.


·       Por diversos medios se argumentaba que la colonización colombiana se habría efectuado tranquilamente sin que hubiera sido por el espíritu agresivo de los peruanos, que obligó al gobierno peruano a ponerse a órdenes de la Casa Arana para sus propósitos inhumanos de explotación comercial.

·       Para comprender los derechos de soberanía de Colombia sobre el Maynas, debe recordarse que las repúblicas latinoamericanas son sucesores de las provincias americanas de la monarquía española. Ese principio quedó establecido en 1810 quienes a su vez convinieron mutuamente en reconocer el uti possidetis. Por eso Colombia basa sus derechos en las reales cédulas de 1000 717,739, cuando se creó el Virreinato de la Nueva Granada y que determinaron el Maynas como cantón de Pasto, a su vez componente de la gobernación de Popayán y esta perteneciente a la República de Colombia.

·       En contra de esa realidad el Perú adujo que de 1616 a 1760 se ejerció en el Maynas, con gran influencia, las actividades misioneras de los padres jesuitas pero que con la expulsión de estos religiosos en 1767, la comarca volvió a su primitivo estado de barbarie. El rey de España con el fin de reparar el mal causado, lanzó una cédula en 1802, que constituía el gobierno la capitanía de Maynas, la cual abrazaba el Marañón o Amazonas y sus afluentes hasta el punto en que los altos y cataratas de los ríos no permitieran su navegación. De esa forma la capitanía quedaba bajo la jurisdicción de la diócesis de Lima.

·       Pero Colombia dice que esas cédulas de dudosa autenticidad, puesto que sus originales no se encuentran en los archivos de España. Que nunca fue confirmada. Que los virreyes de Quito ignoraron su existencia. Que no se hace mención de ella en la real ordenanza sobre independencias. Y que, finalmente, los peruanos renunciaron formalmente sus derechos después de la derrota que sufrieron en Tarqui, como quedó en constancia en el tratado de Guayaquil. Éstos son los argumentos fundamentales presentados por el senador y general Rafael Uribe Uribe ante el Senado colombiano.

·       En Alemania surgió una leyenda que fue acogida por los diarios peruanos que pretende hacer creer que Casement fue un simple instrumento de un poderoso sindicato para sacar a los peruanos del Putumayo y apoderándose así de la floreciente industria cauchera. Sin embargo ese argumento no sólo no tiene ninguna prueba que lo sustente sino que se desvirtúa por lo que dice el General Valencia sobre la evidente desaparición del caucho natural gracias a los métodos empleados en la industria moderna y el interés que tienen los indios de destruir la causa de sus torturas.

·       El 3 abril 1910 Colombia nombró una comisión investigadora puesta a órdenes del General Gabriel Valencia quien llevó consigo un pequeño cuerpo de la gendarmería nacional. Ésa pequeña fuerza estaba destinada a manejar las aduanas nacionales de Colombia la Pedrera en el bajo Caquetá. El relato que hace el General Valencia de su expedición ilustra admirablemente los obstáculos que para la comunicación se encuentran en esa región. Partió de Bogotá el 10 diciembre 1910. La expedición fue diezmada por la fiebre amarilla emanados y llegó a su destino el 10 marzo 1911.

·       En los informes del General hace referencia los ultrajes que fueron víctimas los ciudadanos colombianos por parte de los peruanos. Uno de ellos fue el del señor Félix Mejía Peláez contó que el colombiano Emilio Gutiérrez su esposa y todos los habitantes de su empresa, compuesta de más de 40 personas fueron asesinados por los peruanos.

·       El General Valencia hace reiterada recomendación sobre la colonización de la comarca. Para ello propone dos regiones: la superior a las cataratas del Araracuara y la segunda la región correspondiente al bajo Caquetá. Los colonos que se establezcan en el Orteguaza y en la región situada entre la confluencia con el Caquetá y la Araracuara, tendrían forzosamente que tener relaciones comerciales con las provincias Cisandinas del Huila y Nariño.

·       La comunicación con el interior tendría que hacerse por medio de los caminos que pasan por Florencia y Mocoa. Por eso la construcción y conservación de los caminos son un asunto de necesidad primordial e interés nacional. Asegura que Florencia y Tresesquinas deben ser asiento principal de la administración, con preferencia de esta última por encontrarse en la confluencia de los tres principales brazos fluviales: el Orteguaza para la comunicación con el Huila, el alto Caquetá con Nariño y el bajo Caquetá que se conecta fluvialmente con el río Caguán, por vía terrestre en el ismo de Caucayá con el Putumayo y aguas abajo con el Amazonas.

·       Sugiere la fundación de una ciudad en el punto relativamente sano de Puerto Córdoba, donde se deben construir habitaciones a prueba de mosquitos como las utilizadas en Panamá. Refiriéndose a las atrocidades cometidas por los peruanos dice que no hay peores conquistadores de esas tribus de salvajes que tales negociantes.

·       Como resultado de los informes del General Valencia, el gobierno resolvió emprender la organización de esas inmensas regiones. Establece una comisaría permanente en el Putumayo con residencia Mocoa. El 17 junio establece la comisaría de Caquetá con residencia en Florencia. Resolvió activar la construcción del camino de Florencia con el fin de hacer más rápidas las comunicaciones con el gobierno central.

·       Este informe se describen el boletín de la Comisión de longitudes. En él se encuentran datos que representan el país en toda su realidad: campos inmensos llenos de ganado que no tiene quién los cuide. Plantaciones de cacao abandonadas y perdidas. En Altamira las mujeres se dedican a tejer sombreros mientras que sus maridos pasan el día atendidos y fumando tabaco.

 

EL LIBRO ROJO DEL PUTUMAYO

FIN

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