CONCORDIA. FRENESÍ Y GUERRA
CAPITULO 2
CONSTRUCTOR
DE AEROPLANOS
Marcelo
Wuillem, relojero francés librepensador, asesor de la relojería y joyería la Perla
tenía una especie de zoológico de los más diversos animales. Era abstemio y
detestaba la música. Trabajaban los domingos y en los días de fiesta acompañado
por un mecánico nacido en Blois. Era un desertor de la Primera Guerra Mundial,
extraordinario manipulador del acero y había buscado a Colombia como refugio.
Se encerraba horas enteras en una especie de taller que tenía en la casa,
sintiéndose un ruido de limas y algo parecido a un motor. Manipulaba un soplete
que producía una llamita del grosor de un hilo cuando chocaba contra una
aleación a base de vanadio y titanio. Trabajaban en la construcción de un
aeroplano sin hélices a base de turbina. Era la propulsión a chorro antes de
que fuera descubierto en Europa. Marcelo era especialista en aeronáutica.
De
palabra me había nombrado su heredero creando una fuerte enemistad con Antonio
días, su hijastro. Un domingo, se subió al tejado acoger unas goteras para
ahorrarse el albañil cayéndose de un tercer piso y desnucándose. Los inquilinos
y el municipio de Medellín se quedaron con sus bienes porque toda su familia en
Europa había muerto.
Encontré
en un rincón de su casa los planos del avión. Parte de él lo hice estudiar por un
técnico de la aeronáutica. Se maravilló pues era perfecta la posición de las
alas, bien concebido el fuselaje, magnifica la aleación empleada y las
ecuaciones para romper el sonido. No encontró sino una falla, la del
combustible. El francés empleaba gasolina corriente.
En
un partido de fútbol con los Libertadores, en el barrio la América, un policía
le quitó una navaja a Pancho Montoya que la llevaba dentro de una media y se la
llevó a Eduardo Santos quien, Presidente de la República, visitaba a Medellín y
presenciaba el partido.
El
padre Miguel Agudelo, oriundo del municipio de Bello, cura terrateniente y
excelente negociante, que había matado en una muchacha en una finca durante un
accidente de casería, fue trasladado a la iglesia San Miguel.
Los
oficiales y soldados del batallón Girardot, situado en el barrio Villahermosa,
resolvieron hacer maniobras de entrenamiento en nuestra manga con despliegue de
ametralladoras, morteros y polígonos. Nosotros alegamos que la manga era nuestra
y que el barrio tenía posesión de ella hacía varios años y sólo permitiríamos
el balompié, las riñas a las trompadas y la elevación de globos y cometas. En
la segunda ocasión encontraron un verdadero estercolero, pues perforamos cierta
parte de la manga y la llenamos con excrementos de toda índole. Incluidos los
cristianos. Jamás volvieron porque el barrio era antimilitarista. Los militares
del batallón Girardot, muy tiesos y orgullosos, circulaban en sus carros y en
sus caballos. Algunos alquilaron casas en el barrio y así se creó un enclave
militarista dentro del conglomerado.
Al
barrio llegó la familia de Francisco Mejía. Lázaro Mejía era el mayor de los
hijos y por unos cuentos que le dio su amante, que tenían el barrio Antioquia,
mató una tarde a tres personas siendo condenado a 30 años de presidio. Durante
la Guerra civil del 50, se fugó matando a un Capitán de la policía, cambio de
filiación y murió apaciblemente hace poco en el barrio Villahermosa.
Mariano
González era el único conservador del barrio. Decía que los liberales había que
enseñarles a gobernar al lado de la virgen del Carmen y de Cristo. Tenía un
retrato grandísimo Pedro Nel Ospina. Decía que había sido un gran gobernante
pero que eso de poner a la gente a trabajar ocho horas y darle cesantías, era
hacer a los negros más perezosos. Detestaba a Olaya Herrera y a López Pumarejo.
La especialidad del maestro Mariano eran las pláticas, por ese entonces
trabajaba en el hipódromo de Envigado.
