LA
SICOLOGÍA DE LA INCOMPETENCIA MILITAR
Norman
Dixon
1. OPOSICIÓN A LA INNOVACIÓN.
Entre
los años de 1914 y de 1918, para el ejército de tierra y la marina británicos,
la idea de una aviación militar no era algo que suscitara entusiasmo. Y la
creación de la RAF, como ejército independiente, era para las ellos anatema. La
vieja rivalidad entre infantes y marinos se vio, por una vez, olvidada ante la
necesidad de hacer frente al recién nacido. Si la aparición del carro de
combate era una amenaza para los caballos, el avión constituía una amenaza para
los barcos.
2. CONFLICTO DE IDEAS.
Uno de
los riesgos que supone al pertenecer a cualquier organización rígidamente
autoritaria y jerárquica es que, en ocasiones, el individuo, por pura necesidad
extrema o debido a sus firmes convicciones personales, se siente obligado a
apremiar a quienes están en niveles superiores al suyo. Es un riesgo, que por
el carácter de la organización, exige que los apremios vayan siempre en una
sola dirección, preferentemente de arriba abajo. Enfrentarse al sistema,
empujando a los de arriba, tiene consecuencias muy desagradables.
3. CARACTERÍSTICAS DE LA PERSONALIDAD.
Es muy
común entre los oficiales, con claras muestras de incompetencia,
características en la personalidad tales como la pasividad, la exagerada
cortesía, el ceremonialismo inoportuno, la rigidez dogmática, la obstinación
irracional, la falta de resolución injustificada, la caballerosidad innecesaria
y el formulismo estricto no razonable. Parámetros estos que normalmente son
calificados como los elementos básicos de un oficial brillante.
4. CAUSAS DE LA INCOMPETENCIA:
a. Alto desperdicio del recurso humano.
b. Un conservadurismo irracional que se
aferra a tradiciones anquilosadas.
c. Alta tendencia a ignorar o rechazar
informaciones que chocan contra los prejuicios conocidos.
d. Evidente tendencia a subestimar al
enemigo.
e. Falta de resolución o alta
indeterminación.
f. Persistente obstinación en ejecutar
determinadas tareas a pesar de evidentes pruebas de ser mejor lo diferente o,
incluso, lo contrario.
g. Desaprovechamiento de las oportunidades
ventajosas logrables con ataques directos dedicándose pasivamente a resistir
golpes.
h. Falta de estudio y reconocimiento
adecuado del enemigo.
i. Predilección por los ataques frontales
en el punto más fuerte del enemigo.
j. Una fe ciega en la fuerza bruta, como
algo superior a la treta ingeniosa.
k. Falta del uso de la técnica sobre la
potencia. Como por ejemplo el empleo de la sorpresa y el engaño.
l. Predisposición indebida a encontrar
víctimas propiciadoras de los revese militares.
m. Supresión o distorsión de las noticias
del frente o empleo acomodado de las ruedas de prensa.
n. Creencia en fuerzas místicas.
5. FALTA DE GENIOS INTELECTUALES.
Como
la guerra es un acto eminentemente destructivo. Las mentes agudas son atraídas
por actividades más positivas.
6. CEREMONIALISMO Y TRABAJOS RUTINARIOS.
a. No entiendo cómo puede formarse a un
soldado limpiando bronces, suelos o cualquier otra cosa que se le ocurra al
oficial, al alférez, o al suboficial. Poniéndose firmes continuamente o dando
vueltas como un montón de coristas sin claridad específica sobre las destrezas
que se pretende lograr. Ni que aplicación real tiene para en el combate o en la
personalidad que se debe forma. O pidiendo permisos para ir al baño.
b. Normas que buscan más mortificar que
en enriquecer. Tal como: salude todo lo que se mueva. Si no, tómalo. Y si no
puedes cogerlo, límpialo o píntalo.
