MENOS MUJERES QUE HOMBRES PILOTOS MILITARES
(Cuarta y última
parte)
¿Por qué hay menos participantes
femeninas en los experimentos que tienen que ver con el vuelo y las destrezas
necesarias para las carreras de vuelo? Puede haber muchas variantes no
relacionadas que inciden, pero hay tres razones que ofrecen una explicación
acertada.
Primero, no
es sino hasta ahora que la aviación militar se está convirtiendo en una carrera
aceptable para la mujer. No fue sino hasta la Segunda guerra mundial que
la mujer comenzó a participar en la aviación militar. Además,
recientemente se le autorizó a la mujer a que volara aviones de combate. En
cambio, el hombre ha participado en carreras de vuelo desde que los hermanos
Wright construyeron su primer avión.
Segundo, la mujer tiende a sobresalir
y participar en estudios relacionados con las humanidades (literatura y arte)
que no necesariamente son conducentes a las carreras de aviación.
Por último, hay
menos mujeres en nuestra sociedad que desean desempeñar carreras de aviación,
la mayoría de las mujeres participan en otras carreras que no están
relacionadas con la aviación.
Investigaciones efectuadas por
Carretta en el campo de las diferencias entre los géneros y el rendimiento de vuelo no produjeron ninguna base para
crear un plan de estudio para cada género. Los resultados mostraron que
las participantes femeninas leyeron las lecciones una y dos veces más despacio
que los participantes masculinos. No obstante, Carretta encontró que el AFOQT Pilot Selection Test (Prueba de
selección para pilotos) era un buen indicador para ambos géneros, por lo tanto
“la variante común de cada factor fue similar” (1997).
En otro estudio, A Preliminary Evaluation of Casual Models of
Male and Female Acquisition of Pilot Skills, Carretta descubrió que “las
diferencias medias del grupo en pruebas verbales y cuantitativas, las medidas
de g favorecieron a la mujer. La opuesto es cierto para las pruebas de
conocimiento del trabajo” (1997). Por lo tanto, Carretta asevera que cada
género trae consigo aptitudes a la cabina, no obstante, ninguno de los géneros
ha probado rendir significativamente mejor o peor en las destrezas relacionadas
con las tareas de vuelo.
Los datos sugieren una diferencia
significativa de WPM entre los dos géneros. La investigación de Moursund reveló
que las niñas tienden a ser más intuitivas que los niños. Por lo tanto, la
naturaleza más cuidadosa y cautelosa pudo haber ocasionado que las mujeres en
mi estudio se tomaran más tiempo en leer cada lección para cerciorarse de que
entendían el material. Las pocas mujeres en mi estudio pudieron haber estado
más motivadas que los hombres para tomarse su tiempo y rendir mejor en todas
las tareas que les asigné porque estaban efectuando un trabajo en un ambiente que,
hasta hace poco, no estaba disponible para la mujer. Si bien mostré una
diferencia significativa entre los géneros con respecto a WPM, no hubo
diferencia significativa en cuanto al tiempo. Desde luego, las diferencias en
las destrezas académicas podrían proporcionar otra interpretación de los
resultados. El pequeño muestreo de mujeres, sencillamente, pudo haber sido más
lentas al leer.
Conclusiones
En general, no existen
motivos emocionales, ni mentales ni físicos sólidos que justifiquen excluir a
la mujer de las carreras de vuelo militar. En la actualidad, la mujer forma un
poco más del 23% de toda la población militar en la Fuerza Aérea de los Estados
Unidos—66,376 son alistadas y 11,848 son oficiales (según el sitio web del
Centro de Recursos Humanos de la Fuerza Aérea). El número total de mujeres aún
es escaso, pero aumenta paulatinamente a medida que la mujer escoge cada vez
más carreras relacionadas con la misión principal de la Fuerza Aérea - el
vuelo. Aproximadamente, el 3% de todo el personal de la Fuerza Aérea con
especialidades de piloto, navegante y administrador de batalla aérea son
mujeres. Y, cada vez más la mujer se desempeña en otras especialidades
operacionales y de logística, tales como mantenimiento de aviones y municiones
y control de tráfico aéreo.
El asunto no es si la mujer
es o no capaz de ser exitosa en las carreras de aviación militar. El tema
radica en cómo lograr que más mujeres se integren a la cabina. En los escasos 25 años que la
mujer ha estado volando en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, ha
contribuido en gran medida al mundo de la aviación; desde los inicios de Amelia
Earhart y Jacqueline Cochran hasta las ideas influyentes de Patty Wagstaff
quien ayudó a confeccionar el primer avión de entrenamiento (T-6A) diseñado para
acomodar a la mujer piloto.
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