En
la década del 30 vivía en el barrio Hernando Toro Agudelo quien llevado por la
efervescencia se hizo anticlerical junto con varios estudiantes, entre ellos
Gabriel González de Concordia. Enterraron un crucifijo en los predios de la
normal provocando un escándalo religioso que trascendió a lo nacional. La
normal fue cerrada, y hubo maldiciones que se extendieron hasta el barrio
Santana.
El 2
agosto 47 Luis Eduardo López, (El hiato), propietario de Billa Wolff, trajo a Eliezer
Gaitán al barrio Villahermosa donde fue muy bien recibido. Desde ese momento
estos barrios se hicieron incondicionalmente gaitanistas. El 9 abril del 48
produjo en sus conciencias una profunda conmoción, una de las tantas causas de
la guerra civil de 1949. Gabriel Gómez, una tarde de elecciones, fue muerto de
un tiro en el cráneo por un prendero conservador.
A la
Plaza de Cisneros de Medellín, durante la guerra civil de 1950, cierto grupo de
conservadores llevaron la cabeza cercenada de una estatua del general Uribe
Uribe y la colocaron con la boca hacia arriba en el piso de un orinal. Asunto
que se narrará más amplio cuando se expliquen los hechos.
EL
PALACIO EGIPCIO
El
palacio egipcio entre las calles Miranda y Cuba fue construido por Fernando
Estrada. Tiene una atalaya y encima de ésta el observatorio astronómico y
consiste en una plancha en forma de sostenida por ocho columnas donde hay
hermosos jeroglíficos. Hay tazones y ánforas bajo las columnas y tres palmeras
sobre la acera del edificio. Este edificio fue vendido a la logia masónica a la
cual pertenecía Fernando y donde oficiaba ritos por es un monumento
esencialmente dedicado a Thánatos. El maestro Estrada tenían lo alto de la
torre una campana y cuando los alemanes hundían un barco aliado la tocaba. El
hundimiento de un convoy que iba para Múrmansk, donde los ingleses perdieron 27
barcos, fue una algarabía tal que los vecinos apedrearon la torre. Regina 11,
de Concordia, trató de comprar este palacio, para practicar en él sus supercherías.
Magno error de Regina el no haber hecho el negocio pues habría quedado como pez
en el agua.
LA CASA
Y FINCA DE PEDRO NEL OSPINA
En Pichincha
con Carabobo quedaba la casa de Pedro Nel Ospina y entre los años 22 y 26 fue
amo y dueño del país dejando una obra maravillosa de infraestructura en obras
públicas contando para ello con la indemnización del canal de Panamá. Cada año
llegaban 5 millones de dólares. Su biblioteca fue abandonada por sus sucesores.
En
la casa había una especie de trampa y al tocarla de una manera especial daba a una
puerta muy bien empapelada y nivelada con una pared. Cuando se habría aparecía
un salón y en el rincón una escalera que daban al cielo raso donde había un
gabinete con escritorio, muebles y libros. Era donde se escondía de la
persecución del General Reyes y de sus enemigos políticos. El General fue,
pues, el principal vecino del barrio Guayaquil.
La
finquita de Ospina. Bernard Ospina, primo y yerno del general llegaba a Tarazá
donde recorría esta hacienda que se iba casi hasta el San Jorge. De paso
visitaba la hacienda Buenos Aires sobre el río Man, luego pasaba a su hacienda
Cuba de 6000 hectáreas sobre el mismo San Jorge. Después pasaba a Marta
Magdalena sobre el Sinú, una tierrita de 14,000 ha. En esta peregrinación
duraba tres meses.
NUEVOS
ELEMENTOS POLÍTICOS
De
1934 al 38 en el gobierno de López Pumarejo aparecieron nuevos elementos en la
vida colombiana: la consolidación de la industria, que trajo como consecuencia
la organización de las principales ciudades con un ligero abandono el campo.
Apareció la figura jurídica del intervencionismo del estado y la reforma
agraria.
El
segundo fue el despertar de la tensión política y social a que estaban
sometidos a los grupos estudiantiles y las masas obreras que se organizaban en
sindicatos.