C. Un alto interés por la limpieza, el
orden, la disciplina, la obediencia. La moral
puede
obtenerse por otros medios menos rutinarios creando, al mismo tiempo, la
uniformidad que se pretende y que contribuye a la solidaridad y cohesión
interna del grupo. Para otros es una pérdida de tiempo, es un calvario y un
aburrimiento para todos los que tengan intelecto ligeramente superior al nivel
de la mediocridad, constituyéndose en un peregrino sustituto de la firmeza de
espíritu.
d. Se argumenta que el trabajo
rutinario fortalece el carácter del militar para afrontar las condiciones de
peligro inherentes a su profesión. Le incrementa su tenacidad y constancia en
un fin. Pero existen trabajos civiles con igual nivel de peligro que no
requieren formar su personalidad con actividades meticulosas o repetitivas. Que
no son, precisamente, generadoras de espíritu.
e. Se admira la homogeneidad y se
frunce el ceño ante toda desviación. Porque la perfección radica en la
adecuación de un patrón regular que cause la impresión de la forma como han
sido disciplinadas las mentes en un mismo propósito. Así no esté ligado con la
causa trascendente del motivo de su existencia.
f. El comandante que se dedica a
los detalles mínimos está compensando su falta de habilidades en los aspectos
importantes de su misión de mando.
7. RIVALIDAD POLÍTICA Y MILITAR.
Si un
sistema de gobierno quiere protegerse del peligro de un golpe militar, debe
poner hombres incompetentes en sus mandos militares que le ofrezcan seguridad.
Pero esos mismos no podrán cuidar la nación de sus enemigos internos o
externos.
8. LA ANSIEDAD MILITAR.
a. La ansiedad militar se da en los ejércitos
donde el castigo para el que yerra es proporcionalmente más severo que el
premio otorgado por los aciertos similares. Sobre los cuales se dan solo
ligeros méritos para su ascenso. Eso convierte la promoción militar en una
competencia por evitar derrotas y errores, evadiendo las operaciones, antes que
una carrera de logros, éxitos y victorias en combate.
b. El arte de la vida militar debe estar
siempre dispuesto a ingeniar y fomentar planes de acción originales, tanto en
tiempo de paz como en la guerra. Desgraciadamente, en esta última, las
comunicaciones son tan buenas, que las oportunidades que se presentan para
desarrollar acciones auténticamente individuales, que la iniciativa tiende a
convertirse en algo muy artificial. Iniciativa cae en la práctica de ser
creativos pero solo con vista de impresionar únicamente a los superiores.
9. REAJUSTE SOCIAL.
a. Aunque la diferencia social entre los
oficiales y los soldados se ha acortado notoriamente con el tiempo, algunos,
experimentan un choque en sus expectativas de escalamiento social (La movilidad
vertical ascendente, por la vía militar, como la llamaba Camilo Torres). De ser
un Don nadie, se pasan, de repente, a ocupar un pedestal jerárquico capaz de
producir vértigo. El ser saludados y recibir consideraciones de respeto, se les
sube a la cabeza distorsionando la realidad.
b. Las organizaciones sociales nunca han
recibido bien a los emprendedores e innovadores. La agilidad de la empresa
privada, el ingenio y hasta la tendencia a trabajar duro, son cosas que no han
sido consideradas correctas en el medio militar. El entorno de los “Pares” o
compañeros, los calificarán de Regalados, Lambones o Cepilleros fingiendo
eficiencia. Pero que es para ganar distinciones desinteresadas. Además de que
se convierten en referenciales de buen desempeño que dejará en evidencia su
incompetencia y espíritu remiso.
10. SELECCIÓN DE COMANDANTES.
a. La selección no debe ser solo por la
valentía física o el tiempo de servicio, sino también por el valor moral y la
destreza intelectual. Que son aspectos muy valiosos en un líder. Hombres de
personalidad innatamente valerosa no tienen que ser necesariamente comandantes.
Moral y espiritualmente aptos para asumir un cargo de alta responsabilidad. De
lo contrario, la organización estará propiciando personas a cargos sin la
necesaria idoneidad.
b. Los hombres, que albergan miedo al
fracaso, tienen mucho prestan mucha atención a la selección de sus subordinados
y a las cualidades y la idoneidad de sus superiores. Preocupándose
excesivamente por su propia imagen. Dedicando considerable atención y tiempo a
la autovaloración. Calculan continuamente las posibilidades de ascenso por
ausencia de deméritos. Antes que la acumulación de méritos por la vía de los
éxitos operaciones. Hacen detallados estudios del escalafón militar.
c. El conformismo, la obediencia
irrestricta, sin capacidad de comprensión, la sola valentía y la fuerza física,
son los únicos comportamientos conocidos que les brindan satisfacción personal.
