NUESTRA AVIACIÓN
Nos
damos por bien servido de lograr sobrevivir volando aviones de tan básica tecnología
y con tan escasos recursos de navegación. Pero es la época que nos correspondió
vivir y que la vivimos intensamente.
VIEJA PERO ELEGANTE E IMPONENTE TECNOLOGÍA
Pero
no por desconocimiento sino con plena claridad en la causa y la realidad de lo
que hacíamos. Era el reto de la aviación disponible en ese tiempo y a lo que
nos enfrentábamos.
PISTAS NO PREPARADAS 2
Así
que la mayoría de los riesgos no fueron intempestivos sino calculados,
evidentes y asumidos. No había más alternativas. Y las pocas que se daban, eran
rápidamente copadas por quienes hacían alguna gestión, para volar los escasos
aviones más modernos, en huida de los menos confiables.
CABINA DEL DC 6
Pero
esto no es una queja. Al contrario, esa aviación me encantaba porque exigía
mucha dedicación, estudio y atención del piloto. De lo contrario las cosas se
ponían serias. No solo por el alto nivel de riesgo, sino para poder sacar el máximo rendimiento,
que demandaba bastante técnica de pilotaje.
PISTAS NO PREPARADAS 1
Cada
vuelo o misión era un reto, que me producía adrenalina. Hormona a la cual me
volví casi que adicto. Me emocionaba saber que tendría que vencer más peligros
operativos de vuelo que enemigos de tierra. O de lo contrario esos aviones
anticuados, malos tiempos, pistas elementales y no preparadas, lisas,
disparejas, en fango, operaciones riesgosas y apremiantes, bajo las necesidades
de la tropa que nos esperaban entierra con sentido anhelo, me engullirían.
La
pista de Yopal era la mitad en subida hasta la mitad y después de pasar la
cresta cambiaba de dirección. No era recta. La de Mitú demasiada liza y fangosa
cuando llovía.
PISTA DE MITÚ
La
de Leguízamo era en malla y con cambio de pendiente, igual que la Yopal. La de Guacamayaz
demasiado corta y terminaba contra la montaña. Por eso solo tenía una entrada.
LOS
SOCAVONES DE LAS MINAS DE ORO EN CONDOTO
La
guia para aproximar a Condoto, con mal tiempo y techo de nubes bajas, era
enfrentando la serranía de sur a norte y virando a la izquierda antes de llegar
para encontrar los socavones y la trayectoria de aproximación a último momento.
PUEBLO
DE BAHÍA SOLANO. MONTES A LA DERECHA QUE SEPARAN DEL MAR. PISTA AL FONDO DE LA
IMAGEN.
En
Bahía Solano se sobrepasaba tres minutos el estimado para estar seguro de estar
sobre el mar y se descendía, con la seguridad de no colisionar con el terreno,
hasta 600 pies para pasar el techo de nubes. Con el agua a la vista se procedía
rasante hacia la costa buscando la pista, que está detrás de una cuchilla montañosa
costera.
En
Puerto Estrella, Guajira, se buscaba la bandera de escuela para poder ver la dirección
de la brisa.
PISTA
DE PUERTO ESTRELLA
En
Bahía Portete se distinguía la pista por la fila de tumbas de los moradores de un
intenso blanco de cal que resaltan con el sol ardiente del desierto.
En Tumaco se cruzaba la bahía de norte a sur enfrentando El Morro y el puente natural
de piedra, donde está la cabecera de la pista.
PISTA
DE TUMACO
En
la Araracuara es un portaaviones que comienza en acantilado que abrió el río Caquetá.
PILOTO CON ADRENALINA
Los vapores de la gasolina de aviación para motores de pistón, eran casi mi perfume
preferido. A sus aromas también me estaba volviendo adicto. No sé si ya había
sido retirado el tetraetilo de plomo, que se adicionaba como antidetonante
para controlar el octanaje. Si no fue así, debo estar contaminado del metal
pesado y no sería raro que tenga algo de locura repentina o una vejez
prematura.
LA GASOLINA AZUL, A LA IZQUIERDA ES DE 145 OCTANOS. LA VERDE, AL
CENTRO, ES DE 130 OCTANOS. LA TRASPARENTE O BLANCA ES LA GASOLINA BÁSICA SIN
TARA Y SIN CONTROL DE OCTANAJE. LA GASOLINA ROJA ES LA AUTOMOTRIZ. ES DE BAJO
OCTANAJE, QUE NO APARECE EN ESTA IMAGEN.
El
hecho es que le tomé aprecio a eso aviones, en especial al C-47 durante los 10
años que lo volé. Y espero haber sido un buen instructor de la última
generación de pilotos en la FAC de estas veteranas máquinas de la segunda
guerra mundial.
PISTAS NO PREPARADAS 3
Luego
al C-54 y al C-119. Y una gama de aviones de hélice, cuyos rugidos me
encantaban. Mas no lograron causarme sordera, como le ha sucedido a muchos. Me
protegía bastante siguiendo la recomendación de los médicos de aviación.
PISTAS NO PREPARADAS 4
Así,
con todas esas vueltas, fueron muchos y frecuentes los vuelos de abastecimiento
de víveres, intendencia, armamento, munición, relevos de tropa y lanzamiento de
paracaidistas. También, dolido pero con gratitud, los heridos que trasladamos a
los hospitales. En particular, a los héroes caídos en acción de combate o de
desastres aéreos, que llevamos al mejor lugar que merecía su descanso eterno en
distintas partes del país. Los vuelos de búsqueda y rescate eran de mi gusto porque sentía que estaba prestando un servicio humanitario a muchos caídos en desgracia por amor a la profesional.
PRIMEROS AVIONES AMBULANCIA
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