El
tercero fue la oposición conservadora por la nostalgia de la pérdida del poder
en 1930. Estaba acaudillada por un ingeniero inteligentísimo, Laureano Gómez,
irracional, maquiavélico, a veces demencial, quien llegó a predicar a través
del periódico El Siglo la acción intrépida y el atentado personal, haciendo la
pregunta cotidiana de quién había matado a Mamatoco. Así creó confusión y
condujo al precipicio de la división de 1946 a las filas del Partido Liberal.
El
Partido Liberal se había caído en 1946 por 1 frase que diariamente aparecía en
el periódico el siglo: ¿quién mató a Mamatoco? Mamatoco era el apodo de
Francisco Pérez una especie de boxeador. Laureano Gómez, quien
añoraba el católico e imperial estado español, tenía como abrevadero ideológico
a la misma España. Tenía al estado fascista como ideal del estado nuevo y
odiaba deliberadamente la juventud liberal. Gómez, hipócritamente, se
atrincheró en un anticomunismo, durante 11 años, que llevó al país a una serie
de gobierno semifascistas, a una represión cruel y despiadada.
LA
INFLUENCIA ESPAÑOLA
Los
periódicos de la época apoyaban al partido la República Española. Adoctrinados
por otros medios de comunicación empezamos a prepararnos para viajar a España.
Había barcos que salían de todos los puertos de Sudamérica llevando voluntarios
y empezamos a prepararnos para viajar a España. Nos proporcionaran el trasporte
para un contingente antioqueño para ir a luchar contra el fascismo. Muchos no
teníamos la edad y conocimiento sobre la ciencia militar y menos pasaporte o
permiso de la casa. Tratábase de una aventurera dizque romántica influenciados
por las noticias de la prensa nacional e internacional en una especie de
contagio febril. Llegamos a puerto Berrio donde pernoctamos y al día siguiente
nos embarcamos en un barco que venía de la Dorada. Llegamos a la medianoche a
Barranquilla de donde salimos para Puerto Colombia a esperar el barco que venía
de Buenos Aires Este fue mi primer contacto con el mar. El barco no apareció y
resolvimos regresar a Medellín.
La
presidencia de Eduardo Santos se consideró como la pausa de la revolución en
marcha de López. Quien le había emprendido a la dirección del estado una
orientación socialista apareciendo nuevas fuerzas productivas distintas a las
que había encontrado el Partido Liberal en 1930. Las fuerzas estudiantiles y
obreras entraron en ebullición ideológica, tensión permanente y pidiendo
reivindicaciones sociales. Las primeras en las universidades públicas y las
últimas en los sindicatos. El Liceo antioqueños se convirtió en el epicentro
político de ese movimiento.
La
República Española agonizó en marzo del 39 en manos del fascismo internacional,
más producto de la anarquía y el caos de sus dirigentes en el poder que de las
mismas fuerzas franquistas. Fue el primer gran triunfo de las derechas
mundiales y sus reflejos se hicieron sentir en Colombia a través de la
oposición conservadora acaudillada por Laureano Gómez. Gran parte de la
juventud estudiantil se matriculó en el nuevo orden convirtiéndose en fogones
ardientes fascistas y apéndices de las derechas españolas.
Hubo
una manifestación por las calles centrales de Medellín contando con la simpatía
de la quinta columna del Liceo antioqueño encabezada por entonces joven
político Belisario Betancur al grito de “viva Franco”, viva Hitler, viva
Laureano Gómez, abajo López, Stalin y Timochenco. Con esa provocación organizamos
otra más caudalosa hasta el Palacio Nacional gritando viva el Partido Liberal,
viva López, viva Churchill y viva Stalin.
La
Segunda Guerra Mundial parecía extenderse a todo el mundo. Los gobiernos
democráticos de Sudamérica empezaron a tomar medidas militares vigilando sus
costas después del hundimiento del Graf Spee en Montevideo. Eduardo Santos
llamó a los estudiantes de bachillerato a prestar el servicio militar con un
fin secreto: el de enviar un contingente a Inglaterra. Los sábados a las horas
de la mañana y en los patios del batallón Girardot, en Villahermosa, recibíamos
la instrucción militar de parte del capitán Alberto Lara, bogotano y sobrino
del doctor Eduardo Santos.
José Ignacio González Escobar
José Ignacio González Escobar
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