Al mismo tiempo que son sus exclusivos aspectos de valoración institucional. Y
para recompensar con un firme avance dentro de la organización militar ((La
movilidad vertical ascendente por la vía militar, como la llamaba Camilo
Torres). Inversamente, muchos de los rasgos relacionados con los aspectos
emprendedores para obtener logros, no son bien recibidos en los círculos
militares. Porque ellos contradicen el rígido convencionalismo y la poca
importancia que dan a la aprobación de su ideas por parte de su superiores.
11. INTELECTUALIDAD.
La
libertad de expresión y los procesos cognoscitivos no son bien vistos por los
militares.
12. AUTORITARISMO.
a.
Las personas que se sienten atraídas por las
carreras militares, como los cadetes, prefieren líderes que califiquen bajo en
las pruebas de autoritarismo. Presumiblemente debido a que los autoritarios son
más insensibles a las necesidades de los demás. Mientras que las organizaciones
autoritarias prefieren comandantes con calificaciones altas en el desempeño de
autoridad intransigente.
b.
Como los autoritarios con los subalternos son,
simultáneamente, conformistas con los superiores y más recelosos para correr
riesgos, es improbable que lleguen a ser buenos líderes sociales. Ellos
tenderán a comprender menos las intenciones del enemigo y a actuar sin tener
muy en cuenta las informaciones de inteligencia, que choquen contra sus propias
creencias y prejuicios.
c.
La historia del carro de combate, la aviación o
la ametralladora, contienen sorprendentes pruebas de como el autoritarismo es
incapaz de sacrificar tradiciones queridas para aceptar innovaciones técnicas.
Que no se han afianzado debido al exagerado
aprecio por lo ancestral.
d.
La mente autoritaria evita la incertidumbre del
experimento y recela de la aplicación del método científico, prefiriendo la
cómoda serenidad del dogma y la fe propia, sin flexibilidad con la circunstancias.
Rechaza lo que lo exponga a salir de su nicho de confort.
e.
Es necesario, sin embargo, el ejercicio y la
aceptación de una autoridad racional, de ciertos niveles mínimos de disciplina,
de algunos grados necesarios básicos de ritualismo y de rutinas, en el
funcionamiento de las organizaciones militares.
13. EDUCACIÓN.
a.
El cultivo de un pensamiento osado,
independiente e imaginativo, es el de mayor importancia si se desea aumentar la
seguridad de la nación.
b.
La raíz del problema estaba en el bajo nivel de
la educación recibida por el militar medio. Los métodos de adoctrinamiento
militar consisten en creer que la aplicación forzada para tares desagradables y
aburridas, crean en el individuo una elevada personalidad.
c.
Por otra parte, es errado creer que cualquier
ejercicio intelectual, como una forma de pensar individual, en lugar de un
aprendizaje memorístico, daña el sentido de la lealtad y la obediencia. Por
ello se trata de evitar por encima de todo. Pensar es cuestionar y cuestionar
es dudar. Como si la ejecución de los actos del militar fuesen solo reflejos
incondicionados e irreflexivos, donde no se permite un mínimo razonamiento y
prudencia en la toma de decisiones trascendente.
d.
Las organizaciones jerárquicas compensan las
restricciones impuestas al pensamiento, ofreciendo al individuo un margen de
seguridad personal, donde el razonamiento no es necesario. Está seguridad es
superior a la que brindan las empresas civiles, más liberales. Pero, también
más llenas de riesgos profesionales y sociales. Una larga y fuerte dependencia
de la persona a la institución crea, a la postre, un miedo crónico a la plena
libertad de actuación y pensamiento.
Una
libertad mínima es necesaria en un comandante que debe adaptarse a un panorama
rápidamente cambiante. No puede arrojarse a la guerra al soldado más fuerte,
capaz e inteligente, con las manos atadas por una torpe e indecisa clase
política. El sacrificio sería una ofrenda sin mérito alguno.
Recopilado
por: Coronel Iván González U. 1983
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