AERONAUTAS Y CRONISTAS

jueves, 12 de diciembre de 2013

EL DC 3 PERDIDO. CAPITULO 1


 

UN DC-3 PERDIDO POR MÁS DE 50 AÑOS, ESTÁ PRESERVADO EN EXCELENTES CONDICIONES EN BOGOTÁ

CAPITULO 1

Por más de 50 años, investigadores, aficionados y fanáticos de la aviación y del DC-3 estuvieron tratando de resolver un misterio: un C-47 desaparecido de cualquier registro desde 1947, sin ninguna explicación y sin dejar pista ni rastro alguno. Pero la duda sobre su paradero, que estuvo tanto tiempo sin responderse, finalmente se aclaró hace pocos años cuando se descubrió que el misterioso avión aún existía y en excelentes condiciones, preservado en el Colegio De La Salle en Bogotá. Su historia es bien particular y después de una completa investigación, su identidad finalmente se confirmó, dando a conocer una historia que resulta ser bastante interesante. Un misterio de la aviación resuelto en Colombia.


AVIÓN EN EL PEDESTAL
La historia comienza en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, época que vio nacer a miles de venerables C-47 que prestaron sus servicios durante la contienda. El avión en cuestión, un C-47A-15-DK construido en la planta de Douglas de la ciudad de Oklahoma, bajo el contrato AC-28504, número de parte de la USAAF W535AC28405, numero de serie de la USAAF 42-92867 y numero de construcción 12715 fue entregado a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos el 9 de marzo de 1944. Su corta carrera como avión militar en Estados Unidos lo llevó a la Fuerza Aérea Mexicana el 19 de septiembre de 1947 y a partir de ahí su rastro se pierde y se confunde con otro avión.

 
VISTA LATERAL

El misterio sin resolver se debe a que, por algún motivo y en algún momento durante su traslado a México, en la placa de identificación de la USAAF del avión se le imprimió el número 12726 en el campo destinado a mostrar la fecha de aceptación del avión. 12726 es un número que difícilmente puede referirse a una fecha de fabricación de un C 47 ya que estos se comenzaron a producir en la década de 1930. Por tal razón es el primer indicio de que algo estuvo mal desde muy temprano.

Otro motivo es de que los DC-3/C-47 fueron construidos en varias plantas a lo largo de los Estados Unidos. A un grupo de aviones construidos en la planta de Oklahoma (de la cual es nativo el misterioso DC-3 del colegio) se les asignó por error los seriales de otro grupo de Douglas, los A-26. Cuando el error fue notado, el fabricante envió una notificación a los operadores para realizar el cambio, sin embargo varios de ellos no lo hicieron. Aunque esto podría explicar la razón por la cual el número 12726 está impreso en la placa de la USAAF. Pero los seriales que fueron puestos incorrectamente, porque correspondían al grupo de los A-10, iban del 13779 al 17138, dejando por fuera los números 12715 (que debió ser el serial correcto para este avión) y mucho más el 12726. Así que el motivo de el por qué se les ocurrió asignar  este número en la placa sigue siendo un misterio.

Pero a consecuencia de este error, el C-47 que debió ser correctamente listado 12715, se transformó de la noche a la mañana en el C-47 listado 12726, ya que cuando el avión fue llevado al mercado civil mexicano en 1956, se registró en los libros con el serial que aparecía en la placa sin corregir.

Comienza la búsqueda. Al encontrar la placa del avión es posible rastrear dos caminos, uno a través del número serial de la USAAF 12726 y otro a través del serial del fabricante 42-92867, ambos deberían llevar al mismo resultado, sin embargo es acá donde la discrepancia se hace notoria. El serial del fabricante lleva a la historia conocida sin inconvenientes desde 1944 hasta 1947, pero si se indaga por el número 12726, incorrectamente puesto en la placa, se encontrará que corresponde realmente a otro DC-3/C-47 entregado también a la USAAF apenas tres días después que el misterioso avión del colegio y con serial 42-92877, muy similar al 42-92867 del C-47 en duda. El verdadero 12726, serial 42-92877 estaba operativo en 1956 en la base de Rhein-Main en Frankfurt, Alemania, año en el que aparece el mismo serial registrado en el mercado civil mexicano. Así que no había explicación de por qué dos aviones con el diferente número de serie de fabricante pero con igual serie de operador, aparecían operando en la misma fecha y en lugares distintos. Uno de ellos tendría que tener información errónea y el otro seguía evaporado. Y entonces, ¿Cómo es posible que un avión desaparecido por más de 50 años de todos los registros haya aparecido en perfecto estado y conservado en un colegio al norte de Bogotá?
 
 
LA PLACA

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