EL
BAUTIZO DE BOLIVAR
El padrino,
el marqués del Toro, dio al canónico Juan Félix, de la iglesia metropolitana y
primo de doña Concepción, madre del Libertador, un papel con el nombre con que
bautizaría al niño. Era Pedro José Antonio de la Santísima Trinidad.
URNA CON EL LIBRO
DE ACTAS DONDE ESTÁ ANOTADO EL BAUTIZO DE BOLÍVAR
Después
de un rato, se sintió en la calle el regreso de la carroza. La comitiva entró
en el salón, trayendo al niño, ya libre del pecado original. El marqués del
Toro y don Francisco de Iturbe lo entregaron a sus padres, los cuales con
afectuoso júbilo lo colmaron de cordiales caricias.
-Gracias
a Dios dijo la marquesa; su Divina Majestad permita que el agua del bautismo
le haga un santo.
-Dame
ese niño, añadió el marqués, que quiero después de ti, dirigiéndose al
canónigo Juan Felix, echar la bendición paternal a mi Pedro José, cuyo nombre
me recuerda al venerado de mi tío el oidor, que en paz descanse.
-No
le llames Pedro José, replicó el canónigo Juan Félix, que otro nombre le he
puesto, y le has de llamar Simón.
-¿Y
por qué has hecho ese cambio, Juan Félix?
-No
sé cómo explicártelo, pero he sentido una voz interior, un extraño
presentimiento, una inspiración que seguro viene de lo alto, que me ha dicho
que este niño será, andando los tiempos, el Simón Macabeo de la América.
Suspensos
quedaron todos los oyentes de tales palabras, pues ese era el nombre que había
propuesto el primo del niño, el también canónigo y del mismo nombre, don Juan
Félix de Aristeguieta quien andaba ya en olor de santidad. Y quien antes de
morir había testado sus muchas propiedades al recién nacido. Quería con ello
recordar al Macabeo de la Biblia. Además
porque sería el quinto de la familia que llevaba el nombre desde Simón de
Bolívar, natural de Vizcaya, establecido Venezuela en 1586. Aquel niño fue,
después, Simón Bolívar, el Libertador.
PARTIDA DE BAUTIZO
Agrega
el cronista. En 1832, estando yo de tierna edad, oí referir este suceso al
antiguo marqués del Toro, testigo del hecho. Y en 1840, estando en una casa de
campo de la señora doña María Antonia Bolívar y Palacios, hermana mayor del
Libertador, referir lo mismo al padre Miguel de Valdepeñas, religioso capuchino
español, que celebraba misa en la capilla de doña María Antonia.
PLACA
RECORDATORIA
Otrosí:
En el mismo año 1783, y casi en el mismo mes en que nació Simón Bolívar, el
conde de Aranda, ministro de Carlos III era el plenipotenciario para ajustar, por
parte de España, los tratados con Francia e Inglaterra, relativos al
reconocimiento de la independencia de Norteamérica.
Cuando el rey firmó los
tratados, el conde le pronosticó la independencia de sus colonias ultramarinas,
diciendo: Vuestra Majestad, con esa firma, también ha perdido las Américas.
COLONIAS ESPAÑOLAS EN AMERICA
Con
esas observación quería decir que los británicos harían todo cuanto fuese
posible para que España perdiera sus posesiones en el oeste de Norteamérica,
toda Centro y gran parte de Suramérica, casi el 70 % del continente americano, en compensación por el
apoyo que España daba a la perdida de las colonias británicas.
Norteamérica, a Francia, compraría, años después, los
territorios que esa nación poseía en la parte central de norteamérica, Luisiana
y el Misisipi. Y le arrebataría la Florida a España y a México todo el oeste.
Por
eso Bolívar iría en búsqueda de apoyo a Inglaterra para su emancipación
logrando una ayuda significativa por medio de prestamos y la facilidad de la legión británica.
Bolívar hizo realidad la premonición del canónigo
de la iglesia metropolitana cuando lo bautizó. La de su primo el doctor Juan Félix
de Aristeguieta cuando lo heredó y la del conde de Aranda cuando se lo predijo al
rey de España.
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